Desorden, taponamiento y falta de planificación colman las calles y avenidas de Santiago
Transitar en vehículo por las calles céntricas y periféricas de Santiago resulta tedioso para conductores y pasajeros debido a los extensos cuellos de botellas, que en años anteriores solo eran evidentes en el Centro Histórico de la ciudad durante las llamadas horas pico.
En la actualidad, los tapones no tienen hora, día, ni lugar específico. Largas filas de vehículos se observan desde antes de las 7:00 de la mañana hasta pasadas las 8:00 de la noche en los cuatro puntos cardinales de la ciudad.
En el Centro Histórico se vive un caos vial por cada una de sus calles construidas durante la época colonial para el desplazamiento de coches y caballos. Muy pocos de los trazados originales de esas arterias han sido ampliados.
De acuerdo con estudios, por las estrechas vías de la parte céntrica de Santiago circulan más de 300 mil vehículos de motor de residentes en la ciudad y que provienen de otras provincias de la región norte del país.
Otra problemática que enfrentan los conductores en el casco urbano es que para encontrar un lugar donde se puedan estacionar deben durar 40 y hasta 50 minutos circulando por las calles, algunas en estado deplorable, con desnivel en la capa asfáltica y grandes hoyos, significando esto el progresivo deterioro de la maquinaria y el daño de partes y piezas de los vehículos.
Otro de los lugares de más congestión vehicular en la provincia, es la zona suroeste, donde están situados los distritos municipales Hato del Yaque y La Canela, así como los sectores La Herradura, Bella Vista, La Otra Banda entre otros, con una alta concentración de residentes y con ellos vehicular.
El ambientalista y especialista en temas urbanos, Olmedo León, considera que el problema de movilidad en esa área se debe a la falta de planificación del crecimiento poblacional que ha experimentado la junta distrital Hato del Yaque en los últimos años, sin que hayan ampliado la única vía de acceso que tiene esa demarcación con el municipio cabecera de la provincia.
“Es un caos el tránsito porque no se planificó ampliar la calle donde son construidos numerosos apartamentos”, subraya.
Cita el ejemplo de la otra Ciudad Juan Bosch, hoy denominado Plan Mi Vivienda, donde fueron construidos miles de facilidades habitacionales, lo que aumentó la circulación de vehículos para el traslado de sus habitantes por la misma vía que fue construida hace décadas para un parque vehicular muy inferior al que hoy tiene la urbe.
¨Cuando se planificó ese proyecto -Plan Mi Vivienda- yo recomendé ampliar a cuatro carriles la avenida desde la universidad Isa hasta la Ciudad Juan Bosch. De igual modo, propuse hacer un cruce desde los terrenos del complejo hasta Cienfuegos, para crear una vía de desahogo, pero nada de eso se está haciendo¨, estableció Olmedo León.
Lo mismo ocurre en Gurabo, Padre Las Casas, Los Reyes, Camboya y Jacagua, en la parte norte de la provincia, donde se han construido una cantidad significativa de complejos residenciales. El caso de Gurabo, con una población estimada de 42,000 personas, de acuerdo con el X Censo Nacional de Población y Vivienda, solo cuenta con la carretera general Gregorio Luperón y la calle Los Rieles para salir y entrar a la comunidad.
Mientras que el problema del taponamiento en Camboya y Los Reyes es generado por los vehículos pesados que atraviesan estos sectores para evitar el pago del peaje en la avenida Circunvalación Norte. Los camioneros que se dirigen a los pueblos de la Línea Noroeste y Puerto Plata cruzan por la ciudad en franco desafío a la resolución que prohíbe la circulación de esos medios de transporte. La iniciativa fue emitida durante la primera gestión municipal de Abel Martínez (2016-2020) y ratificada en la actual administración de Ulises Rodríguez (2024-2028).
Intervenciones fallidas en el centro y este de la provincia
Desde el Ayuntamiento de Santiago han iniciado la implementación de algunas medidas para mejorar la movilidad en varios puntos de la ciudad.
Una de esas decisiones fue establecer el parqueo de vehículos en un lateral de la vía y convertir en doble sentido la calle Pedro Francisco Bonó, situada en el entorno del Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez. El objetivo de la medida fue agilizar el tráfico en esa calle, paralela a la avenida Las Carreras, intervenida como parte de la construcción del Monorriel. Sin embargo, los conductores no obedecen a las señales de ¨prohibido el parqueo¨, realizando lo opuesto a lo establecido por las autoridades municipales.
Otro intento por agilizar el tráfico en Santiago, es el de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) colocando sus agentes debajo de los semáforos de las intersecciones de mayor congestión vehicular.
Una de las inmediaciones intervenidas por los miembros de la Digesett es en el semáforo del tramo de la autopista Duarte que conecta con el sector El Embrujo III, al este de la provincia.
Quienes circulan por dicha intersección denuncian que los agentes de la institución del tránsito ¨contribuyen¨ al desorden.
“Eso está escrito, cuando los Digesett se colocan en un semáforo lo que hacen es empeorar el tapón. Ellos paran el tránsito desde la salida del Embrujo III y solo le dan paso a los que se desplazan por la autopista, formándose filas kilométricas en el sector¨, narra Pablo Martínez, quien frecuentemente utiliza esa vía para llevar a sus hijas a un centro educativo.
En ese punto los conductores suelen manifestar su malestar con lo que consideran una odiosa y errónea decisión.
“Estamos jartos de tapones”, “Si hay un tapón es porque ahí hay un Digesett”, son algunas de las expresiones de ciudadanos durante una visita a la zona del equipo de prensa de Panorama.
Posible solución
Una posible solución al problema vial en la entrada a la ciudad por la parte este es la creación de vías de desahogo en los puntos neurálgicos.
El empresario Carlos Iglesias propone la construcción de otra calle en dirección sur-norte, desde la autopista Duarte hasta la carretera que tiene el mismo nombre del padre de la Patria.
Considera que la eventual calle pudiera lograrse por el trazado entre el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS) y la Fortaleza Fernando Valerio para conectar con la carretera a Licey al Medio.
Iglesias, expresidente de la Cámara de Comercio y Producción de Santiago durante varios períodos, sostiene que el acceso a la ciudad por la calle Rafael Vidal y la avenida Circunvalación Norte está colapsado, por lo que entiende que urge buscar nuevas alternativas para la movilidad en la parte este.
Problemáticas en otros puntos
El embotellamiento en el tránsito vehicular se extiende a la parte oeste y zona sur, lugares donde el Gobierno dominicano construye el Monorriel, que junto al Teleférico formará el nuevo sistema de transporte integrado. Para dichos trabajos, las compañías contratistas han cerrado varios tramos en avenidas como la 27 de Febrero, Las Carreras, Salvador Estrella Sadhalá y la intersección que forman la Yapur Dumit y la Circunvalación Sur, generando un caos vial.
Comerciantes que hacen vida en el entorno de la avenida Las Carreras denunciaron en días recientes que la obra de transporte ha obligado el cierre de varios negocios localizados en las zonas intervenidas, debido a que los clientes no tienen cómo acceder a los establecimientos por los contratiempos registrados en el tránsito.
Luis Antonio Vásquez, chofer del concho de una de las rutas que cubre avenidas como la Salvador Estrella Sadhalá y Circunvalación Sur, narra parte de las dificultades y lo que conlleva en términos económicos estar metido en un tapón.
Cuenta que en ocasiones tarda entre 50 minutos y hasta una hora en realizar el recorrido que comprende desde la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa) y los alrededores del Puente Hermanos Patiño, un trayecto de varios kilómetros que se puede realizar en un promedio de cinco minutos.
Alega que con los tapones que hoy día se forman gasta tres veces más combustible que durante años anteriores.
Luis Antonio Vásquez asegura que esa situación ha llevado a que algunos de sus compañeros abandonen el oficio.
También indica que muchos pasajeros optan por caminar largas distancias o abordar mototaxis, duplicando el gasto para llegar a sus fuentes de trabajo, lugar de estudio y otros destinos.
Autoridades piden paciencia
La gobernadora provincial, Rosa Santos, ha pedido paciencia a la población en reiteradas ocasiones ante la situación.
Insiste que el caos en el tránsito será temporal hasta que concluyan los trabajos en la construcción del Monorriel que traerá progreso y orden a Santiago.
Hablan los transportistas
A juicio de Juan Marte, presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), la movilidad ha sido afectada por la construcción sin ninguna planificación del proyecto del nuevo sistema de transporte, compuesto por el Monorriel y el Teleférico.

Solicita a las autoridades la señalización de vías alternas, que la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) y el Departamento Técnico de Tránsito y Transporte del Ayuntamiento de Santiago actúen de manera coordinada en la organización del tránsito en la ciudad.
El dirigente choferil se queja de que a cuatro años de haber sido iniciados los trabajos de ambos medios de transporte masivo-Monorriel y el Teleférico-, “Santiago ha tenido un pasivo social, económico y emocional, como consecuencia de la improvisación, la desidia e indiferencia con la que han actuado las autoridades con los trabajadores del volante y el pueblo en sentido general”.
Gervasio de la Rosa, presidente de la Federación de Trabajadores del Transporte de la Región Norte (Fettranreno), también se refiere a la crisis que afecta el tránsito.
“Las veinticuatro horas del día son tapones por donde quiera, lo que ha generado una situación muy difícil para los transportistas y la ciudadanía que usa nuestro servicio para desplazarse de un lugar a otro”, señala.
El dirigente del sector hace un llamado a las autoridades centrales y municipales para que se sienten con los sindicatos de las rutas del concho para que se busquen medidas que ayuden a mejorar el tránsito vehicular.

“Debe haber una reunión para coordinar el tema que tanto está afectando a los santiagueros”, sugiere Gervasio de la Rosa.
Obras viales pendientes
La Central Nacional de Trabajadores del Transporte y la Federación de Trabajadores del Transporte de la Región Norte coinciden al plantear que la construcción del Monorriel y el Teleférico no son la solución definitiva al problema de la movilidad.
Recuerdan al presidente de la República, Luis Abinader, que la construcción de túneles, elevados y pasos a desnivel en distintos puntos de la ciudad es una tarea pendiente.
Aseguran que la realización de esas obras en tramos como el de la calle República de Argentina, así como de las avenidas Salvador Estrella Sadhalá, Yapur Dumit y otras vías, donde se forman grandes aglomeraciones de medios de transporte, sería de gran ayuda para viabilizar el tránsito.
“Aquí en Santiago hacen falta esas obras que ningún gobierno se ha interesado en hacer, aunque todos se han comprometido de palabra”, expone Gervasio de la Rosa.
De igual forma, diversos sectores han planteado la necesidad de construir dos puentes sobre el río Yaque del Norte para conectar la ciudad con sectores de la parte suroeste, a fin de lograr reducir el congestionamiento vehicular en el puente Hermanos Patiño y la avenida Presidente Antonio Guzmán Fernández.
El dirigente del sector transporte Juan Marte considera que la entrada en operaciones de los corredores para alimentar las rutas del Teleférico, ya concluida su primera etapa, y el Monorriel, previsto para iniciar sus operaciones a final del corriente año, puede contribuir a la mejora de la movilidad vehicular.
Además, sugiere que sea creado un consejo de tránsito y transporte, que sea conformado por las autoridades del Gobierno Central y local, transportistas, representantes del empresariado, Iglesia Católica y de otras organizaciones de la sociedad. La idea es que desde ese organismo se planifique el sistema de movilidad y transporte que requiere la Ciudad Corazón.
P.