Sin agua y con embalses vacíos: barrios del Gran Santo Domingo viven una pesadilla
En medio de una prolongada sequía y con los embalses en niveles críticos, decenas de familias de los kilómetros del Distrito Nacional y de Santo Domingo Oeste viven una verdadera pesadilla para conseguir agua. Muchas hacen “vaquitas” entre vecinos para llenar cubetas y tinacos, mientras esperan los camiones cisterna prometidos por la CAASD.
La falta de agua potable ha cambiado la rutina diaria de cientos de hogares. Amas de casa de sectores de la avenida Independencia, Buenos Aires de Herrera y El Libertador aseguran que se limitan a lavar, posponen la limpieza y hasta se bañan por partes para ahorrar agua.
Algunas familias se han visto en la necesidad de comprar botellones para bañarse, mientras que otras se ven obligadas a pagar hasta 2 mil pesos para llenar sus cisternas.
Según el director de operaciones de la CAASD, Luis Salcedo, la presa de Valdesia está por debajo de su nivel máximo y la de Jigüey ha descendido más de quince metros. Esta baja severa impide mantener el flujo normal hacia el Gran Santo Domingo.
Salcedo detalló que Valdesia, que aporta el 35% del agua al Gran Santo Domingo, está operando por debajo de su capacidad. Sectores altos como Mata Hambre, La Paz, Cayetano Germosén y Herrera son los más afectados, donde las quejas y la desesperación aumentan cada día.
Para mitigar el impacto, la CAASD ha puesto en funcionamiento una flotilla de 40 camiones cisterna. Sin embargo, muchas familias dicen no haber recibido aún el servicio, lo que ha incrementado el descontento.
Como medida de emergencia, la CAASD ha solicitado al INDRHI trasvasar agua desde la presa de Jigüey hacia la de Valdesia, con la esperanza de recuperar parte del caudal perdido.
Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los residentes de los sectores afectados, quienes esperan que la situación pueda mejorar.
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