Denuncian el comienzo de una desindustrialización en Alemania

RT. «La desindustrialización está comenzando», admitió el presidente ejecutivo de la compañía alemana Lanxess, Matthias Zachert, al describir la situación que vive la economía de su país por causa de los altos precios de la energía, el declive de la demanda y la burocracia excesiva.

La empresa de Zachert es parte de la industria química, un sector productivo que consume mucha energía y que, pese a sus planes de ahorro, confronta desventajas en razón de su ubicación en Alemania, por lo que ha comenzado a emigrar, se quejó el empresario en una videoconferencia.

Lanxess ha tenido que cerrar dos de sus fábricas para seguir siendo competitiva y podría verse obligada a recortar el número de empleos en las que le quedan. Entre otras medidas, la junta directiva ha decidido congelar la contratación en toda Europa, reducir sus costos en todas partes, renunciar a una cuarta parte del salario de sus integrantes, contraer significativamente las bonificaciones y postergar inversiones programadaspor valor de 50 millones de euros.

En conjunto, estas medidas deberían ahorrarle un total de 100 millones de euros este año.

A los accionistas les avisaron en junio que solo se podrán esperar este año ingresos de entre 600 y 650 millones de euros, en lugar de los 850 a 950 millones de euros previstos originalmente. «Hemos estado ‘quemando dinero’ durante algún tiempo y no esperamos que eso cambie«, dijo el empresario.

Zachert responsabilizó por esta situación a las políticas del Estado. «Esto pone en grave peligro la prosperidad alemana y la seguridad social de la gente a mediano y largo plazo», afirmó al llamar al Gobierno de Olaf Scholz a que «despierte» y adopte una política económica digna.

La demanda por parte de los grandes clientes se reduce, una circunstancia que Zachert calificó de «terrible». Los clientes también producen menos de lo que esperaban originalmente y, por lo tanto, compran menos precursores químicos. Este dato coincide con el último informe del Instituto Ifo sobre la industria química, publicado este viernes, según el cual las empresas declaran una demanda más débil. No ha habido en el sector tanto pesimismo desde la última crisis financiera.

Otros productores del sector químico viven situaciones similares, recoge el periódico Frankfurter Allgemeine. Así, el grupo Evonik, con sede en Essen, se abstendrá de contratar a nuevos empleados hasta finales de este año, además de reducir significativamente los presupuestos de viajes y los gastos de consultoría, lo cual le debe ahorrar 250 millones de euros este año. Por su parte, el fabricante de plásticos Covestro está cambiando toda su estructura de costos.

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