Twitter puede enfrentar una gran multa después del reciente ataque cibernético masivo
Twitter podría enfrentar una cuantiosa multa por parte de reguladores estadounidenses después del masivo ataque cibernético del que fueron víctimas las cuentas de varias personas famosas este 15 de julio, según informó este viernes Bloomberg, citando a fuentes familiarizadas con el asunto.
De acuerdo con el medio, la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC, por sus siglas en inglés) revisará si la red social violó un acuerdo de 2010 que resolvió las acusaciones a la compañía por no ser capaz de proteger los datos de los usuarios durante un ‘hackeo’ similar en 2009. Durante ese ataque los piratas informáticos consiguieron, entre otras cosas, tuitear desde algunas cuentas, entre ellas la del entonces presidente electo de EE.UU., Barack Obama.
El organismo podría comenzar una nueva investigación o presentar una denuncia contra Twitter por violar los términos del acuerdo existente, explicó el exdirector de la Oficina de Protección al Consumidor de la FTC, David Vladeck.
Si bien la FTC no tiene autoridad para multar a las empresas por engañar a los consumidores, sí puede hacerlo cuando la empresa ya está sujeta a un acuerdo existente.
«Estoy seguro de que la FTC lo investigará», señaló, por su parte Ashkan Soltani, extecnólogo jefe de la organización.
Entre tanto, Twitter ya se enfrenta a una investigación de la oficina del FBI en San Francisco y de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien subrayó que el reciente ataque «plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los datos y cómo plataformas como Twitter podrían ser usadas para perjudicar el debate público».
Twitter confirmó este viernes que el ataque, cuyo objetivo era realizar una estafa con criptomonedas, afectó a unas 130 cuentas, entre ellas la de los multimillonarios Jeff Bezos, Warren Buffett, Bill Gates y Elon Musk, así como la del expresidente de EE.UU. Barack Obama y la del exvicepresidente Joe Biden.
Desde la plataforma aseguraron que han tomado «medidas importantes para limitar el acceso a los sistemas y herramientas internos» mientras la investigación del ataque cibernético esté en curso.