Efectos colaterales de la presencia del FMI en Santo Domingo 2020-2024. Anatomía de una quiebra socioeconómica y política.
Por Juan Carlos Espinal. 1/3
La fragmentación de la oposición política facilita la polarización de la opinión pública nacional. Esa polarización de la opinión pública nacional conllevó a la erosión de la democracia representativa 1966-2024 que junto a los problemas socioeconómicos qué atraviesa el país la mega-crisis alcanza niveles de ideologización de los asuntos públicos.
Es en ese escenario en que los funcionarios del gobierno del presidente Abinader en reelección implantan una gran variedad de programas sociales fraudulentos suplantando la identidad de los beneficiarios, instalando un sistema de impunidad generalizado interviniendo al Ministerio Público cuando no filtrando las instituciones que como la Cámara de Cuentas tiene la misión de fiscalizar.
Entre los programas de subsidios del gobierno dominicano 2020-2024 estaba la creación de la primera red de financiación pública Supérate cuya rápida expansión clientelar sustituye el objetivo de las transferencias del SIUBEN.
Igualmente, desde la Presidencia de la República se implementó un programa fantasma de construcción de obras públicas anunciadas sin terminar e inauguradas varias veces.
El esfuerzo reformista del gobierno del presidente Abinader marcó sustancialmente el deterioro del sistema educativo estableciendo un enfoque administrativo teóricamente apocalíptico.
El Fideicomiso de la Policía Nacional, los cortes y recortes presupuestarios al Poder Judicial, las ejecuciones extra judiciales recibieron menos énfasis en la estructura de desmantelamiento de las instituciones públicas.
En principio, los esfuerzos del gobierno del presidente Abinader se centraron en invisibilizar el ejercicio administrativo de las administraciones gubernamentales 2004-2012, 2012-2019.
La estrategia de judicialización de la oposición política se concentró en los primeros 4 años de gobierno de 2020 a 2024.
Después de ese primer período, los graves problemas económicos obligaron al ministerio de Hacienda a concentrarse en disparar el déficit fiscal, aumentar el endeudamiento externo y devaluar el peso.
Hasta ahora, los programas de salud pública parecen limitados con un impacto negativo en las emergencias públicas, baja cobertura de la seguridad social y una gran cantidad de hospitales públicos eventualmente fuera de servicios.
Las políticas de asfixia económica implementadas por el Banco Central surtieron efectos contra producentes entre la población. El dólar se cotiza al 61×1, las altas tasas de interés dispararon los intereses de los préstamos hipotecarios y el retiro de efectivo del mercado, para evitar el calentamiento de la economía fondomonetarista, hizo estragos entre los hogares nacionales.
La inversión pública más baja en 42 años ralentizo el crecimiento económico, obstaculizando el desarrollo del sector comercial, disparando los materiales y agregados de construcción, creando fuertes restricciones en el sector.
Con el fin de comprender el modelo de gestión económico debemos advertir al lector que no hubo un sector que como el turismo creciera a expensas de registrar a los turistas de paso como visitantes permanentes.
Una nueva modalidad de maquillar las cifras de su crecimiento.
Es necesario entrar a considerar la sociedad Dominicana pos Covid19 más allá del marco restringido de la opinión pública del consenso de la democracia representativa 1966-2024.
La necesidad de comprender la dimensión regresiva de la economía fondomonetarista abrió nuevas perspectivas de investigación, particularmente aquellas que tienen que ver con la naturaleza de la deuda del Banco Central.
Aunque un análisis de esta envergadura requiere mayor información disponible para hacerla posible, y especialmente la expansión del deterioro de los servicios públicos llevó inevitablemente al estudio forense de las inversiones en obras públicas, es sorprendente que a menudo funcionarios públicos se presenten tan ambivalentes y hasta negativos a la hora de explicar los detalles.
Parece que en estas, como en otras áreas del gobierno dominicano 2020-2024, algunos ministerios como el de Economía actuaron no solamente como agentes del fondo monetario internacional sino además como representantes de corrientes políticas domésticas del gobierno de los Estados Unidos.
Mientras la mayoría de la población dominicana se desvinculo del sistema de partidos políticos de la democracia representativa 1966-2024, los cambios socioeconómios iban creando movimientos sociales partidarios de enfoques que giraban hacia la consolidación de una amplia base social de rechazo.
Como resultado del confinamiento en pandemia, los esfuerzos para recuperar la economía pos Covid19 fracasaron creando mayores presiones sobre las ya creadas por el endeudamiento.
En el marco del Derecho Público Internacional, el país exhibe serias restricciones para aplicar su soberanía aún cuando sigue recibiendo ciertas concesiones del Departamento de Estado de Estados Unidos y varias nuevas propuestas de adhesión económica.
Los propios funcionarios públicos revelan las razones para que desapareciera la estabilidad democrática buscando disfrazar la mega crisis de gobernabilidad mostrando cifras irrelevantes de satisfacción.
Desafortunadamente, los ministerios de Obras Públicas, Medio Ambiente, Hacienda y Educación no han sido de mucha ayuda al gobierno central ni a la sociedad Dominicana en su conjunto.
En el año 2025 se cuestiona la permanente justificación mediática de las metas que ellos mismos se habían propuesto.
Los consumidores políticamente conscientes, aún aquellos situados en los niveles de privilegios existentes y aquellos que en gobiernos anteriores de habían mantenido activamente opuestos al modelo económico, generalmente aceptan la decepción como mecanismo de desarraigo político.
Primero, porque carecen de información suficiente que les permitiese estar conscientes. Segundo, porque la opinión pública refleja la posición de los propietarios de los medios de comunicación corporativos. Y tercero, porque la sociedad civil organizada, los medios de comunicación corporativos, las empresas afiliadas al Consenso reeleccionista estaban profundamente dividida.
Entre los sectores de clases medias, quienes continúan viviendo la época con las ante ojeras qué le impuso la élite, los precios de los artículos de primera necesidad se han disparado reduciendo su calidad de vida.
La República Dominicana descendió también en la escena internacional y sobre todo después de la declinación del ministerio de relaciones exteriores a respetar la Constitución.