El informe sobre la investigación contra Trump expone la corrupción del «Estado profundo» de EEUU
SPUTNIK. El informe del fiscal especial John Durham ayudó a exponer la corrupción del FBI, lo que reducirá la capacidad de la comunidad de inteligencia para interferir en la política estadounidense en el futuro, dijo un exfuncionario de la CIA, Larry Johnson, también incorporado a la Oficina de Lucha contra el Terrorismo del Departamento de Estado.
El muy esperado informe del fiscal especial John Durham sobre los orígenes de la investigación del FBI sobre los presuntos vínculos de la campaña de Donald Trump de 2016 con Rusia se publicó el lunes.
Durham concluyó que el Buró Federal de Investigaciones (cuyas siglas en inglés generan el FBI) no tenía pruebas fácticas para abrir una investigación sobre Trump. La investigación duró desde el 31 de julio de 2016, cuando el empresario era el candidato presidencial del Partido Republicano, hasta el 17 de mayo de 2017, luego de que asumió el cargo.
«El FBI es totalmente corrupto», dijo Johnson a Sputnik. «Es una organización totalmente politizada. Realmente se ha desacreditado por completo. Este informe confirma que los altos funcionarios del FBIno eran más que mentirosos y estaban involucrados en un golpe de Estado para tratar de derrocar a un presidente elegido democráticamente».
«Trump representó una amenaza para las políticas del Estado Profundo que querían expandir la OTAN —Organización del Tratado del Atlántico Norte— para provocar conflictos en todo el mundo. Y básicamente destruir a Rusia era uno de los objetivos. Y como Trump era visto como alguien que no iba a estar de acuerdo con esos objetivos, ellos tenía que destruirlo, o tratar de destruirlo», consideró.
Según Johnson, el FBI y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla inglesa) no podrán en 2024 participar en el tipo de actos corruptos que hicieron en 2020 y 2016; al menos no en el mismo grado.
El informe recién publicado expone que «todo lo que dijeron que Donald Trump estaba haciendo con respecto a Rusia fue una fabricación total y absoluta», subrayó el veterano de la CIA.
«La credibilidad [del FBI y la CIA] ahora ciertamente ha sido cuestionada», continuó Johnson. “Solo el hecho de que ya no se puede confiar en ellos, que la CIA resultó tan dañada por la admisión de que las 51 personas que firmaron esa carta afirmando que la computadora portátil de Hunter Biden era desinformación rusa, que se lo estaban inventando, que estaban mintiendo, por lo que ninguna de estas personas tiene la credibilidad ahora que les permitirá ser tomados en serio en el futuro».
La investigación de años resultó en la condena de un solo agente del FBI, Kevin Clinesmith, quien admitió haber manipulado un correo electrónico para afirmar que el entonces colaborador de Trump Carter Page nunca había sido un activo de la CIA, a pesar de la evidencia de lo contrario.
Sin embargo, es poco probable que James Comey, Andrew McCabe, Peter Strzok, Lisa Page y una gran cantidad de personal del FBI presuntamente responsable de violaciones de las reglas de la oficina y la persecución política a Trump y sus colaboradores sean llevados ante la justicia, según el veterano de la CIA.
La forma de entender esto, su motivo para hacer esto en 2016, era que esperaban que Hillary Clinton fuera la presidenta», dijo Johnson. «Y sintieron que si intentaban investigarla y enjuiciarla, ella los castigaría. Por lo tanto, abandonaron esa investigación y luego fabricaron la advertencia contra Donald Trump para distraer, para quitar toda la atención del público de acusaciones sustantivas contra Hillary Clinton«, asegura.
Y añade: «Creo que ciertamente hay motivos para una demanda civil por parte de Donald Trump y otros que fueron perjudicados por estas mentiras. Desafortunadamente, no parece que el Departamento de Justicia emprenderá ningún proceso judicial por estas mentiras. Dicho esto, creo que esta exposición completa de su corrupción hace que sea más difícil para ellos estar tan activos en las elecciones del 2024».
Qué dice el informe
El informe Durham, compuesto por 306 páginas, asegura que los indicios con los que contaba el FBI no justificaban la apertura de una investigación sobre una presunta colusión de la campaña del entonces candidato Donald Trump con Rusia.
Durham acusa además al buró de actuar con parcialidad y sin «rigor analítico», añadiendo que tanto la organización de inteligencia doméstica como el Departamento de Justicia de los EEUU «no cumplieron su importante misión de estricta fidelidad a la ley».
El fiscal especial afirma en su informe que el FBI abrió la investigación basándose en «inteligencia cruda, no analizada y no corroborada», y con una rapidez que no es la habitual.
«Parece muy probable que, como mínimo, el sesgo de confirmación desempeñara un papel importante en la aceptación por parte del FBI de acusaciones extraordinariamente graves derivadas de información no corroborada que no había sido sometida al análisis exigente típico empleado por el FBI y otros miembros de la comunidad de Inteligencia», concluye Durham.