Esto permitió al país obtener un
superávit y acumular una reserva de dólares. Más tarde, con el real establecido, otras crisis no molestaron tanto. Fue el caso de la
«pequeña ola» de 2007-2008, calificada así por el entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Por primera vez desde la época del Imperio, Brasil consiguió no verse demasiado afectado por una crisis financiera mundial, afirmó Sobral. Sin embargo, los años de desindustrialización han tenido sus consecuencias.
«La economía brasileña ha seguido una senda desindustrializadora que se ha traducido en un bajo crecimiento de la economía brasileña en los últimos 30 años», señaló Rodríguez.
En el caso de Argentina, los años de dolarización fueron drásticos para la economía, de acuerdo con Sobral. «La economía argentina ha sido devastada industrialmente. Constantemente tiene que comprar bienes de otros países, lo que acaba provocando que las importaciones sean permanentemente más altas», afirmó.
Esto condujo a un déficit constante de dólares y a una devaluación de la moneda nacional. «Y esto fue el resultado de que el país renunciara a mantener su soberanía monetaria«, añadió.
Se calcula que en la crisis de 2007 salieron del sistema financiero argentino más de 43.000 millones de dólares, lo que hizo que la reserva de dólares redujera aún más el valor del peso. En ese período se duplicó el número de personas que vivían en la pobreza en el país.
En Sudamérica existe otro ejemplo de dolarización extrema: Ecuador, de acuerdo con Sobral. El país abandonó su moneda en favor del dólar estadounidense. Como resultado, perdieron la capacidad de gestionar su propia economía, señaló el experto.
«Los bancos internacionales y las organizaciones estadounidenses como el Banco Central de EEUU [Sistema de la Reserva Federal], el Tesoro, el FMI [Fondo Monetario Internacional], el Banco Mundial y los bancos privados acaban dirigiendo la economía ecuatoriana», explicó Sobral.
Esto ha provocado variados problemas que sufre el país en la actualidad, como la desindustrialización y la expansión del narcotráfico por todo el territorio, que ha aprovechado su pequeño tamaño, su condición de exportador de bienes primarios y su moneda para establecerse con fuerza en el país.
La supervivencia de Brasil frente a estas crisis revela la importancia de disponer de una moneda propia, con autonomía para determinar la cantidad en circulación mediante la emisión y recaudación de impuestos.
«El rasgo distintivo de una nación soberana, más pragmática, más actual, es emitir su propia moneda y determinar los costes forzosos de la misma», afirmó Ciro Gomes.
La moneda de una sociedad es un símbolo nacional de su propia identidad, de acuerdo con Franco. Cuando la moneda atraviesa una crisis de devaluación inflacionista, cuando su valor se derrite, es como ver la bandera en llamas, agregó.
«La moneda es un símbolo nacional, es como la bandera y el himno en muchos sentidos. Así que la reconstrucción de la moneda debe tener esto en cuenta, y el diseño también debe introducir un atractivo simbólico, que es esencial para su adopción», afirmó el expresidente del Banco Central brasileño.
El proyecto real ha tenido tanto éxito que el Banco Central de Brasil se ha erigido como uno de los más innovadores del mundo con la creación de Pix, la apertura de Open Finance y Drex, o el real digital, una criptodivisa brasileña que se centrará en las transacciones seguras entre usuarios y deberá presentar una mayor integración en toda la economía de Brasil.
¿Puede el real ayudar a Argentina?
Si en el pasado el equipo económico se fijó en Argentina para aprender a lidiar con la inflación, hoy el país del Cono Sur atraviesa una crisis económica que parece no tener fin. El recién elegido presidente Javier Mileiprometió durante la campaña dolarizar la economía argentina.
Sin embargo, los efectos prácticos de lo que esto significa pueden variar, selañó Franco. «La gente utiliza este lenguaje, esta terminología, ‘dolarización’, cada vez de una manera diferente», agregó.
«Esa palabra tenía un significado cuando estaba vigente el Plan Cavallo. Tiene un significado completamente distinto ahora, cuando lo presenta el presidente elegido, Javier Milei», afrimó el experto.
En este sentido, la solución ideada por los mentores del plan económico de Milei no es tan extraña, indicó el expresidente del Banco Central. Fue adoptada por casi toda Europa con la aparición del euro.
«Lo que se hace es dar curso legal a la moneda de un país, es decir, las agencias tributarias argentinas reciben moneda extranjera para el pago de impuestos argentinos», explicó.
Hay muchas variables en juego y cada lugar es diferente a la hora de diseñar una nueva moneda, de acuerdo con el experto. «La nuestra fue muy particular, muy exitosa«, subrayó.
«Espero que Argentina logre encontrar una solución que incorpore lo bueno de la experiencia monetaria europea, de trabajar con una moneda que no es la suya», expresó Franco.
Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay firmaron el Protocolo de Ouro Preto, que sentó las bases institucionales del Mercosur, recordó Ciro Gomes. Entre sus muchos memorandos figura el acuerdo de los Estados miembros del bloque de «dar pasos en el futuro para dar nacimiento a una moneda regional«.
«Estas medidas nunca se tomaron, en gran parte porque Argentina tiene esta dificultad monstruosa», señaló el antiguo ministro de Hacienda.
El real brasileño sería una moneda interesante para la región, bien para ser utilizada por los países, bien para constituir la base de una moneda regional independiente, de acuerdo con Ciro.
«[Excepto que la moneda] nacería naturalmente con esa historia, con todo respeto, del peso del marco alemán en la construcción del euro», agregó el experto.
Esto revela grandes problemas en el sentido de que la productividad alemana se mantiene firme en el euro, pero la periferia, Irlanda, Grecia, Portugal, España, han sufrido grandes limitaciones por este motivo, afirmó Ciro.