Efectos de la desertificación en Pakistán
PRENSA LATINA. La desertificación resulta un grave problema ambiental en Pakistán y una seria amenaza a la agricultura, el abasto de agua y medios de vida de sus habitantes, aseguró una alta funcionaria paquistaní.
Más del 68 por ciento de la superficie terrestre de Pakistán está clasificada como árida o semiárida, lo que hace al país vulnerable en ese aspecto, señaló Romina Khurshid, coordinadora del primer ministro Shehbaz Sharif para el Cambio Climático, a propósito de celebrarse hoy el Día Mundial de la Desertificación cuyo tema este año es Restauración, Tierra, Clima. Pese a ese desafío, señaló, el gobierno mantiene su compromiso de aunar todos los esfuerzos para contrarrestar el avance de ese problema ambiental mediante la restauración de tierras y ecosistemas degradados, la mejora de la resiliencia climática y el logro de objetivos de desarrollo sostenible.
A través de políticas específicas, inversiones en investigación y tecnología y el fomento de la cooperación internacional, Pakistán emprende alternativas para revertir la degradación de la tierra, dijo Khurshid.
Destacó que Pakistán es signatario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (Unccd) y trabaja de manera estrecha con socios internacionales con proyectos e iniciativas para mejorar su capacidad de enfrentamiento a esta situación.
Entre los factores de la creciente desertificación y la degradación de la tierra en su país la funcionaria mencionó el aumento sin precedentes de las temperaturas, el cambio o la disminución de los patrones de lluvia, las sequías recurrentes, la pérdida de vegetación y coberturas arbóreas.
También subrayó entre las causas la agricultura y las prácticas de riego insostenibles, el pastoreo excesivo, la descontrolada urbanización, la ganadería y la minería, y las emisiones de carbono provenientes de los sectores industrial, de transporte y de energía impulsados por combustibles fósiles.
Khurshid agregó que los crecientes niveles de desertificación en los últimos años provocaron la pérdida del suelo fértil, la erosión y la escasez de agua.
Además, la disminución de medios de vida basados en la agricultura, la pérdida de hábitat, la degradación de los ecosistemas naturales, el aumento de la pobreza rural, del hambre, la desnutrición y la migración del campo a la ciudad, dijo.
Enfatizó en que el Día Mundial de la Desertificación debe servir como un claro recordatorio de los crecientes desafíos ambientales que enfrenta el planeta y resaltó la necesidad urgente de esfuerzos globales concertados para luchar contra ese problema ambiental.
De igual modo, abordó iniciativas del gobierno nacional relacionadas con la agricultura inteligente, entre otras, dirigidas a la promoción de prácticas de gestión sostenible de la tierra, el aumento de la cubierta arbórea, la conservación de recursos naturales y en función de las aguas subterráneas.