10 hallazgos del nuevo Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial

Chile, Brasil y Uruguay. El orden y los participantes del podio no cambió en la más reciente versión del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2025) —disponible aquí— respecto de su versión anterior, pero sí hay puntos que atender, como una mejor performance de los países adoptantes. Esta variable, que redunda en una mayor paridad en la realidad IA de los 19 países parte del informe, es clave en la premisa de que América Latina debe funcionar como bloque para cambiar oportunidades por beneficios, coincidieron autoridades en la presentación del estudio este viernes 3 de octubre en Santiago de Chile.

“La región invierte cuatro veces menos en IA de lo que le correspondería según su peso económico en el mundo, lo que limita sus posibilidades de escalar en esta tecnología. Cepal estima que un aumento de 1% en la inversión de IA se asocia con un crecimiento de 0.04% en el Producto Interno Bruto, principalmente por el aumento de proactividad derivados del trabajo calificado”, inició su discurso José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Alvaro Soto, director de ILIA en Cenia, consideró que “la IA puede ayudarnos a encontrar soluciones para los múltiples desafíos que existen en América Latina”. Antes habló el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, Aldo Valle Acevedo, quien pidió “concebir a la IA como bien público, que no se agota en el uso individual y cuyo valor crece en tanto se comparte”; también abogó por regulaciones pertinentes para que el desarrollo de tecnologías no produzcan mayor desigualdad.

Resultados

El reporte se divide en tres dimensiones (factores habitantes; investigación, desarrollo y adopción; y gobernanza) con 9 subdimensiones y cuenta con 103 indicadores, frente a los 76 de la edición anterior. “Sus resultados no son extrapolables fuera de América Latina y el Caribe”, alertó Rodrigo Durán, director de ILIA, en referencia a que se trata de un estudio regional con mirada a esta parte del mundo. También hay fichas por país, que serán publicadas próximamente.

En la edición 2025, Chile se ubica primero, seguido de Brasil y México, igual que el año pasado pero con la particularidad de una menor diferencia de los escoltas con el líder. Colombia, Costa Rica, Argentina, Perú, México, República Dominicana, Ecuador y El Salvador tienen semáforo amarillo por considerarse adoptantes, y el resto es parte de la lista de los exploradores. Los primeros nueve países están por encima del promedio regional, que está en el orden del 42%, y la otra decena por debajo.

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Tendencias

El reporte divide tendencias según la dimensión, con conclusiones como las siguientes:

  • La conectividad mejora, pero 11 de 19 países aún no superan los 50 puntos en infraestructura digital.
  •  La participación femenina en investigación en IA creció del 19.8% al 23.6%, aunque aún lejos de la paridad.
  • La inclusión de IA en currículos escolares creció de 2 a 6 países, un paso clave hacia capacidades endógenas y mayor equidad social.
  • Persisten brechas digitales que limitan la participación equitativa en la economía digital.
  • Las empresas de IA dentro de un país dependen más de los niveles de inversión y de entornos amigables para el emprendimiento que de una matriz productiva industrializada.
  • Conviven dos realidades: países con estrategias consolidadas (Brasil, Chile, Uruguay) y otros sin hoja de ruta definida.
  • La mayoría de las estrategias nacionales carecen de mecanismos efectivos de implementación.
  • La región participa poco en organismos de estandarización internacionales, limitando su influencia en las reglas globales.
  • En ciberseguridad y protección de datos hay avances legales, pero sin capacidades técnicas suficientes.

Hallazgos

Al entendimiento de que América Latina debe abordar como bloque los desafíos que proponen las nuevas tecnologías y velar por que el desarrollo se produzca en pleno respeto de derechos vigentes y produzca inclusión y no nuevas brechas como premisa general, la más reciente versión del reporte hace énfasis en una serie de hallazgos para comprender la realidad de la región en la materia.

1. Adoptantes en acción

Los países en estadios más tempranos de madurez se están poniendo al día a paso acelerado, un fenómeno que se ve con mayor fuerza en sitios de Centroamérica y el Caribe. El informe destaca, otra vez, que “a medida que los países nivelan sus capacidades, se generan nuevas oportunidades para alianzas regionales menos asimétricas y colaboraciones multilaterales que antes eran improbables”.

2. Código abierto, una oportunidad   

El modelo de código abierto sigue representando una gran oportunidad para el desarrollo de la IA en la región, ya que permite generar soluciones locales sin depender de licencias privativas o infraestructuras costosas, a la vez que fomenta el desarrollo colaborativo en la comunidad desarrolladora.

3. Muchos datos, poca disponibilidad

Aunque América Latina y el Caribe produce grandes volúmenes de datos a través de sistemas públicos, privados y sociales, gran parte de esta información no está disponible para el desarrollo de soluciones basadas en IA. La brecha entre generación y disponibilidad “limita el desarrollo de soluciones locales, reduce la transparencia gubernamental y restringe el avance de la ciencia abierta y de la Inteligencia Artificial”.

4. Más alfabetización, poca especialización

Los niveles de alfabetización en IA casi duplican a los de formación profesional y son cuatro veces el correspondiente al talento especializado. Esto sugiere que existe una base más amplia de comprensión general, pero un embudo en la formación especializada.

5. Talento e infraestructura como aliados de soberanía

Los países de América Latina y el Caribe enfrentan desafíos importantes para mejorar sus capacidades endógenas para el desarrollo y adopción de la IA. Respecto a la capacidad de cómputo, Brasil representa más del 90% del total regional y tiene 17 veces más capacidad que el país con menor cantidad de teraflops por segundo. La infraestructura y el talento son centrales para el potencial del país para el despliegue y la adopción de Inteligencia Artificial. En tanto, la infraestructura define un techo en las posibilidades de desarrollo.

6. IA Generativa para democratización del acceso

La accesibilidad de la IA Generativa puede servir como un catalizador para la adopción de IA y potenciar su impacto en la vida de las personas.

7. IA y participación ciudadana

A pesar del potencial de la IA para transformar los procesos participativos, su uso en mecanismos de democracia digital aún es limitado en la región: 8 de los 19 países del ILIA no reportan ningún caso de uso. Esto refleja una brecha entre el interés gubernamental en tecnologías emergentes y su aplicación práctica en herramientas de consulta, rendición de cuentas o co-creación de políticas públicas.

8. Investigación: poca y de pocos

Al igual que la inversión privada, la actividad académica de la región es relativamente escasa y está concentrada principalmente en 5 países: Brasil, México, Colombia, Chile y Argentina. Esto no sólo limita la visibilidad internacional de la investigación latinoamericana, sino que estrecha las posibilidades de intercambio y transferencia de conocimiento con el resto del mundo.

9. Gobernanza como desafío

Si bien nueve países cuentan con estrategias nacionales de IA, sólo una minoría ha avanzado en su actualización, considera un presupuesto para su ejecución o establece algún plan de acción para asegurar su implementación efectiva. Mientras que hay tres países en proceso de elaboración de una política, otros siete no definieron hoja de ruta o estrategia nacional para el desarrollo de la IA.

10. Sustentabilidad, sustentabilidad, sustentabilidad

La sustentabilidad emerge como un desafío crítico para el despliegue de la IA, donde urge generar más datos sobre el impacto climático de su desarrollo. Hasta ahora, la regla general es la ausencia de la sustentabilidad en las políticas de IA y transformación digital, donde la mayoría de los marcos nacionales no considera la sustentabilidad de forma significativa.

“La IA es una de las fronteras de desarrollo del mundo moderno y tiene el poder potencial de contribuir al desarrollo económico, productivo y social. Por eso hay que comprender oportunidades y riesgos que conlleva, lo que plantea un doble desafío: integrarla en las agendas públicas y asegurar que su uso sea ético y orientado al bien común”, concluyó durante la presentación del reporte José Manuel Salazar-Xirinachs, de Cepal.
DPLNEWS.

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