Celebran en Panamá creación de comarca indígena
‘El pueblo Naso está de fiesta. Estamos muy agradecidos con todas esas personas que lucharon, que trabajaron arduamente. Quiero agradecer públicamente a los reyes que me antecedieron, lucharon por su seguridad territorial y hoy, como hijo, yo sigo en la lucha’, expresó el rey naso Reynaldo Santana.
La desaprobación ejecutiva se basó entonces en reclamos de grupos ecologistas y autoridades de las áreas protegidas con el objetivo de preservar la zona donde durante siglos vivieron generaciones de estos indígenas en palenques, para refugiarse de las constantes batallas con otras tribus y los colonizadores españoles, aseguraron historiadores.
Un recurso de apelación a la Corte Suprema de Justicia otorgó la razón a los nasos, quienes desde la etapa precolombina cuidaron el área de la depredación provocada por la tala indiscriminada, la caza furtiva y la minería ilegal, además de venerar y preservar al Teribe y otros sitios considerados santuarios de la etnia.
‘Hoy es un día especial para nuestros pueblos originarios, he llegado a Naso Tjër-Di a traerles buenas noticias. Gracias, rey Santana y toda la gente buena del Teribe por este gran recibimiento’, precisó Cortizo tras rubricar el texto legal.
La delimitación oficial de la Comarca, segregada del distrito de Changuinola en la provincia de Bocas del Toro, la ubica al borde de la frontera con Costa Rica, en el extremo noroeste de Panamá, con una extensión total de 160 mil 616 hectáreas, en su mayoría bosques.
‘Las tierras ubicadas dentro del territorio Naso Tjer Di, son propiedad colectiva del pueblo Naso Tjer Di; quienes la administrarán, poseerán sus derechos de manera perpetua y usufructuará, con el fin de lograr su bienestar económico social, cultural y político de acuerdo a lo establecido en el artículo 127 de la Constitución Política de la República de Panamá’, sentenció la Ley.
El código reconoce la organización administrativa del pueblo originario y a su Rey como máxima autoridad, y al mismo tiempo dictaminó que el uso, tenencia y distribución de las tierras, se realizarán de acuerdo a sus costumbres y tradiciones y se reglamentará en su Carta Orgánica.
De la misma forma estableció el respeto por lengua, identidad y las políticas sociales, filosóficas, espirituales y económicas, además de sus sitios sagrados, objetos arqueológicos y los demás bienes del patrimonio del pueblo naso.