Cuba denuncia que EE.UU. busca pretextos para una agresión militar contra Venezuela
El Gobierno de Cuba alzó la voz para denunciar enérgicamente una peligrosa escalada militarpor parte de Estados Unidos en el Caribe, la cual, según La Habana, pone en peligro la paz y estabilidad de toda la región.
La denuncia se produce tras la incursión ilegal de varios aviones de combate estadounidenses en la Región de Información de Vuelo de Venezuela, un acto calificado como una amenaza directa por las autoridades cubanas y venezolanas. El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, alertó que estas acciones militares socavan el estatus de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
La denuncia cubana se fundamenta en los recientes movimientos militares de Washington. El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, había reportado la detección de al menos cinco aviones de combate cerca de las costas de su país, considerándolo una provocación y un acoso militar. Esta acción se suma al despliegue confirmado por la Casa Blanca de tres buques con 4.000 soldados en aguas cercanas a Venezuela, un movimiento que intensifica las tensiones entre Washington y Caracas.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reiteró el firme e inquebrantable apoyo de Cuba al Gobierno bolivariano de Venezuela, exigiendo el cese de la agresión militar estadounidense. El mandatario compartió un comunicado de la Cancillería de la isla que describe una«extraordinaria acumulación de medios militares» en el Sur del Caribe, lo que, junto a las incursiones aéreas, la destrucción de embarcaciones civiles y el anuncio de posibles acciones terrestres, configura un escenario de máxima alerta.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba ha señalado que el más reciente y alarmante paso de Estados Unidos es la notificación de que se encuentra en un “conflicto armado no internacional” contra combatientes ilegales. Esta “insólita notificación”, afirma La Habana, busca esencialmente legitimar acciones militares de mayor envergadura, lo que podría constituir el pretexto para ejecutar una agresión directa contra la nación suramericana.
Estas acciones militares y diplomáticas estadounidenses se han desarrollado en paralelo a una guerra financiera contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Washington ofreció una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura del presidente constitucional venezolano, a quien acusa de supuestamente liderar una organización ilícita. Este entramado de presión militar y acusaciones judiciales incrementa la percepción de una amenaza inminente sobre la soberanía venezolana.
Cuba advirtió que una agresión militar directa contra Venezuela «desencadenaría un conflicto armado que tendría incalculables consecuencias» para toda la región. El Gobierno bolivariano de Venezuela, por su parte, solicitó el apoyo del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, y movilizó a sus milicianos, reforzando las fronteras ante cualquier intento de incursión. La voz de Cuba se une a otras naciones que claman por detener cualquier acción que amenace la paz continental.
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