Clamor en Brasil contra el racismo tras el asesinato de un joven refugiado congoleño en Río de Janeiro
RT. Miles de manifestantes han salido a la calle en las principales ciudades de Brasil para denunciar la violencia racista en el país, después de que un refugiado congoleño fuera asesinado el pasado 24 de enero en Barra da Tijuca, un barrio de Río de Janeiro conocido por sus condominios de lujo y centros comerciales.
El asesinato del joven, que llegó al país latinoamericano hace 13 años y trabajaba en un bar de playa, ha desatado una oleada de indignación en las redes sociales, donde se multiplican las condenas del crimen bajo el ‘hashtag’ #JustiçaPorMoise (justicia para Moïse).
En Rio de Janerio, miles de personas se congregaron en el bar donde Moïse Mugenyi Kabagambe, de 24 años, fue golpeado hasta la muerte
Provistos de carteles con el rostro del joven, los manifestantes marcharon pacíficamente contra el racismo y la xenofobia, mientras un grupo de inmigrantes congoleños bailó y entonó canciones durante la protesta, a la que se sumaron familiares de Kabagambe, miembros de la comunidad congoleña, líderes religiosos, parlamentarios negros y representantes de movimientos políticos, colectivos y organizaciones sociales.
El alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, anunció este sábado que el lugar donde se cometió el crimen se consagrará a la memoria de Kabagambe y a la cultura congoleña. Asimismo, dijo que ofrecerá a su familia la administración del bar donde trabajaba el joven
Los activistas vienen denunciando de forma reiterada «la normalización de las muertes de personas negras«, muchas de ellas a manos de policías. Al grito de «¡Fuera Bolsonaro!», algunos manifestantes mostraron su rechazo al presidente del país, conocido por hacer comentarios prejuiciosos sobre negros e indígenas.
Según el activista Wesley Teixeira, de la Coalición Negra por los Derechos, Brasil «empuja» a los refugiados a la vulnerabilidad, por lo que reclama a las autoridades más inversión en políticas públicas destinadas a combatir el racismo y la xenofobia, en especial contra los inmigrantes negros.
«El asesinato de Moïse es un asunto diplomático, y lo que estamos viendo es una indiferencia masiva, porque es otro cuerpo negro muerto en el suelo», se lamentoTeixeira en una entrevista con el medio Brasil do Fato.
Los actos de protesta se extendieron por todo el país. En Sao Paulo, los manifestantes se concentraron en la avenida paulista, mientras que en Brasilia, la capital, lo hicieron frente al Palacio de Itamaraty, en la Explanada de los Ministerios. Otras marchas recorrieron Recife, Belo Horizonte y Porto Alegre, entre otras ciudades. Asimismo, se registraron manifestaciones en Londres, Berlín y Nueva York.
Moïse Mugenyi Kabagambe fue atacado salvajemente el 24 de enero cuando acudió al bar de la playa donde trabajaba para cobrar dos días de trabajo, equivalentes a 200 reales (unos 37 dólares). Según la Policía de Homicidios de la Capital, tres presuntos agresores fueron detenidos el pasado martes, 3 de febrero.