El gobierno de Bolivia toma medidas para enfrentar el contrabando de alimentos
La terminología «contrabando a la inversa» se refiere a la fuga en masiva de alimentos producidos en el país hacia naciones vecinas en los últimos meses.
El Gobierno del presidente de Bolivia, Luis Arce, tomó varias medidas para afrontar el fenómeno de la fuga de alimentos hacia naciones vecinas, propiciando desabastecimiento en el país, así como el alza general en los precios.
La terminología «contrabando a la inversa» se refiere a la fuga masiva de alimentos producidos en el país hacia naciones vecinas en los últimos meses.
El ministro boliviano de Planificación, Sergio Cusicanqui, expresó al respecto que “los precios dentro de Bolivia de los productos como el tomate, la cebolla, la papa, el azúcar, son menores a los precios de estos mismos productos en otros países. Por ejemplo, vemos que en Bolivia el kilo de tomate cuesta ocho bolivianos, pero en la Argentina cuesta alrededor de 20. La cebolla de 6,60 y en Argentina cuesta 13,1 y en el Paraguay 12,9 bolivianos el kilo”.
Asimismo, la fuga de alimentos se ve agravada por la inflación internacional, que eleva los precios de los productos importados; por lo que se tomó la decisión de disminuir o anular los aranceles para la importación de varios productos, incluyendo artículos de aseo personal, hasta fin de año.
“Para amortiguar los efectos de lo que nosotros llamamos la inflación importada se ha declarado gravamen arancelario cero hasta el 31 de diciembre para el trigo y harina de trigo, para materias primas para medicamentos, para agroquímicos también, pero también para el maíz, para maquinaria agrícola y también para las plantas industriales para la producción de biodiesel”, añadió Cusicanqui.
De igual forma, se elaboran listas de alimentos producidos en el país que no pueden exportarse sin autorización previa mientras se reducen los costos de importación.
“Hoy por hoy necesitamos controlar, por ejemplo, el traslado de alimentos como el arroz, carne de pollo, aceite, azúcar, carne de res, cerdo, huevo, papa, verduras y el ganado en pie, entre otros productos”, declaró Néstor Huanca, ministro de Desarrollo Productivo.
El presidente Luis Arce ordenó la militarización de las fronteras esta semana con el fin de prevenir la fuga de alimentos, para evitar la escasez y el aumento de precios dentro del país.
Con respecto a la fuga de alimentos, el mandatario explicó que “gracias a nuestra producción de alimentos muchos países vecinos están aprovechando, están viviendo de ese costo de producción bajo porque nosotros tenemos el diesel subvencionado; por lo tanto, la producción, el costo de nuestra producción agropecuaria está subvencionada y esa producción subvencionada es la que se la están llevando más para venderlo más caro allá afuera”.
En la frontera con Perú, se plantearon medidas de control como el cavado de zanjas para inutilizar las vías ilegales, lo cual ya se está realizando en la frontera con el país vecino.
El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Velásquez, confirmó: “hemos instalado una maquinaria para que puedan hacer zanjas, para que puedan bloquear, neutralizar esos caminos clandestinos”.
Mil efectivos militares se trasladaron para fortalecer las fronteras. Al fenómeno del “contrabando a la inversa” se añade el cambio climático, ahora manifestado en sequía, la falta de dólares para mantener las importaciones y el crecimiento general de precios a escala global, lo que incrementa la inflación interna a 5.5 por ciento, superando casi dos puntos la proyección para todo el año.
TELESUR