El bosque comestible biodiverso «más grande del mundo» echa raíces en Ecuador
DL. Más de 30,000 hectáreas articuladas, cientos de especies de flora y fauna, y un mundo de sabores y saberes se conjugan en «el bosque comestible biodiverso (BCB) más grande del mundo», un modelo de desarrollo sostenible y comunitario en Ecuador, que involucra a diversos actores para fortalecer el tejido social, ambiental y la conservación.
Al momento, el proyecto «ha logrado articular 33,000 hectáreas de conservación, a través de la adquisición de tierras por la Fundación Bocavaldivia y por la adhesión de reservas ya existentes», así como con la participación de empresas, gobiernos locales, organismos internacionales y la comunidad, entre otros, dice a EFE Rodrigo Pacheco, creador del proyecto, que busca trascender fronteras.
«Vamos por más», anota al señalar que hay un bosque de un millón de hectáreas que une a Ecuador y Perú, que podría sumarse al proyecto que -por el momento- está enclavado en la provincia de Manabí, en la costa central de Ecuador, y al que Pacheco se refiere como el «bosque comestible biodiverso más grande del mundo».
El BCB «es una solución local a problemas globales», pues la planta es «la mejor tecnología existente para los humanos, no sólo para capturar carbono, (sino también para) preservar los recursos de agua, albergar vida silvestre, generar alimentos, techo, medicina, materiales, belleza y oportunidades económicas».
Espectáculo de vida silvestre
Con diez años en el proyecto, Pacheco ha encontrado en el BCB más de 150 tipos de aves y ha visto -entre otros- osos hormigueros, monos aulladores, ballenas jorobadas, delfines y tortugas marinas, pues el bosque «también incluye la parte oceánica».