Gasto público crece 26 veces en 34 años en la República Dominicana
El crecimiento del gasto público en República Dominicana ha sido una constante en las últimas décadas, supera incluso el ritmo de incremento de los ingresos del Estado. Esta tendencia ha generado un impacto significativo en las finanzas públicas, lo que marca la evolución del déficit fiscal y el endeudamiento del país.
A pesar de las diversas reformas tributarias implementadas desde 2004, el gasto ha continuado en ascenso, y mantiene la necesidad de ajustes fiscales recurrentes. Concretamente, los ingresos del Gobierno dominicano han aumentado considerablemente, al pasar de US$774.1 millones en 1990 a US$20,200.8 millones en 2024, es decir, en 34 años.
Esto representa un incremento del 2,510%, lo que significa que es 26 veces mayor, de acuerdo con un análisis del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES).
Sin embargo, el gasto ha crecido aun más rápido, al pasar de US$829.1 millones en 1990 a US$23,726.3 millones en 2024, con una variación del 2,761%. Este crecimiento del gasto en las más de tres décadas referidas, por encima de los ingresos, ha sido la principal causa del déficit fiscal recurrente. Durante la década de los años 1990, indica el análisis del CREES, el gasto público se mantuvo en niveles relativamente estables en relación con los ingresos, cuando incluso se presenciaron superávits fiscales; es decir, que hubo mayor responsabilidad fiscal. Posteriormente, la tendencia del gasto público ha mostrado un crecimiento sostenido, con marcados períodos de aceleración. Por ejemplo, hubo un incremento más pronunciado a partir de 2005 del gasto, que en solo tres años creció un 64.5%. A partir de este año es cuando el gasto empezó a alejarse significativamente del ingreso, que para 2008 ya alcanzaba 7,240.1 millones de dólares.
Desde el punto de vista del centro de pensamiento y análisis, el principal problema fiscal del país no es la falta de ingresos, sino la expansión del gasto público sin medidas de control efectivas. Dice el CREES que desde el 2004 se han implementado múltiples reformas tributarias, pero el gasto ha seguido en aumento, generando un círculo vicioso en las finanzas públicas, donde cada alza en los ingresos se traduce en más gasto, manteniendo la necesidad constante de nuevos ajustes fiscales. Esto ha incrementado el déficit y llevado la deuda a niveles cada vez más altos.
“Si la política fiscal del país no se ajusta y se continúa aumentando el gasto público sin control, cualquier reforma tributaria que contemple aumentar los ingresos del Estado resultaría insuficiente”, dice el CREES.
Indica que surge la necesidad de reformas estructurales entre ellas una tributaria, que permitan la sostenibilidad de las finanzas públicas, que fomenten los procesos productivos, que lleven a un mayor empleo productivo y en consecuencia permitan aumentar los ingresos promedio de los dominicanos; y por la cual se reduzcan los incentivos a la informalidad, a la evasión y a la elusión.
También sugiere eliminar el párrafo II del artículo 5 de la Ley 35-24 de responsabilidad fiscal, que permite que no se cumpla la única regla fiscal que contiene la legislación, al permitirle controlar el gasto público por medio del gasto primario.
Mirada a otro tema
En otro análisis que realizó el CREES, y que ha hecho de conocimiento público, indica que la deuda pública consolidada (incluida deuda intergubernamental) al cierre de 2024 ascendió a US$73,746.8 millones. Este monto está compuesto por la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF), que fue de US$57,587.2 millones, y la deuda del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), que representó US$16,159.6 millones. Para ponerlo en perspectiva, el CREES calcula que la deuda se ha multiplicado aproximadamente 16.6 veces desde el año 2000.
A diciembre de 2024, la deuda pública consolidada se ubicó en 59.2% del producto interno bruto –PIB-, de los cuales un 46.3% correspondían a la deuda del SPNF y los restantes 13.0% a la deuda del BCRD. Esta reducción en la participación del BCRD respecto al 15.1% registrado en 2023 se explica, en gran medida, por la redención de títulos durante el último trimestre del año, que ascendió a aproximadamente RD$140,000 millones.
Esta medida fue parte de su política monetaria expansiva de final de año 2024. Como resultado, los valores en circulación del BCRD pasaron de RD$1,035,624.6 millones en enero a RD$885,554.2 millones en diciembre, reflejando una reducción total de RD$150,070.4 millones, equivalente a un 14.5%.
Siempre partiendo de los datos que maneja el CREES, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2024 (prácticamente cinco años) la deuda del SPNF experimentó un aumento significativo de US$21,644.7 millones, lo que representa un crecimiento del 60.2%. Para poner este incremento en perspectiva, alcanzar una variación de esta magnitud antes de 2019 tomó un periodo de nueve años, desde 2010 hasta 2019.
Sostenibilidad de las finanzas
La entidad advierte que la situación de los actuales niveles de deuda pública consolidada resalta la necesidad de avanzar en reformas fiscales y estructurales que garanticen la sostenibilidad de las finanzas públicas. “La elevada proporción de deuda respecto al PIB refleja desafíos persistentes en la capacidad del Estado para equilibrar sus cuentas”, indica el centro de pensamiento y análisis que tiene a Miguel Collado Di Franco como su vicepresidente ejecutivo.
Según el presupuesto de 2024, el gasto en intereses de la deuda pública debió haber alcanzado el 25% de los ingresos tributarios. Para romper con el círculo vicioso de que el gasto público persiga los aumentos de ingreso, es fundamental establecer un marco fiscal más sólido.
Dice que un paso en esta dirección sería la eliminación del párrafo II del Artículo 5 de la Ley 35-24 de Responsabilidad Fiscal, que actualmente permite eludir la única regla fiscal existente y debilita el control del gasto primario.
Riesgos en capacidad para mantener la confianza
Desde el punto de vista del CREES, una reforma integral que aborde estos problemas, mejore el sistema tributario y promueva la productividad podría traducirse en más y mejores empleos, así como en ingresos más elevados para los dominicanos. Advierte que sin cambios estructurales, el país seguirá enfrentando riesgos en su capacidad de mantener la confianza de los mercados y alcanzar el grado de inversión en el mediano plazo. En este contexto, la implementación de una regla fiscal efectiva y de mecanismos de control del gasto se vuelve crucial para evitar que el endeudamiento siga aumentando a un ritmo insostenible.
EC