Clínicas privadas enfrentan difícil situación financiera, piden ajuste de 30 % en tarifas
Las bajas tarifas pagadas de parte de la Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), la inflación acumulada junto al aumento de la factura eléctrica, los salarios , costos operativos y de servicios han llevado a las clínicas privadas a una difícil situación financiera que ha provocado el cierre de 26 establecimientos médicos en los últimos años.
El panorama fue descrito por directivos de Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (Andeclip) encabezados por su presidente Rafael Mena, el vicepresidente para la Región Norte, Marino Pérez, el vicepresidente en la Región Este, Miguel Russo y el secretario Fausto Hernández, quienes fueron los invitados del Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
De acuerdo a Rafael Mena las clínicas acumulan una inflación del 109 por ciento, desde que entró en vigencia la Ley 87-01 sobre la Seguridad Social. Mientras que sólo han recibido aumentos entre 35 a 40 %, por lo que exigen un aumento del 30% en las tarifas que pagan las ARS, ya que el 96 % de los pacientes que reciben son asegurados.
“Las clínicas han estado en déficit económico y esto ha llevado a la quiebra a muchas instituciones”, expresó Mena, tras advertir que ni se producen cambios en la ley “el capital financiero se quedará con todas las instituciones médicas en el país”.
Dijo que que 50 por ciento de la población dominicana recibe servicios de salud en centros médicos privados y sin embargo no están representados en el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS).
Actualmente 138 clínicas están operando de manera activa con alrededor de 30,000 médicos y enfermeras empleados.
Sin ajustes importantes
Pérez esbozó que sólo han aumentado en dos ocasiones y en renglones puntuales como imágenes, sin contemplar laboratorios, sala de cirugías, materiales gastables. “La inflación reconocida no ha sido en el renglón completo de la atención en salud”, dijo.
En cuánto a la pregunta de que por qué continúan con estos negocios con esas dificultades, Pérez dijo que habría que preguntarse que hubiera pasado con la pandemia del Covid-19, cuando el 85% d de los pacientes en cuidados intensivos estuvieron en el sector privado. “Nosotros también tenemos de responsabilidad de atención del paciente”.
Destacó además que hoy en día deben prestar nuevos servicios y mayor calidad porque la gente así lo exige, lo que es difícil con precios congelados.
Puso de ejemplo que equipos como un tomografo o un resonador conllevan gastos por mantenimiento mensual entre 5,000 a 9,000, respectivamente, además que tienen una corta vida útil.
Por su parte, Miguel Russo explicó los gastos que pueden incurrir en el tratamiento de un paciente por medicamentos y alimentación, a riesgo de que meses después la ARS alegue que aplicaron incorrectamente un procedimiento y así no cubrir los costos, dejando a la clínica con esa carga.
Puso de ejemplo que con el aumento de precios de los alimentos, 50 pacientes pueden implicar un millón de pesos en alimentación o que uno con una neumonía simple puede implicar hasta un gasto diario global de 20,000 pesos y al final llegar a medio millón.
“A las ARS le pagan todos los meses a los proveedores que somos los que préstamos los servicios nos pagan en tres meses”, criticó, tras demandar que se eliminen las distorsiones del sistema.
Luces y sombras
Hernández explicó que aunque la Ley 87-01 vino a significar un aporte sustancial al sistema de salud, tiene muchas sombras que hacen necesario su modificación. Como positivo destacó la atención universal y en emergencia sin costo, logrando el acceso a centros privados de mucha gente humilde. En lo negativo es que el sistema nació sin recursos, por lo que se creó un plan básico en lugar de cobertura total, y los pacientes tienen que disponer de recursos adicionales para completar su tratamiento.
Dijo que muchos pacientes no pueden cubrir las diferencias y las clínicas tienen que asumir esos gastos, los cuales hace tres años un estudio reveló que ascendían a 300 millones asumidos por estos establecimientos.
Se quejó que mientras los hoteles y otros establecimientos, como hoteles, pueden aumentar sus tarifas en función del aumento de sus costos operativos, las clínicas son las únicas que no pueden ajustar sus precios sin ser autorizadas oficialmente.
Reforma ley
Actualmente en el Congreso cursa un proyecto de reforma la Ley de Seguridad Social. Uno de los planteamientos de Andecplip es que que la indexación sea aplicada cada año, conforme a la inflación que indica el Banco Central.
Al respecto, Mena dijo que han tratado de que las clínicas sean escuchadas, pero lamentó que los legisladores obedecen a su mandatos políticos.
“Queremos que se oiga nuestra posición para nosotros colaborar para que la mayoría de los dominicanos reciban las atenciones necesarias para hacer el sistema lo más confiable posible”, expresó Mena durante el encuentro.
H.