El Banco Mundial alerta: la recesión mundial parece inevitable por la escalada de los precios de los alimentos y la energía
ND. Los precios de los alimentos, la energía y los fertilizantes se han disparado desde que Rusia invadió Ucrania.
Según el presidente del Banco Mundial, David Malpass, la subida de las materias primas podría provocar un crecimiento negativo del PIB.
La invasión rusa de Ucrania ha provocado que los precios de las materias primas suban hasta tal punto que una recesión puede ser ahora inevitable, según el presidente del Banco Mundial.
«Si miramos el PIB mundial… es difícil ahora mismo ver cómo evitar una recesión», ha dicho David Malpass a la Cámara de Comercio de Estados Unidos, según informa Reuters.
«La idea de que los precios de la energía puedan duplicar es suficiente para desencadenar una recesión por sí sola».
Malpass apunta hacia el impacto negativo de la subida de los precios de los alimentos, la energía y los fertilizantes, en particular. Los precios del crudo han subido un 20%, hasta 111 dólares el barril, desde que Rusia atacó Ucrania a finales de febrero.
La carne picada, el aceite de girasol y el trigo han subido de precio, y los analistas prevén un período prolongado de inflación alimentaria. Por su parte, el índice de precios de los fertilizantes de Green Markets North America —que mide los costes de la urea, la potasa y el fosfato diamónico— ha subido un 14% desde que comenzó el asalto de Rusia a Ucrania.
Las subidas de los precios de las materias primas pueden provocar una recesión porque contribuyen a aumentar la inflación, que ha alcanzado el 8,3% en Estados Unidos y se encuentra en máximos históricos que no se veían desde hace varias décadas en muchos países, incluyendo Reino Unido o España. Los bancos centrales tienden a subir los tipos de interés para frenar la inflación, lo que afecta al crecimiento económico.
Malpass subraya que los países en desarrollo son los más propensos a entrar en recesión por el aumento de los precios de los alimentos, la energía y los fertilizantes.
«Es un panorama muy difícil y desafiante para las economías avanzadas, pero aún peor para los países en desarrollo», explica.
El Banco Mundial recortó en abril su previsión de crecimiento mundial para 2022 del 4,1% al 3,2%, citando el impacto de la invasión de Rusia en el producto interior bruto.
«Los países están sometidos a graves tensiones financieras«, dijo entonces Malpass. «El 60% de los países de bajos ingresos ya están en dificultades de endeudamiento o corren un alto riesgo de estarlo».