China y EE.UU. se reúnen en Suecia en busca de avances en comercio

Representantes chinos y estadounidenses se reúnen a partir de hoy en Estocolmo para celebrar una tercera ronda de negociaciones comerciales en la que ambas partes esperan avances pese a los temas delicados que dividen a Pekín y Washington, como las capacidades industriales de China o sus compras de crudo iraní y ruso.

China encara esta ronda, según medios oficialistas, apelando a que los avances se construyan sobre consensos alcanzados en los encuentros previos en Ginebra y Londres y la conversación telefónica de los presidentes Xi Jinping y Donald Trump el pasado 5 de junio.

Pekín ha evitado detallar objetivos específicos, pero sí ha reiterado que el diálogo deberá regirse por principios de “igualdad, respeto mutuo y reciprocidad”, y enmarcarse dentro del mecanismo bilateral de consultas, que considera clave para reducir malentendidos y reforzar la cooperación.

En línea con el marco pactado en Londres, medios afines han subrayado que el Gobierno chino ha cumplido su parte de los compromisos adquiridos, incluida la flexibilización parcial de controles a la exportación de tierras raras.

En las últimas semanas ha dado además algunas señales de distensión, como la suspensión de una investigación antimonopolio contra una filial de la estadounidense DuPont.

Sin mención a la prórroga

Pekín, sin embargo, ha evitado pronunciarse sobre la petición estadounidense de extender la tregua arancelaria que expira el 12 de agosto.

Sí ha hecho saber, a través de medios afines, que no aceptará imposiciones sobre asuntos como la compra de petróleo ruso o iraní, el exceso de capacidad manufacturera o la estrategia industrial nacional, y que cualquier intento de condicionar las negociaciones a medidas unilaterales -como sanciones extraterritoriales o restricciones tecnológicas- dañaría el clima de entendimiento logrado.

La delegación estará nuevamente encabezada por el viceprimer ministro He Lifeng, que ya lideró los equipos negociadores en las dos citas anteriores, mientras que por la parte estadounidense solo se ha confirmado que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, liderará al equipo de Washington.

Se desconoce si el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el representante de Comercio para EE.UU., Jamieson Greer, dos figuras que han encabezado negociaciones comerciales en el Gobierno Trump y que estuvieron en Ginebra y Londres, participarán también en Estocolmo.

Washington llega a esta cita con idea de ir más allá de las medidas para mitigar la guerra comercial y apuesta con retornar con un acuerdo, aunque sea de mínimos, que brinde más acceso al mercado chino a los productos estadounidenses.

Así lo aseguró esta pasada semana el propio Scott Bessent en una entrevista televisiva.

«Queremos que se abran», dijo a la cadena Fox en referencia al mercado del gigante asiático. «Tienen 1.400 millones de personas con una tasa de ahorro muy alta. Tienen el potencial de una gran economía de consumidores», añadió.

A ese respecto, lo último que ha dicho el presidente Donald Trump al respecto es que ambas partes tienen «los términos de un acuerdo», sin añadir más detalles.

Posible cumbre en octubre

Trump dijo, tras la llamada de junio, que está entusiasmado con la idea de reunirse con Xi, y supuestamente Pekín y Washington están en conversaciones sobre la posibilidad de que ambos celebren un encuentro en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se celebrará en octubre en Corea del Sur.

Aunque Pekín no ha confirmado el temario del encuentro, se da por hecho que las discusiones abordarán el acceso a tierras raras, la estrategia en sectores tecnológicos clave o el papel de China en el suministro de precursores químicos para la fabricación de fentanilo.
EFE

 

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