Corte aprueba despliegue de tropas de Donald Trump en la ciudad de Portland
Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos anuló el lunes una orden judicial que impedía el despliegue de la Guardia Nacional en Portland, lo cual representó para el Gobierno de Trump un triunfo en su propósito de incrementar la presencia militar en ciudades bajo control demócrata.
Una corte del Noveno Circuito de Apelaciones anuló la limitación establecida por la juez Karin Immergut, quien la semana anterior había ampliado por dos semanas más el impedimento de enviar tropas.
“En esta etapa preliminar, concluimos que es probable que el presidente ejerciera legítimamente su autoridad estatutaria que autoriza la federalización de la Guardia Nacional cuando el presidente no puede, con las fuerzas regulares, ejecutar las leyes de los Estados Unidos”, indicó el panel compuesto por tres magistrados, que votó dos a uno.
Trump ordenó el mes pasado que Portland fuera militarizada, argumentando que era “una zona de guerra devastada” y estaba “sitiada por los ataques de Antifa y otros terroristas nacionales”.
El 28 de septiembre pasado, el Pentágono federalizó a 200 soldados de la Guardia Nacional de Oregón, quienes están esperando para ser desplegados.
Después de la orden de Immergut, Trump utilizó 300 soldados de la Guardia Nacional de California que están bajo su mando desde junio pasado sin el consentimiento del demócrata Gavin Newsom, el gobernador estatal.
Este hecho no sucedía en EE. UU. hace 60 años; sin embargo, la jueza también prohibió que se llevara a cabo el despliegue.
El gobierno de Trump sostiene que Portland está inmersa en la violencia debido a las manifestaciones fuera de las instalaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), aunque los protestantes en esa ciudad han modificado su discurso al asistir cada vez más a las protestas disfrazados o desnudos.
El presidente estadounidense ha conseguido ya militarizar ciudades que son demócratas,como Washington y Los Ángeles.
Trump, en su lucha contra las ciudades demócratas, llegó a amenazar con la aplicación de la antigua Ley de Insurrección, instaurada en el siglo XIX y que faculta al Ejecutivo a reprimir manifestaciones y altercados, entre otras cosas.
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