Bloomberg: Europa afronta una nueva realidad tras una devastadora crisis energética
RT. Los precios del gas en Europa cayeron casi un 60 % en 2023 y han bajado otro 12 % este año en comparación con el periodo de la crisis energética de 2022, informa Bloomberg.
La agencia señala que, a pesar de las predicciones de subida del precio del gas por la crisis del mar Rojo y el desvío de los petroleros a rutas alternativas, los precios han seguido conteniéndose.
Según la publicación, los bajos precios del gas se explican por las grandes reservas y la ayuda de las energías renovables. «Europa se beneficia de haber acumulado reservas récord de gas el año pasado, así como de las energías renovables y de un invierno relativamente suave, salvo algunas olas de frío», explica Bloomberg.
No obstante, la agencia advierte de que, una vez superada la crisis, Europa se encuentra en una «nueva realidad» con su propia lista de problemas. Entre los posibles riesgos que podrían provocar una nueva subida de los precios del gas se encuentra una escalada de la crisis en el mar Rojo, así como un periodo prolongado de frío.
Otro factor que podría agravar la situación, señala la publicación, es la expiración del contrato de tránsito entre Rusia y Ucrania a finales de 2024, lo que significa que los países europeos recibirán aún menos gas de Rusia. A finales de octubre de 2023, el director general de la empresa energética estatal ucraniana Naftogaz, Alexéi Chernyshov, declaró que Kiev no tiene «ni la intención ni la iniciativa» de prorrogar el contrato.
La semana pasada, Bloomberg informóque Catar había suspendido la entrega de buques cisterna de gas natural licuado (GNL) a través del mar Rojo después de que los ataques aéreos liderados por Estados Unidos contra objetivos hutíes en Yemen aumentaran los riesgos en la ruta marítima.
- Pese al impulso de las autoridades comunitarias para deshacerse de la energía rusa, la UE incrementó en 2023 las importaciones de GNL ruso.
- El pasado noviembre, el periódico Financial Times puso al descubierto que la Unión Europea revende a otras regiones del mundo más de una quinta parte del GNL que importa desde Rusia.