El futuro del Mercosur: «Si no hay acuerdo con la UE, podemos negociar con China y Corea del Sur»

SPUTNIK. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, ha dejado en claro que considera inaceptables los términos de la Unión Europea para un acuerdo con el Mercosur y apunta a la posibilidad de negociar con otros países. Sputnik Brasil conversó con especialistas para conocer cuáles son los pasos que debería seguir el bloque comercial.

Este martes 4 de julio, los jefes de Estado de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay se reunieron en Puerto Iguazú, Argentina, para la Cumbre de Líderes del Mercado Común del Sur (Mercosur). Durante el encuentro, el presidente Lula da Silva prometió una «respuesta rápida y contundente» a las exigencias impuestas por Europa para sellar el acuerdo entre Bruselas y el pacto comercial latinoamericano.

«Los socios estratégicos no negocian sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones», afirmó Lula. «Es imperativo que Mercosur presente una respuesta rápida y contundente».

El presidente brasileño combinó su tono crítico con declaraciones más optimistas respecto al acuerdo. Poco antes del discurso en la Cumbre de Líderes del Mercosur, Lula declaró durante el programa Conversación con el presidente que pretende firmar el acuerdo hasta el final de su mandato como presidente del Mercosur, es decir, en diciembre de 2023.
Según la profesora en relaciones internacionales de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp) Regiane Nitsch Bressan, el Gobierno brasileño mantiene una postura escéptica en relación a la ratificación del acuerdo en sus términos actuales.
El presidente Lula entiende […] que el texto actual es inaceptable, dado que existen algunas posibilidades de sanciones si Brasil no cumple con el pacto para la defensa del medio ambiente», dijo la docente a Sputnik Brasil.
De hecho, un documento presentado por los europeos a principios de este año prevé el bloqueo del comercio con los miembros del bloque si no se cumplen los requisitos ambientales. Según especialistas, las exigencias de la Unión Europea superan las previstas por los acuerdos internacionales vigentes.
«Brasil bajo Lula tiene un gran deseo de retomar su institucionalidad ambiental, pero eso lleva tiempo», consideró Bressan. «Es difícil asegurar que Brasil pueda cumplir con todas estas demandas».
Además, los términos del acuerdo con Europa no cumplirían con las directivas del Gobierno brasileño hacia la reindustrialización del país.
«Lula defendió que el acuerdo debe ser equilibrado y garantizar espacio para la adopción de políticas públicas a favor de la integración productiva y la reindustrialización de Brasil», consideró Bressan. «No debemos condenarnos a ser países exportadores de commodities(mercancías) y materias primas, por lo que el acuerdo no puede tener un peso que inhiba nuestra industria».

Los países del Mercosur están divididossobre las posibilidades de sellar este y otros tratados de libre comercio con socios extrarregionales. Según Bressan, Argentina también muestra descontento con el acuerdo.

«Argentina criticó el acuerdo en la forma en que se cerró en 2019, considerándolo muy desigual», recordó la profesora de la Unifesp. «Está claro que el Mercosur fue la parte que más dio [durante las negociaciones], lo cual es algo que no podemos aceptar».

Por otro lado, países como Uruguay reclaman una actitud más abierta al comercio y critican la lentitud de los procesos de negociación. Montevideo no firmó la declaración final de la cumbre, como una forma de protesta por la imposibilidad de cerrar acuerdos por separado con grandes potencias, como China.

Con respecto a China, ustedes conocen la posición de Uruguay. Cuando vemos que no avanzamos juntos, entendemos la visión de cada uno de ustedes. La nuestra es que lo hacemos juntos. Si no podemos hacerlo así, lo haremos bilateralmente”, dijo el presidente de Uruguay, Luis Alberto Lacalle Pou, durante la cumbre.
Para Bressan, Brasil no está cerrado a los acuerdos internacionales y debe promover negociaciones en curso con otros socios.
«El Mercosur está listo para conversar y, si no sale el acuerdo con Europa, podemos negociar con China, Singapur y Corea del Sur», declaró Bressan. «Brasil debe retomar la negociación de acuerdos que sean de interés para el bloque».
Además de estos países, el Mercosur también tiene negociaciones abiertas con Vietnam, Centroamérica e Indonesia, informó Lula durante la cumbre.

El presidente brasileño tiene grandes posibilidades de concretar su agenda, ya que durante el evento Argentina transfirió la presidencia interina del bloque al país lusófono, que deberá liderar las actividades del grupo por seis meses.
«La presidencia rota y sigue un orden alfabético, entonces Brasil siempre hereda la presidencia de Argentina», explicó Bressan. «Estamos muy emocionados de ver a Lula al frente del Mercosur, ya que está entusiasmado con la integración regional».

En el segundo semestre de 2023, el gobierno brasileño acumulará la presidencia interina del Mercosur, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y el G20, grupo que reúne a las principales economías mundiales.

Este miércoles 5 de julio se espera que el presidente brasileño discuta los términos del acuerdo Mercosur-Unión Europea con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea (UE) hasta diciembre de 2023.

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