A nueve meses de gestión municipal en SDE, los problemas persisten y se agravan
Santo Domingo Este es el municipio de la provincia Santo Domingo con mayor desarrollo económico y social, así como el de mayor crecimiento demográfico, por lo que debe contar con una estrategia de planeación urbana sostenida y acorde a la situación actual.
Son muchos y variados los males que, desde su creación como provincia y la división geográfica en tres grandes zonas, deben ser solucionados, pero todo a su debido tiempo.
Lo cierto es que los desafíos que enfrenta el nuevo gobierno municipal, que hizo una campaña de interacción con los munícipes, estos todavía esperan respuesta a su situación.
Todo no se resume en recoger las basuras y desechos sólidos, y, aunque en este aspecto, es mucho lo que se ha hecho, hay que reconocerlo, todavía persisten las quejas de que no se hace de acuerdo a un cronograma establecido de antemano, a pesar del anuncio de que esto se iba a realizar tres veces a la semana.
En entrevista cara a cara con el alcalde Dío Astacio, hecha a base de papel, lapicero y memoria –no permite celulares ni grabadoras en su despacho–, transcurre el diálogo entre Panorama y el reverendo. ¡Qué difícil!
Saneamiento ambiental urgente y prioritario: una bomba a punto de estallar
El crecimiento anárquico y caótico en todos los sentidos experimentado en las dos décadas pasadas, ha convertido a este gran conglomerado humano en uno de los principales focos de contaminación ambiental en todos los sentidos.
Industrias de todo tipo creadas bajo parámetros inseguros, cuyas emisiones nocivas se esparcen como la arena del desierto, conviven en un menjunje peligroso de emisiones de combustibles, humo producto del tránsito vehicular, ruido, obstáculos visuales, se traducen, simplemente, en los elementos más nocivos para una población que sobrepasa el millón y algo de habitantes en zonas detectadas como vulnerables y muy vulnerables, deteriorando la calidad de vida a todos los niveles.
Santo Domingo Este (SDE) es el municipio que registra la mayor superficie territorial, es a la vez, el que cuenta con la mayor cantidad de población en la provincia de Santo Domingo, según el diagnóstico realizado por la ONG Ciudad Alternativa, del 7 de marzo de 2018.
La necesidad de crear políticas municipales dirigidas específicamente a enfrentar la polución ambiental en todos los sentidos, ha sido, es, y seguirá siendo un tema recurrente en todas las administraciones a partir de su creación como municipio.
Todo el éxito se refleja en el nivel de recogida de basura, pero existen otros problemas mucho más graves, como es el deterioro de la salud de sus moradores por efecto de la contaminación atmosférica, olfativa, visual y auditiva, por solo mencionar algunos factores que deterioran la calidad de vida de los moradores de este gran municipio.
Tres circunscripciones, 21 sectores y 313 barrios, ensanches y urbanizaciones, conforman el vasto territorio municipal, que debe haber aumentado en población y construcciones, ya que el último levantamiento realizado fue en 2018, como lo registra el propio ayuntamiento, es decir, no se ha llevado a cabo ninguna iniciativa para determinar la realidad circundante al día de hoy… Todavía. Y el alcalde se muestra receptivo al admitir la problemática.
A pesar de que existe un Manual de Organización y Funciones ASDE y un Plan Normativo, Santo Domingo Este y sus autoridades, las anteriores y las actuales, al parecer no tienen muy claro la forma y manera de implementarlo, ya que el desorden en cuanto a la construcción de nuevos residenciales, (barrios consolidados), según la normativa y la explotación de terrenos con alta vulnerabilidad (barrios perimetrales), persisten, porque poco se hace al respecto.
Este crecimiento sin control ni supervisión, plantea serias disyuntivas a las autoridades municipales, ya que según expresa el Manual de Organización y Funciones en la página 3, la misión de la Alcaldía es: “impulsar el desarrollo integral y la calidad de vida en el Municipio, garantizando la satisfacción de las necesidades básicas de la población mediante la administración racional y austera en el manejo de los recursos públicos y la gobernabilidad democrática en Santo Domingo Este”.
Asimismo, la visión es “ser el municipio modelo y reconocido por la eficacia en el logro de mayores y mejores condiciones de vida de la población y la efectividad en la promoción de nuevas formas de convivencia ciudadana a través de la cohesión social, la identidad cultural y el sentimiento y orgullo de pertenencia de los pobladores a su municipio”. Muy bonito, pero falta decisión para cumplir con estos mandatos.
Esto incluye una reformulación de las políticas a seguir, ya que la expansión a todos los niveles de Santo Domingo Este, específicamente en los denominados barrios perimetrales, que se encuentran, por su ubicación y hacinamiento en situación de extremo peligro ante catástrofes naturales y humanas, son los ubicados a todo lo largo de la cuenca media del río Ozama, que recibe a diario descargas de desechos sólidos, industriales y en donde confluyen numerosas cañadas repletas de contaminantes.
Si a eso le sumamos el peligro de crecida del río en época de lluvias y de ciclones, ciertamente, falta mucho por hacer en este renglón a las autoridades municipales. En este tema, también el edil reconoció la situación.
Los munícipes opinan
José Manuel Vásquez, propietario del “Comedor Don José”, localizado en la avenida Iberoamericana, justo frente a la parte posterior de los farallones del Parque del Este, en el sector La Isabelita, Circunscripción 1, se muestra conforme con el sistema de recogida de desechos y basuras, “están trabajando y muy bien, hasta el momento”, dice.
Pero se queja de que los registros (imbornales) están tapados, lo que provoca que, “cuando llueve, toda el agua corre hacia abajo y nos inundamos, además de que la falta de supervisión en cuanto a poda y limpieza de la parte de arriba del Parque del Este, provoca todo tipo de plagas, desde cucarachas y ahora hay una plaga de ratones”.
Lo de la plaga de ratones es una preocupación, Basilio Acevedo y María Medina, residentes del ensanche La Isabelita III, hacen un llamado a las autoridades edilicias, para que inicien un plan para poner fin a “la plaga de ratones e insectos perjudiciales, y para evitar las inundaciones. Cuando llueve, no se puede salir a ningún lado, quedamos presos”.
En cuanto a esta multiplicidad de factores, el reverendo Astacio indica que lo de las plagas se debe a la colocación de los desechos sólidos a cielo abierto, razón por la que se decidió a colocar los contenedores de todo tamaño y colores para enfrentar la situación, pero al parecer, los munícipes continúan haciendo lo mismo de siempre.
Mercado de Los Mina, nauseabundo, pero se cobran los impuestos puntualmente
La bofetada al olfato golpea desde que se accede, por cualquiera de sus entradas a este lugar, en medio de callejones llenos de todo tipo de desechos, los inquilinos de puestos, mesas, esquinas y rincones, se quejan de la falta de auxilio del ASDE en cuanto a limpieza y desinfección se refiere.
Aunque, eso sí, resaltan la labor de vigilancia de la Policía Municipal, por lo que se sienten confiados, pero, siempre aparece el pelo en el sancocho, esta seguridad municipal, no puede hacer frente a la constante embestida de motoristas, que, para evitar tapones, entran a estos estrechos callejones llenos de lodo y suciedad y se llevan todo por delante, poniendo, consecuentemente en riesgo las vidas de quienes van a adquirir productos. Y eso lo vivió quien escribe, en un puesto de vegetales, durante un recorrido sabatino que realizó Panorama, no me lo contaron.
Muchos de los que tienen puestos en el mercado, se los pagan a los originales adquirientes, debiendo pagar, además, los arbitrios correspondientes. ¿No se puede hacer nada para solucionar este problema?
“Y ahora anuncian que van a aumentar los impuestos”, la queja es de Rosa Morillo, quien tiene una botánica, en la que vende miel de abejas y todo de brebajes y ungüentos para la buena y la mala suerte, y también vende habichuelas verdes, desgranadas y en su vaina, quien lleva 21 años en el mismo lugar del mercado y comenzó pagando 10 pesos de arbitrio por derecho al puesto y ahora debe pagar 300 pesos al mes, sin protesta y sin chistar. Sobre este tema no se habló.

Recuperación de espacios peatonales y vías de acceso
Para el peatón común corriente, ese que anda a pie y a merced de cualquier percance, la situación de ocupación de aceras, contenes y parte de las vías públicas, transitar se convierte en una odisea, y no en sentido figurado, sino literal. En medio de un tránsito infernal, que no respeta señales y mucho menos semáforos, saltar de un lado a otro, para esquivar los obstáculos de cientos de negocios que han instalado sus mercancías en plena acera, es para terminar con un infarto.
Bocinazos que te frenan de golpe y pueden provocar un accidente fatal, motoristas que circulan por el poco espacio que queda para caminar, es una tarea de superhéroes. Un salto, un brinco, un susto, quedar pegado entre dos motocicletas en ¡plena acera! son de las pocas vicisitudes que pasa el peatón a diario, y ni qué decir de los improperios que se reciben en este “brinca la tablita” que debe sufrir el ciudadano de a pie. El reverendo también reconoció la situación y espera resolverla. ¿Cuándo? No sabemos.
Básico y fundamental: desarrollo del drenaje pluvial en SDE
Aguas residuales inundando cualquier rincón y esquina de este municipio, en las tres circunscripciones, especialmente en las más pobladas y apretujadas que bordean a los residenciales y urbanizaciones “de lujo”, forman parte del crucigrama a resolver de parte del gobierno local –Alcaldía de Santo Domingo Este—es otro problema que viene de lejos, muy lejos, cuando a finales del siglo XIX, comenzó la ocupación de terrenos sin orden ni concierto en este lugar.
Hoy se ha convertido en un dolor de cabeza para los moradores, a excepción de unos cuantos nuevos proyectos habitacionales, construidos hacia la parte más oriental del municipio. La Ciudad Juan Bosch.
El estancamiento de las aguas y la lenta evaporación de estas, provocan focos de enfermedades intestinales, respiratorias, dérmicas y esa es otra responsabilidad de las autoridades edilicias, ni qué hablar de los focos epidémicos de dengue, malaria y otras tantas afecciones que debilitan el organismo.
Sobre esta problemática, el alcalde de SDE comparte la responsabilidad con las autoridades de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, cuando expresa, que esta entidad hace caso omiso al llamado de las autoridades edilicias, por lo que se ven imposibilitados para actuar de manera eficiente. De nuevo da la razón a Panorama.
El 26 de abril de 2024, dos días después de la toma de posesión de las autoridades municipales, el Concejo de Regidores emitió la Resolución 06-2024, para declarar en estado de urgencia al municipio. Todo se ha circunscrito a la recogida más o menos eficiente de la basura y desechos sólidos, muy loable acción, pero que forma parte de las obligaciones oficiales.
En este sentido, explica que a su llegada al gobierno municipal encontró “cerca de 121 mil toneladas de basura y desechos desperdigados por doquier”, de ahí que el Concejo de Regidores emitiera la resolución mencionada, por lo que se recurrió “de inmediato a hacer una licitación, que terminó en una subasta inversa, pero los contenedores, a esta fecha, diciembre 2024, todavía no han llegado”. Estamos hablando del mes de abril del año que transcurre.
Ante esta imposibilidad, el Ayuntamiento de Santo Domingo Este, decidió recurrir al Sistema de Alianza Público Privada “para solicitar donaciones de contenedores para paliar un poco la situación”, manifiesta.
Y la empresa COPIDEGA respondió con la donación de cien contenedores por un valor de 25 millones de pesos, asumiendo, de paso, el pago total de los impuestos a la Dirección General de Impuestos Internos, según lo dicho por el reverendo Astacio.
En ese lapso, se consiguió iniciar la recogida urgente de basura y la colocación de contenedores de distinta capacidad, según el sector y la población circundante, aunque, es de reconocer que la inconsciencia de los munícipes, pone todo “patas arriba”, por lo que es necesario y urgente una planificación estricta en cuanto al depósito y recogida formal, durante los días planificados.
Sobre este tema tan importante y peliagudo, justo es decir que de parte del ASDE, se hace hasta lo imposible por cumplir, pero, siempre aparece un pelito en el sancocho que molesta, los cambios de ruta no permiten la solución definitiva al problema.
Un ejemplo fehaciente es lo sucedido la semana anterior a Nochebuena, específicamente el jueves 19 de diciembre, pasó el camión recolector, los empleados vociferaban: “la basura, saquen la basura”, todo el mundo acudió a colocar las fundas fuera de las casas, casi perdiendo el aliento.
Al requerirle a los recolectores del ASDE, por qué no se cumplía lo programado, esta fue la respuesta: “nosotros quisiéramos hacerlo, pero el encargado de transporte nos cambia la ruta. Somos empleados y sobrevivimos con el sueldito, gracias a ustedes, que nos aportan algo extra, podemos hacer la Navidad”.
Entonces, si las autoridades edilicias tienen un plan formulado para la solución de la problemática, ¿por qué un subalterno es el que decide cuándo y dónde hacer la recolección de basura? A eso, nadie tiene respuesta.
Quizá se puede colegir en que “del 10 por ciento del Presupuesto Nacional asignado al gobierno municipal de Santo Domingo Este, solo el 2% es erogado”. La afirmación es del jefe del gobierno municipal.
Las entidades del gobierno central obligadas por ley a ser parte de las soluciones, no mueven un dedo, o tal vez se le agarrotan.
¿Qué sucede al final? Que todos señalan al ayuntamiento, y el ayuntamiento se queja de la falta de ayuda económica y asistencial, por el parto de los nueve meses no llega a término de manera exitosa. Quizá esa fue la razón, al final de la entrevista, el alcalde Dío Astacio, dio la razón a los cuestionamientos de Panorama. Nada más qué decir.