Donald Trump testifica en juicio civil por fraude en Nueva York.
Donald Trump usó una retórica grandilocuente en el estrado de los testigos el lunes en el caso de fraude civil contra él y su empresa, mientras pasaba su tiempo en el estrado atacando al fiscal general de Nueva York que presentó el caso y al juez que supervisó el juicio en sí.
El testimonio de Trump imitó en ocasiones sus apariciones en la campaña electoral, donde el expresidente ha hecho de los cuatro casos penales en su contra –junto con el caso de fraude civil del fiscal general de Nueva York– una parte central de su argumento para ser elegido presidente nuevamente en 2024.
El juez Arthur Engoron, que se ha enfrentado a Trump durante todo el juicio, al principio intentó detener las críticas políticas y los discursos del expresidente, diciéndole a su abogado Chris Kise que “controlara a su cliente” y amenazando con destituir a Trump como testigo. Al final, el juez dejó de intentar controlar a Trump: él y el abogado del fiscal general que interrogaba a Trump lo dejaron despotricar y luego ignoraron en gran medida las misivas.
El caso civil de alto riesgo golpea el corazón de la marca Trump: su imperio inmobiliario. La fiscal general de Nueva York, Letitia James, está demandando a Trump por 250 millones de dólares y busca impedirle hacer negocios en el estado. Engoron ya dictaminó que Trump y sus coacusados eran responsables de fraude. La oficina del fiscal general de Nueva York dijo que darán por terminado su caso después del testimonio de Ivanka Trump el miércoles.
Estas son algunas de las conclusiones clave del día de Trump en el estrado:
La campaña de Trump llega a la sala del tribunal: la retórica del expresidente en ocasiones durante su testimonio bien podría haber sido en uno de sus mítines frente a sus seguidores. Fue tras el fiscal general. El juez. Y la “caza de brujas política” contra la que viene despotricando desde hace años. En el estrado de los testigos, la retórica cargada fue aún más notable, ya que atacó al juez sentado a su lado, con James en la sala observando su testimonio a pocos metros de distancia. “El fraude está en la corte, no en mí”, dijo Trump.
Trump recibe una respuesta enojada del juez: el juez Engoron intentó al comienzo del testimonio de Trump impedir que el expresidente pronunciara discursos y en su lugar responder las preguntas, pero hizo poco para cambiar el enfoque de Trump.
El juez respondió amenazando con retirar a Trump del estrado de los testigos, aunque eso tampoco disuadió al expresidente. “Esto no es una manifestación política”, le dijo Engoron a Trump, y le pidió al abogado de Trump, Christopher Kise, que “controle a su cliente”.
Trump reconoce el cambio en la valoración del triplex de la Trump Tower: la oficina del fiscal general presionó a Trump sobre las propiedades centrales de su identidad y marca: Mar-a-Lago, Trump Tower y otras partes clave de su imperio inmobiliario.
El abogado de la oficina del fiscal general, Kevin Wallace, también presionó a Trump sobre por qué se cambiaron las valoraciones de propiedades, como su triplex Trump Tower, que fue devaluado en su estado financiero en 2017 después de que un artículo de Forbes descubriera que había exagerado dramáticamente el tamaño del apartamento. Trump reconoció que en ocasiones hubo errores, como la valoración de los apartamentos de la Torre Trump.
Descripciones de Trump sobre sus propiedades: Las florituras retóricas del expresidente fueron más allá de atacar a quienes lo investigan. También aprovechó para hacer de vendedor y resaltar sus propiedades.
Una de sus principales quejas sobre el juez es una cita en su decisión de que Mar-a-Lago valía $18 millones, una cifra basada en registros de tasación de impuestos de Florida. “Es mucho más valioso”, dijo Trump sobre Mar-a-Lago, ” y demostraremos que en dos semanas o cinco semanas o nueve semanas o cuando esto suceda, su mayor valor es usarlo como un club”. Wallace tomó la respuesta para precisar esa valoración. “¿Cree que a día de hoy Mar-a-Lago vale 1.500 millones de dólares?” -Preguntó Wallace. “Creo que entre mil millones y mil millones cinco”, respondió Trump.
Por Dan Berman , Piper Hudspeth Blackburn, Mike Hayes y Jack Forrest , CNN
