Acuerdo de EE. UU. y China para acelerar lucha climática
ED. Gaslgow, Reino .Unido.-China y Estados Unidos difundieron ayer por sorpresa una declaración conjunta en la que se comprometen a acelerar las medidas para combatir el cambio climático en la década de 2020, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 2 grados e idealmente a 1,5 grados este siglo.
El anuncio se produce a dos días de que el viernes terminen las negociaciones de la cumbre del clima de la ONU COP26 en Glasgow, donde se busca desarrollar el Acuerdo de París de 2015, y después de que a principios de semana ambos países intercambiaran acusaciones sobre sus respectivas posiciones ante la crisis climática.
La declaración de ambas potencias reconoce que hay una “brecha entre los esfuerzos actuales y los objetivos” del Acuerdo de París de evitar que las temperaturas a final de siglo suban más de 2 ºC e intentar limitar el alza a 1,5 ºC, agregó.
En el texto, reconocen “la urgencia y gravedad de la crisis climática” y se comprometen “de manera individual, conjunta y con otros países durante esta década decisiva, de acuerdo con las diferentes circunstancias nacionales”, a trabajar para evitar los “efectos catastróficos” de la crisis.
Esto contempla “la aceleración de la transición verde y baja en carbono y la innovación tecnológica climática” hacia “una economía global de cero emisiones netas” y, para ello, seguirán dialogando tanto en la COP26 “como más allá” sobre “acciones concretas”.
Con ese fin, cooperarán “en marcos regulatorios y estándares ambientales” para 2030 y en desarrollar “políticas para fomentar la descarbonización y la electrificación”, así como a potenciar “la economía circular”, el “diseño ecológico y la utilización de recursos renovables”, además del despliegue de tecnologías de captura y almacenamiento de CO2. Para reducir las emisiones de CO2, China, primer emisor de dióxido de carbono, y Estados Unidos, el segundo, manifiestan su intención de cooperar en políticas para integrar “una alta proporción de energía renovable”.
Se refieren a la energía solar, el almacenamiento y “otras soluciones de energía limpia”, así como “estándares de eficiencia energética”, y señalan que Estados Unidos mantendrá su objetivo de “alcanzar una electricidad 100 % libre de carbono para 2035”, mientras que China hará “todo lo posible” para reducir “gradualmente el consumo de carbón”. Pekín y Washington se refieren también al “importante papel que desempeñan las emisiones de metano en el aumento de las temperaturas” y se proponen reducirlas en la presente década.
Promesas climáticas
Estados Unidos anunció durante la cumbre climática de Glasgow su intención de reducir sus emisiones de metano al menos un 30 % para 2030 y China se compromete ahora a desarrollar un plan de “integral y ambicioso” para “lograr un efecto significativo en el control y la reducción de las emisiones de metano en la década de 2020”.
Washington y Pekín reconocen también que “eliminar la deforestación ilegal global contribuiría significativamente al esfuerzo por alcanzar los objetivos de París”.
Por ello, destacan su intención de colaborar “para apoyar la eliminación” de esa práctica “mediante la aplicación efectiva de sus respectivas leyes sobre la prohibición de las importaciones ilegales”.
Por último, apoyan “un resultado ambicioso, equilibrado e inclusivo sobre mitigación, adaptación y apoyo” en la COP26 que envíe “una clara señal” a las partes firmantes del Acuerdo de París.
Posición de la ONU
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo ayer que el pacto entre China y Estados Unidos para aumentar en esta década las medidas contra el cambio climático “es un paso en la dirección adecuada”. “Aplaudo el acuerdo de hoy (ayer) entre China y Estados Unidos para trabajar juntos a fin de tomar medidas climáticas más ambiciosas esta década”, escribió en su cuenta de Twitter.
Debate sobe el carbón
—1— Combustible
Gobiernos de varios países del mundo están sopesando poner fin al uso del carbón como combustible.
—2— Destino
El futuro del carbón como combustible es también un tema políticamente delicado en Estados Unidos.