China y Cuba celebran 65 años de relaciones con nuevos acuerdos y una hermandad estratégica
China y Cuba celebraron en Beijing el 65 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, en un acto encabezado por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y el vicepresidente chino Han Zheng, el jueves 4 de septiembre.
Ambos destacaron la solidez de los vínculos bilaterales, forjados desde los tiempos de Fidel Castro y Mao Zedong y reafirmados hoy por los consensos alcanzados entre las nuevas generaciones de dirigentes.
En la ceremonia, realizada en la sede de la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero, Díaz-Canel expresó gratitud por el apoyo constante de China a la isla, especialmente frente al bloqueo económico de Estados Unidos. Durante el acto, el presidente cubano impuso la Medalla de la Amistad a Yang Wanming, presidente de la Asociación, en reconocimiento a su papel en el fortalecimiento de los lazos entre ambos pueblos.
El vicepresidente Han Zheng resaltó la participación de Díaz-Canel en los festejos por el 80 aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la agresión japonesa, subrayando la importancia histórica de la cooperación entre ambas naciones. Recordó que la reunión con el presidente Xi Jinping sirvió para consolidar consensos y elevar la relación a lo que calificó como una “amistad de hierro”.
En su intervención, Díaz-Canel señaló que las relaciones entre Cuba y China han resistido desafíos históricos y se han expresado en proyectos de beneficio mutuo y cooperación internacional. Reafirmó que los vínculos actuales tienen un significado adicional al coincidir con un momento de consolidación estratégica en medio de crecientes tensiones globales.
El mandatario cubano destacó la presencia activa del empresariado chino en sectores clave para el desarrollo económico de la isla, desde la energía hasta la biotecnología y la infraestructura. Afirmó que estos proyectos contribuyen a la prosperidad del pueblo cubano y refuerzan la integración con un socio dispuesto a compartir experiencias y conocimientos.
Tras los actos oficiales en Beijing, Díaz-Canel viajó a Shenzhen, donde visitó el Parque Temático Splendid China, escenario que guarda un símbolo de la relación bilateral desde que Fidel Castro plantara un árbol en 1995. Allí también recorrió la Sala de Exposiciones de la Reforma y la Apertura, expresión del modelo económico que transformó a China en una potencia mundial.
En Guangdong, el presidente cubano sostuvo encuentros con autoridades provinciales y visitó parques tecnológicos, con el propósito de identificar áreas de cooperación en innovación y digitalización. Xi Jinping reiteró durante la reunión en Beijing que China continuará apoyando a Cuba en su desarrollo económico y social y respaldará firmemente su resistencia frente al bloqueo estadounidense.
Ambos mandatarios firmaron una declaración conjunta que busca acelerar la construcción de una comunidad de destino compartido entre China y Cuba. Además, se anunciaron 11 acuerdos de cooperación en áreas como seguridad global, agricultura, inteligencia artificial y la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
En un encuentro con empresarios en Shenzhen, el Presidente cubano destacó que Cuba prioriza áreas como la producción de alimentos, la energía y la ciberseguridad. Señaló también que, pese a las restricciones externas, el país ofrece un marco estable para el desarrollo de inversiones y cooperación.
Los empresarios chinos manifestaron su interés en expandir su presencia en la isla, lo que abre nuevas perspectivas de intercambio en beneficio de ambos pueblos. Díaz-Canel concluyó que la relación bilateral es un ejemplo de cooperación Sur-Sur y de defensa de la soberanía frente a las presiones externas.
El programa cultural que acompañó la conmemoración incluyó la inauguración de una exposición fotográfica sobre los hitos de la relación bilateral y presentaciones artísticas de niños chinos y cubanos, como muestra de la cercanía entre ambos pueblos. Con esta visita, Cuba y China reafirmaron que sus lazos históricos se proyectan hacia el futuro como una alianza estratégica indestructible.
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