Construcción con permisos irregulares amenaza el Cinturón Verde de Santo Domingo

En medio de crecientes tensiones por la preservación de las áreas verdes en Santo Domingo, como lo evidencian los recientes debates sobre el terreno del Jardín Botánico y la avenida República de Colombia, nuevos proyectos inmobiliarios han puesto el foco sobre el Cinturón Verde.

Por ejemplo, la constructora Danny Santos Compres, propiedad del viceministro de Vivienda, Danny Israel Santos Compres, está desarrollando dos proyectos residenciales en una franja protegida del Cinturón Verde de Santo Domingo, amparada en permisos y certificaciones que presentan irregularidades.

Documentos oficiales analizados por Acento señalan que las autorizaciones para los complejos habitacionales Balcones de la Riviera y Balcones del Cerro violan la Ordenanza Municipal 2-2023 del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN).

Además se sustentan en evaluaciones ambientales con inconsistencias técnicas y datos ambiguos que ignoran el daño a la vegetación y a fuentes de agua como el Arroyo Manzano.

La Ordenanza Municipal No. 2/2023, emitida por el ADN, vigente desde el 4 de agosto de 2023, prohíbe la construcción de edificaciones multifamiliares -edificio de apartamentos , comerciales, dotacionales o institucionales en los sectores y subsectores de vocación residencial, como son Cuesta Brava, Urbanización Arroyo Manzano, Cuesta Hermosa II, Cuesta Hermosa III, Puerta de Hierro, Buena Vista y La Meseta.

Todas estas colindan con la franja de protección ambiental, el Cinturón Verde. En estos espacios solo se permite viviendas unifamiliares en hilera o conjuntos de hasta dos niveles y una densidad máxima de 80 habitaciones por hectárea.

Sin embargo, Balcones de la Riviera y Balcones del Cerro se ubican dentro de esta área regulada por la ordenanza.

Para Balcones de la Riviera se proyecta la construcción de 144 apartamentos, distribuidos en 18 edificios de cuatro niveles, mientras que Balcones del Cerroprevé 168 apartamentos en 21 edificios de igual altura, configurando construcciones multifamiliares que exceden la densidad y el uso de suelo permitidos por la Ordenanza Municipal No. 2/2023. Ambos 

Pese a esta restricción impuesta por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, este emitió las “no objeciones provisionales”de uso de suelo para Balcones del Cerro el 13 de octubre de 2023 y para Balcones de la Riviera el 22 de diciembre de 2023, ambas posteriores a la entrada en vigor de la normativa.

De esta manera, el ADN autorizó un uso de suelo expresamente prohibido por la ordenanza, incurriendo en una presunta violación directa de la ley municipal y permitiendo el avance de proyectos que, por norma, no debieron recibir aprobación.

«Ambigüedad» de impacto ambiental

En el caso de Balcones del Cerro, con una extensión que de 43,176.90 m², requirió la elaboración de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), fechada de enero 2024, elaborada por los consultores Arismendis Gómez y Antonio Gallo-Balma, la cual presenta datos ambiguos y omisiones.

Según esta DIA, el terreno se ubica en la Planicie Costera del Caribe. Describió el terreno como principalmente cañero en los cuatro puntos cardinales, con áreas de herbazales y vegetación dispersa. Esta caracterización resulta ambigua, pues omite especificar la ubicación exacta del polígono y el tipo real de terreno, elementos clave para evaluar adecuadamente el impacto ambiental.

En cuanto a la geología, el informe indica la presencia de «grandes bancos de arena de estratificación masiva con afloramientos que exceden los 30-35 metros de espesor» y una clasificación desuelo agrícola – ganadera, en una zona boscosa.

Además, omite la existencia del Arroyo Manzano, que se ve en otros mapas dentro del documento.

Vista de la zona el 11 de diciembre de 2024. Balcones del Cerro (Izquierda) Balcones de la Rivera (Derecha) – Google Earth.

Proyectos (cuadros rojos), arroyo Manzano omitido (línea roja). Vista del 7 de marzo de 2025. – Google Earth.

 

A estas se añaden otras irregularidadespresentadas por la Asociación de Vecinos de Cuesta Brava, la cual denunció «el impacto grave al tránsito por la construcción de 168 apartamentos, la ausencia de especificaciones sobre la planta de tratamiento de aguas residuales y las referencias oficiales a un arroyo distinto al afectado, (el Nizao y el Manzana, respectivamente)».

Una solicitud de la Asociación de Vecinos a la Oficina de Libre Acceso a la Información reveló que no existe constancia de permiso para la tala de árboles ni del pago de la tasa correspondiente.

Además, la Asociación denunció que ni ella ni los vecinos fueron invitados a las vistas públicas obligatorias, a pesar de que residenciales como San Sebastián y Cuesta Brava son colindantes directos del proyecto.

La DIA sostiene que dos comunitarios, Rosendo Montañés y Eladio Montaño, participaron en las vistas públicas y en la sesión de preguntas y respuestas, pero en la lista de asistentes, incluida en el mismo documento, estos nombres no aparecen.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.