Cuando el clima cambia, el hambre crece.

En los últimos años hemos oído muchas veces que el cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo. Lo que quizá no escuchamos lo suficiente es que sus consecuencias más letales ya están aquí. Y que una de ellas –una de las más invisibilizadas– es el aumento del hambre.

Sequías prolongadas que arrasan cosechas, ciclones que destruyen infraestructuras básicas, inundaciones que contaminan fuentes de agua potable… En Acción contra el Hambre trabajamos cada día en más de 50 países y vemos de primera mano cómo el clima extremo empuja a millones de personas a situaciones de inseguridad alimentaria. Familias que lo pierden todo y, en cuestión de días, se ven obligadas a elegir entre beber agua contaminada o no beber en absoluto. Entre comer hoy o alimentar mañana a sus hijos.

La emergencia climática ha dejado de ser una amenaza futura. Ya está provocando desplazamientos masivos, pérdida de medios de vida y escasez de alimentos. No es casualidad que tres de cada cuatro personas en situación de hambre extrema vivan hoy en contextos altamente expuestos al cambio climático.

Por eso hemos lanzado la campaña “Cambio climático y hambre: COMPENSA actuar”, una llamada a la acción dirigida especialmente al sector privado. Porque en un momento en que la ayuda oficial al desarrollo sufre retrocesos –como el reciente congelamiento de fondos humanitarios por parte de Estados Unidos– las alianzas con empresas no son solo deseables: son imprescindibles.

COMPENSA llevar agua limpia a comunidades arrasadas por conflictos o desastres climáticos. COMPENSA entregar semillas resilientes para que familias agricultoras puedan romper el círculo de pobreza y hambre. COMPENSA curar la desnutrición infantil en tres semanas gracias a tratamientos terapéuticos avanzados.COMPENSA ayudar a personas en riesgo de exclusión social a encontrar empleo y acceso a una alimentación digna. COMPENSA reducir la huella ecológica de la acción humanitaria mediante innovación tecnológica.

La lista es larga, pero el mensaje es simple: lo que hacemos hoy puede cambiar radicalmente el mañana de millones de personas.

Además del impacto directo, esta colaboración fortalece el compromiso de sostenibilidad de las empresas, refuerza sus valores corporativos y se alinea con los nuevos requisitos normativos, como la Directiva Europea de Información de Sostenibilidad (CSRD), que exige transparencia sobre el impacto real de la actividad empresarial.

En Acción contra el Hambre hemos activado alianzas transformadoras con empresas del sector agroalimentario, financiero o tecnológico, entre otros muchos. Juntos, estamos demostrando que el sector privado puede ser un motor de cambio en la lucha contra el hambre provocado por el clima.

Porque no hay planeta sano con personas que pasan hambre. Y porque hoy más que nunca, COMPENSA actuar.

Carmen Gayo

Directora de Comunicación y Fundraising, Acción contra el Hambre

EFE VERDE

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