El espejo de Lucrecia y la campaña antihaitiana.
Por Manuel Salazar.
LUCRECIA. Fue asesinada en Aravaca, Madrid, España, el 13 de noviembre, de 1992.
Un grupo de neofacistas, partidarios del régimen dictatorial del Generalísimo Francisco Franco; cargados de odio racial y xenofobia, penetraron con violencia en horas de la noche en la casa donde vivía Lucrecia, y la asesinaron a balazos.
En días previos, dominicanos y dominicanas migrantes en la ciudad de Madrid, España, habían sido sometidos a acosos, insultos y agresiones físicas.
El crímen se veía venir, y las autoridades nada hicieron para evitarlo.
Los dominicanos protestamos ese crimen. Rechazamos el odio racial contra los migrantes dominicanos, que tuvo un punto álgido en el crimen contra Lucrecia.
Hoy, Lucrecia es un espejo en el que podemos ver las consecuencias terribles del acoso y odio contra migrantes haitianos, que llevan a cabo una pandilla que se hace llamar Antigua Orden Dominicana, que exhibe símbolos del Generalísimo Trujillo, y es orientada por reconocidos partidarios de la dictadura trujillista.