Multilateralismo y reformas: cómo la moneda de BRICS ofrece un «mejor negocio para el Sur Global»

SPUTNIK. Las turbulencias económicas mundiales de los últimos años no hacen sino magnificar los fracasos del sistema financiero occidental a la hora de satisfacer las necesidades del Sur Global, creando condiciones para que bloques como el BRICS ofrezcan alternativas, incluidas nuevas monedas para el comercio mundial, opinan expertos.

El investigador Ashraf Patel, asociado principal del Instituto para el Diálogo Global y miembro sudafricano del centro de estudios BRICS Network, declaró a Sputnik que «las fracturas geopolíticas son cada vez más marcadas. El mundo post-COVID-19 y el conflicto Ucrania-Rusia son testigos de una especie de ‘nueva Guerra Fría’ y muchas naciones optan también por la no alineación».

«Las ‘guerras comerciales’ de EEUU contra China, las sanciones impuestas a Rusia y el impulso del G7 para ‘desvincular y reducir el riesgo’ muestran una política occidental formal de ‘contención, muy parecida’ a la del periodo de la Guerra Fría», consideró.

Según el experto, en caso de que los países del BRICS —es decir, Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica— establezcan una nueva moneda de reserva, es probable que esto afecte significativamente al dólar estadounidense, lo que podría provocar un descenso de la demanda, ya que supondría cestas de divisas y operaciones regionales que podrían desvincularse del mercado financiero estadounidense y su régimen monetario. «A su vez, esto tendría implicaciones para la economía estadounidense y mundial», añadió el analista.
Patel señaló que el presidente del país sudamericano participante en la alianza comercial, Luiz Inacio Lula da Silva, expresó su apoyo a una moneda BRICS, preguntando: «¿por qué una institución como el Banco BRICS no puede tener una moneda para financiar las relaciones comerciales entre Brasil y China, entre Brasil y todos los demás países BRICS?».
El funcionario afirmó que actualmente el 89% del comercio y las finanzas mundiales están «dolarizados», lo que crea un enorme desequilibrio en el concierto internacional. «Y ese modelo de comercio internacional está financializado. Eso significa que los mercados de acciones y bonos, y los instrumentos financieros como los derivados, son herramientas que dominanel comercio y el mercado de divisas», apuntó.
«Esto crea grandes problemas para el sur en desarrollo: volatilidad y aún más deuda, así que es esencialmente explotación. El oro, en cambio, es una materia prima fiable que se ha utilizado en el comercio mundial durante siglos y ha sido una ‘inversión segura’ durante siglos. Así que un patrón oro vinculado a la moneda de los BRICS+ es posible y potencialmente viable», ponderó el analista sudafricano.
Una nueva moneda de este bloque comercial, conforme con Ashraf Patel, «reforzaría la integración económica dentro de los países BRICS+; reduciría la influencia de Estados Unidos en la escena mundial; debilitaría la posición del dólar de EEUU como moneda de reserva mundial; animaría a otros países a formar alianzas para desarrollar monedas regionales; y mitigaría los riesgos asociados a la volatilidad mundial debido a las medidas unilaterales y a la menor dependencia del dólar».
El investigador, además, aseguró que «la mayoría de los países en desarrollo de renta baja ya se encuentran hoy en dificultades de endeudamiento o cerca de ellas». Mientras tanto, continuó, «se espera que las dos grandes economías del mundo, Estados Unidos y China, vean aumentar su deuda pública a niveles más altos que antes de la pandemia del COVID-19».
«Ghana y Sri Lanka dejaron de pagar sus deudas externas en 2022, dos años después que Zambia. Pakistán y Egipto están al borde del impago. El 30 de junio, Pakistán consiguió un acuerdo de financiación provisional de 3.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que prometía un posible alivio a corto plazo», profundizó.
«Los niveles de deuda pública mundial siguen siendo elevados: un 92% del producto interior bruto [PIB] a finales de 2022. Las naciones BRICS pueden venir con un mejor modelo de gestión de la deuda en comparación con las naciones del G7», sostuvo Patel.

El funcionario recordó también que «a principios de este año el FMI, el Banco Mundial y el G20 crearon la Mesa Redonda Mundial sobre la Deuda Soberana [GSDR, por su sigla en lengua inglesa] para fijar la estructura común y acelerar la reestructuración de la deuda, que ya sufría retrasos. Es demasiado pronto para decir si esta solución del G20 tendrá éxito o no».

Patel agregó también que como «alianza político-militar arraigada en la visión occidental del mundo y en el dominio del orden neocolonial, y pilar de la Guerra Fría», la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) «debería haber sido reducida hace mucho tiempo».
En opinión del especialista, «el actual conflicto en Ucrania ha hecho que más miembros de la Unión Europea, como Finlandia y Suecia, busquen la adhesión, y Ucrania, por lo que el peligro es una nueva Guerra Fría».
«El BRICS es muy diferente y se centra en promover el multilateralismo, el sistema de la ONU y reformas sólidas de las finanzas, el comercio y la inversión mundiales. Busca un ‘orden de prioridades’ más inclusivo y quizá alternativo y un mejor acuerdo para el Sur Global», resumió.

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