De la sequía a las inundaciones: las lluvias llegan con fuerza a Argentina y Uruguay
SPUTNIK. La sequía que afectaba a Argentina y Uruguay se convirtió en inundaciones en algunas zonas de sus territorios, producto de intensas lluvias registradas en pocas horas. El meteorólogo argentino Matías Reinoso aclaró que el evento no estuvo relacionado con El Niño, aunque el fenómeno generará más lluvias en los próximos meses.
En Argentina, la lluvia golpeó fuerte a la provincia de Buenos Aires, en el centro-este del territorio. La ciudad de San Fernando registró un acumulado de 117 milímetros mientras La Plata, capital de la provincia, sufrió la caída de 89 milímetros de precipitación y la seria afectación de varios barrios.
La cuenca del río Santa Lucía, que abastece de agua potable a la zona metropolitana de Montevideo, registró 184 milímetros de lluvia. El fenómeno fue un alivio para el déficit hídrico que dejó a la capital uruguaya sin agua potable pero también dejó familias evacuadas producto de la saturación del drenaje de la ciudad.
El meteorólogo argentino Matías Reinoso, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Argentina, explicó a Sputnik que las fuertes precipitaciones registradas en el Río de la Plata se deben al «avance del aire frío proveniente del sur, que generó una gran inestabilidad sobre la provincia de Buenos Aires, el litoral argentino y diferentes departamentos de Uruguay».
«Hasta la llegada del sistema frontal, toda la zona se encontraba caracterizada por la presencia de aire cálido y húmedo. El gran contraste entre las dos masas de aire fue un factor determinante para el desarrollo de tormentas fuertes y lluvias intensas», detalló Reinoso.
El experto explicó además que «el desplazamiento de un anticiclón en el Atlántico» provocó una rotación del viento al sector este y un «importante ingreso de humedad desde el Océano que favoreció la persistencia de las precipitaciones».
Las inundaciones que se registraron fundamentalmente en La Plata y en zonas de Montevideo obedecieron, según el especialista, también a factores no meteorológicos como el tipo de suelo.
A pesar de que se trató de un evento puntual que no está relacionado con El Niño, Reinoso recordó que el fenómeno climático «se está desarrollando» en la región y se espera que el fenómeno se encuentre «activo» desde mediados de la primavera. En ese sentido, recordó que se trata de «un fenómeno climático que altera el régimen de precipitaciones en nuestra región» y que expondrá sus efectos «a través de los meses».
«Desde mediados de la primavera, podemos esperar un aumento gradual en la frecuencia y en la cantidad de precipitación. Algo que, con el tiempo, veremos impactado en las estadísticas», profundizó el meteorólogo.
De todas maneras, aclaró que el fenómeno de El Niño «no tiene los mismos efectos en todo el país ni en todas las estaciones del año» y que «no necesariamente implica inundaciones o eventos extremos».