El mejor homenaje a Juan Bosch.
Francisco Suazo Rosario
“El mejor homenaje a Juan Pablo Duarte es ayudar a completar su obra. El mejor homenaje a Juan Bosch, es no traicionar sus enseñanzas”.
Dedicado al cuerpo de delegados y suplentes del Recinto Club Plaza Independencia.
El mejor homenaje que en la Fuerza del Pueblo se le puede rendir a Juan Bosch, es recuperar su pensamiento, y el de sus discípulos, traducirlos y llevarlos, a través de la práctica, enérgica y valientemente, al corazón y al seno del pueblo.
Consolidar la organización, salirle al frente a las desviaciones, denunciar el oportunismo, integrar la organización, como organización innovadora, de vanguardia, progresista capaz de interpretar el sentimiento del pueblo dominicana y conducirlo, y convertir a cada uno de sus dirigentes nosotros en verdaderos Boschistas; de lo contrario la Fuerza del Pueblo no tendría razón de ser y pasaría a ser uno más de los tantos partidos del espectro político partidario dominicano, convirtiéndola no en una organización e instrumento político para las próximas generaciones, sino en una sigla más del sistema, lo que se convertiría en un verdadero error y horror, para aquellos que el 20 de octubre de 2019, decidieron firmemente colocarse del lado correcto de la historia.
La Fuerza del Pueblo, debe aspirar a convertirse sin duda alguna, de todas las organizaciones políticas existentes a lo largo de la historia política de República Dominicana, en un partido capaz de expresar a plenitud los intereses cardinales del nuestro pueblo dominicano, una organización que sea capaz de conducir y producir las transformaciones pendientes, reducir las grandes deudas sociales, alcanzar mayores niveles en la calidad de la educación, garantizar el acceso de la población a los servicios públicos de calidad y llevar a República Dominicana a mayores estadio de desarrollo, construir un estado de bienestar dentro de la filosofía del Estado Social Democrático de Derecho.
La Fuerza del Pueblo –FP- tienes que ser un partido progresista, diferente de cualquier otro partido que haya cumplido su ciclo histórico, que no se parezca en nada a los viejos y partidos del sistema de partido en República Dominicana, como decía Tomás Borge: “un partido que no esté domesticado, ni por el miedo, ni por el oportunismo, ni por el sectarismo, ni por el elitismo, ni por la ambición personal de nadie. Un partido que a la vez tenga una táctica flexible, que sea capaz de ser intransigente frente a la injusticia y la explotación y ser intolerante con el oportunismo y otras desviaciones en las que suelen caer algunas organizaciones (…)”.
La sociedad dominicana de hoy (2024), es una sociedad totalmente diferente a la de hace 30 años, 40 años, 50 años, es una sociedad diferente a la que vivió el liderazgo de Juan Bosch, e inclusive diferente a la que conoció el liderazgo de Leonel Fernández en sus inicios (1996). Estamos pues compelido a hacer una reflexión, que al parecer pocos quieren hacer. Hay preguntas que se tienen que responder:
1. ¿Estamos observando la evolución de la sociedad dominicana de la forma adecuada?
2. ¿Entendemos realmente a la sociedad dominicana?
3. ¿Estamos en capacidad real de interpretar en mensaje electoral de la sociedad
dominicana (el real mensaje de las urnas), sabemos algo de Él?
4. ¿Realmente puede la Fuerza del Pueblo –FP-, convertirse en una alternativa diferente a lo que fue en el viejo partido (PLD) y diferente a las demás organizaciones que
conforman el sistema de partido en República Dominicana?
5. ¿Cómo nos ve el pueblo como a nuestra organización y cómo ve el pueblo
dominicano a los partidos políticos actualmente? ¿Es bueno o mala la percepción del
pueblo? ¿Se puede mejorar esa percepción?
6. ¿Cuál debe ser el enfoque de la FP, como organización política para la construcción
y aporte a un futuro más promisorio para la República Dominicana?
7. ¿Fuerza del Pueblo –FP- debe decidir si quiere ser una continuación del PLD que abandono o un nuevo paradigma en la arena política dominicana?
8. ¿Si deciden ser una una continuación del PLD entonces para que la fractura?
9. ¿Qué tan efectiva es la estrategia de comunicación de la FP con el pueblo llano?
10. ¿Es correcta la estrategia de qué vez que alguien (malo o bueno)?
11. ¿No sería bueno que existieran parámetros para acoger a quienes quieran ingresar
procedente desde otro litoral (depuración) y no acoger a cualquiera como santo?
12. ¿Realmente FP, piensa que el pueblo se cree el cuento de que, por el mero hecho de pertenecer a FP, se borra el pasado de quien ingreso?
13. ¿Es la política de alianza de FP correcta? (Estamos dispuesto a aliarnos al diablo si fuera necesario para conseguir unos votos).
14. ¿Piensa la FP, en lo que espera y quiere el pueblo como resultado de una alianza?
15. ¿Puede FP, superar el desafío de conseguir que la población le dé un voto de confianza, cuando hablamos de soluciones futuras para una sociedad presente que no
entiende como queremos hacer lo que no hicimos?
16. ¿No estará el deseo de llegar al gobierno, matando la capacidad y potencial que
realmente tiene FP y su liderazgo de transformar la sociedad dominicana?
17. ¿Está el liderazgo de la Fuerza del Pueblo dispuesto a asumir de reto de recuperar el
pensamiento Bochista y redimensionarlo?
Aunque no hay espacio para responder esas preguntas en estas cuartillas, la Fuerza del Pueblo está en la obligación de responder a todas estas interrogantes. Y debe hacerlo desde la recuperación del pensamiento Boschista, si, de ese Bosch que tanto mencionamos, pero que poco están dispuesto a emular. Si queremos que el pueblo nos entienda, primero hay que entender al pueblo. Eso fue lo que hizo Juan Bosch.
Bosch, abandono un partido lleno de vicios (PRD) y se consagro a crear un nuevo partido (PLD), pero lo hizo dejando fuera a los viciosos. Emular a Juan Bosch, en la Fuerza del Pueblo, significa iniciar un proceso de depuración de la militancia de la organización porque los viciosos cuando llegan a la nueva organización, no cambian, y la FP, debe darse cuenta que ahí hay un problema. Emular a Bosch, significa emular su gesta, su legado.
Cuando Bosch fundó el Partido de la Liberación Dominicana, “estuvo perfectamente consciente de que se ubicaba en la tradición y agenda liberadora inconclusa, legada por los trinitarios (Duarte) y los normalistas (Hostos): la de liberación política, económica y social del pueblo dominicano; tanto frente a la opresión extranjera como a la interna1”.
Para lograr sus objetivos Bosch, creó una escuela política para desde la pedagogía política transformar mentes, aptitudes, crear dirigentes capaces de entender al pueblo y luego
transformar al pueblo, esta escuela hizo sus aportes, esa escuela es necesario refundarla, hay que conseguir alumnos dispuestos a transformarse, a entender a la sociedad dominicana, para poder seguir avanzando en el proceso de transformación de la sociedad dominicana.
Bosch es un gigante en el que encontramos como constante de su lucha “el ideal de la libertad y desarrollo humano pleno e individual y colectivo por medio de la formación de la conciencia del pueblo2”. En él convergen y se sintetizan como en ningún otro dominicano, “los ideales de aquella generación de –maestros normalistas (…) que se dieron a la tarea de completar, a través de la educación, lo que Duarte, Sánchez, Mella y Luperón habían iniciados con las armas: la liberación y forja de la personalidad individual y colectiva del pueblo dominicano. En Bosch convergen y sintetizan el espíritu combatiente de Eugenio Dechamps, la capacidad para la organización política de Peña y Reinoso, la diplomacia de Francisco Henríquez y Carvajal; la intelectualidad refinada y la pasión por la historia de su hermano Federico Henríquez; la sensibilidad poética de Salome Ureña, y las dotes del filósofo, del educador y, sobre todo, de la persona de conciencia de Eugenio María de Hostos3”. ¡Un verdadero gigante!!!
En la Fuerza del Pueblo, es necesario montarse en los hombres de ese gigante que es Bosch para poder mirar hacia adelante y entonces retomando el pensamiento Boschista, que es un pensamiento liberador, crear en su accionar las condiciones para la sociedad no que quieren sus dirigentes, sino aquella que demanda la Republica Dominicana. Esa sociedad donde cada individuo tenga una oportunidad de prosperar.
La Fuerza del Pueblo está llamado a ser un partido diferente, que sea capaz de identificar las conductas desviada y abortarla, sacarla de cuajo como hacía Bosch, hay que optimizar el tiempo formando a las nuevas generaciones de dirigentes políticos, porque cambiar a alguien llenos de vicios y maldades se requiere de invertir un tiempo en el que quizá no se obtenga retribución, porque decía el propio Bosch citando al poeta español Ramón de Campoamor: “que el árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza, pues se hace naturaleza el vicio con que ha crecido”.
Hay que sembrar las semillas de una nueva forma de entender la política. Esa nueva forma debe ser lo suficientemente transparente para atraer a los mejores hombres y mujeres de nuestro pueblo, y serán estos los que dedicaran años a seguir creando, organizando y desarrollando un partido capaz de seguir enfrentando la larga y dura lucha que le espera a sus partidarios, son ellos los que le hablarán al pueblo de esta nueva sociedad, trayendo ilusiones a viejos, no tan viejos y a jóvenes, principalmente a estos últimos, en quienes se busca formar una nueva y mejor generación política, liberada de los vicios de la corrupción y la pretensión de enriquecimiento fácil, una generación que pueda transformar la sociedad dominicana en esa que soñaron lo padres fundadores y a la consecución de la cual dedico Bosch todo su esfuerzo en energía, la sociedad dominicana que todos queremos, pero sobre todo en las que todos cabemos.
Nuevos tiempos requieren de visión renovada y de adaptación, el pensamiento Boschista es emancipador y atemporal, en él está la clave para el partido que deben construir los pueblistas, atrapado en el dilema de las características organizativa que debe tener la organización, Bosch da la clave en su texto: “El Partido: Concepción, organización y desarrollo”.
A diferencia del líder de la Fuerza del Pueblo, que piensa que los tiempos actuales requieren de partidos de masas con vocación de poder, creemos que los tiempos actuales requieren de organizaciones de mixtas, es decir una conjunción entre partido de cuadros y partido de masas. Los cuadros deben tener la calidad política que hace falta para dirigir al pueblo (las masas) hacia la concesión de las victorias electorales, y esa calidad de dirigente “(…) no la tiene todo el mundo ni aquí ni en ninguna parte; la tiene siempre una minoría de hombres y mujeres que traen a la vida condiciones para dirigir y voluntad de servir al pueblo u después mejoran esas condiciones mediante el estudio y la práctica diaria4”. Esta característica mixta le dará a la organización “una gran autoridad moral sobre el pueblo5”.
Se necesita de una organización política que represente la vanguardia del pueblo, de la mejor parte de la sociedad dominicana, capaz de expresar a plenitud los intereses del pueblo, y para ellos en esa organización cual que sea, los dirigentes deben tener calidad política, deben ser progresistas (revolucionarios) y deben tener autoridad moral, que base su actuación en el pensamiento Boschista, que sean capaces de las orientaciones de la alta dirección política, que sus dirigentes sean visibles cercanos a la gente.
La fuerza del pueblo debe ser capaz de aglutinar de manera voluntaria en sus filas, hombres y mujeres sencillos y modestos, seres comunes y corrientes, obreros y campesinos, intelectuales que se distingan nada más por su espíritu de sacrificio, por su abnegación y por su entrega total a los intereses del pueblo; un partido que tenga militantes que no se consideren por encima de los demás, que no se dejen arrastrar por la vanidad, sino que sepan ser humildes frente a los humildes, aunque también sepan ser dignos frente a los poderosos.
Naturalmente que nosotros comprendemos que, para crear una organización de esta naturaleza, hay que pasar por una etapa de maduración política y orgánica; que no basta desear la existencia de un partido de una gran calidad, sino que hay que trabajar todos los días para formar ese partido
Por ahora no se vislumbra nada de eso en la Fuerza del Pueblo, donde personas sin talento apreciable de valor, quieren decirles a los militantes lo que tienen que hacer, hay un problema serio que el liderazgo de la organización debe enfrentar y eso solo se logra mediante el respeto a los métodos de trabajos. Para crear una organización de esta naturaleza, hay que pasar por una etapa de maduración política y orgánica; no basta desear la existencia de un partido de una gran calidad, sino que hay que trabajar todos los días para formar ese partido.
Aunque estas cuartillas fueron escritas una semana antes del proceso del 19/05/2024, aprovechamos e insertamos una reflexión de un joven miembro de la FP, del Municipio de Villa Tapia, José Rosario García, lo que deja ver bien claro el futuro de la FP: “Futuro: «Este no es un partido para las próximas elecciones, sino para las futuras generaciones”. Esta frase del Dr. Fernández es una de las más motivadoras para mí, ya que enfatiza que no se trata simplemente de apostar al momento presente, sino de pensar aún más allá y apostar por un futuro. La Fuerza del Pueblo es joven y en cualquier próximo proceso electoral podemos convertirnos en el partido gobernante. No nos desanimemos por los resultados de este proceso electoral; aún nos esperan muchos más, y contamos con toda una nueva generación dispuesta a respaldar y apoyar siempre que se brinden las oportunidades”.
“(…) No nos desanimemos por esta derrota; asumámosla, aceptémosla, seamos autocríticos y preparemos para la siguiente batalla. Como dijo Confucio: «El hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro error mayor». Todavía nos queda mucho por luchar.
A la Dirección Política de la Fuerza del Pueblo, que ponga atención a las decisiones que revisten criterios políticos. Ya es el momento de hacer cambio, de relanzar como una fuerza huracanada el pensamiento y las ideas de Juan Bosch, hagamos realidad su sueño: “Si no puedo ver por mí mismo la liberación de este pueblo, la veré a través de mis ideas”.