Sequía estacional hace colapsar producción agrícola fronteriza

LD. El sector agrícola en la zona fronteriza del país registra un “estrés hídrico” en el primer trimestre de este año (enero-marzo), ante la escasez de agua, según afirma el Ministerio de Economía, a través del boletín: “Mi Frontera RD”.

Las provincias a las que hace referencia el informe son Dajabón, Monte Cristi, Santiago Rodríguez, Elías Piña, Independencia, Bahoruco, Pedernales. Las siete zonas hacen frontera con Haití.

“Relacionado al uso del agua para la productividad, el sector agrícola en la frontera se destaca como el principal consumidor”, explica el Ministerio de Economía.

Sin embargo, señala que en esa zona “se registra un estrés hídrico en un rango media-fuerte a fuerte, lo que implica una presión sobre este recurso y demanda una gestión rigurosa del agua”.

El término “estrés hídrico” se utiliza cuando la demanda del líquido es más alta que la cantidad disponible en un período determinado. También, hace referencia cuando su uso se ve restringido por su baja calidad.

“La disponibilidad de agua depende de la dinámica del ciclo hidrológico, en el cual los procesos de evaporación, precipitación, transpiración e infiltración dependen del clima, de las características del suelo, vegetación y ubicación geográfica”, explica la institución.

En la frontera, los niveles de utilización del recurso podrían superar su velocidad de renovación natural, lo que podría significar una limitante del crecimiento económico”, señala.

En el territorio fronterizo, el sector agrícola es el principal consumidor de agua, con un 80%. El consumo humano le sigue con apenas un 12%, y el ecológico 8%, de acuerdo con Economía.

Tanto el uso como la disponibilidad del líquido y las infraestructuras hidroeléctricas son determinantes para el desarrollo productivo en esos territorios.

Para mitigar esta problemática, el Gobierno implementó 25 proyectos de inversión pública.

11,000 VIVIENDAS SIN AGUA

A través de un Diagnóstico de la Brecha Estructural de Agua, se arroja un déficit de infraestructura para la captación, almacenamiento, conducción y distribución de agua suficiente y accesible para el uso doméstico y la producción agrícola.

Este diagnóstico, relacionado con el abastecimiento del agua potable, indica que la zona fronteriza concentra más de 11,000 viviendas que no reciben el servicio, siquiera en alguna llave cercana al domicilio.

Un tercio de los municipios se destacan por superar el promedio nacional de viviendas con carencia de agua segura (77%), siendo este uno de los peores porcentajes a nivel nacional (SIUBEN, 2018)”, subraya el boletín.

A esa brecha, también se suman otras, como la carencia del servicio que, según Economía, entre el 64% y 84% de los hogares prefiere almacenar el agua, debido a la discontinuidad del servicio, el abastacimiento de fuentes alternativas.

 

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