Banco del BRICS alerta sobre el impacto de la guerra arancelaria y las sanciones en la economía global

Durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS, la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, advirtió sobre la situación actual de la economía mundial, calificándola de «extremadamente complicada» debido a la combinación de la guerra arancelaria y el impacto de las sanciones unilaterales.

Rousseff detalló los principales desafíos y destacó que la guerra arancelaria está destruyendo las cadenas de suministro y de producción, lo que a su vez genera riesgos de inflación y desaceleración del crecimiento económico global.

Asimismo, señaló que una serie de conmociones geopolíticas, impulsadas por sanciones unilaterales y prohibiciones de exportación de tecnología, están interrumpiendo la producción y obstaculizando el libre comercio, especialmente en el ámbito de los productos tecnológicos.

La jefa del NBD también incluyó la crisis climática y los desastres naturales asociados como factores que contribuyen a la incertidumbre global.

En sus declaraciones, Rousseff enfatizó que el verdadero obstáculo para un desarrollo armonioso entre los países no es el multilateralismo, sino el hegemonismo y la imposición unilateral de modelos.

A pesar de contar con un potencial tecnológico, industrial y agrícola sin precedentes para el desarrollo, las fuerzas unipolares impiden el progreso, mientras que la cooperación tiene el poder de superarlas, refirió la funcionaria.

Como parte de la búsqueda de un nuevo orden financiero mundial, Rousseff mencionó la creciente adopción de monedas nacionales en operaciones comerciales, asegurando que el NBD no está en contra de monedas fuertes como el euro o el dólar, sino que busca un uso más amplio y una mayor atención a las monedas nacionales.

 

 

Complementando esta perspectiva, el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, también en el marco del SPIEF-2025, afirmó que las guerras arancelarias perjudican la economía incluso de los países que no participan directamente en ellas.

Según Novak, estos conflictos económicos, al igual que los conflictos armados y las sanciones, son «factores desencadenantes que afectan negativamente los indicadores económicos».

Explicó que, si bien hay un incentivo para la producción interna en los países que imponen aranceles, los costos de producción y los precios también aumentan.
TELESUR

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