En el día de la Independencia, el manatí Pepe es liberado de su GPS

DL. Las lágrimas de los cuidadores de Pepe no dejaban de correr al medio día de este 27 de febrero en el río Cumayasa, en La Romana.

Desde el pasado domingo por la mañana se hacía el primer intento de cortar el cinturón que sujetaba el cable con el rastreador y GPS que Pepe llevó por casi dos años, luego de ser rehabilitado y liberado en el proyecto “Regreso a Casa”, del Ministerio de Medio Ambiente con el Acuario Nacional y el Apoyo de Fundemar. Luego de ser liberados a la vida silvestre en junio de 2021, Fundemar dio seguimiento constante a los tres manatíes, Juana, Pepe y Lupita, en su adaptación luego de un largo cautiverio, con el apoyo económico de la Embajada de Alemania, Grupo Martí, Jumbo y otros.

Pepe fue seguido en dos embarcaciones por Fundemar y el viceministro de Costeros y Marinos, Jose Ramón Reyes, desde las 10:00 de la mañana del domingo, en un trayecto desde Caleta de La Romana hasta el río Cumayasa. Pepe fue esquivo a que se le cortara el rastreador en varias ocasiones, como se hizo con Lupita el pasado diciembre.

Ya dentro del río Cumayasa, Pepe siguió esquivando al equipo de Fundemar liderado por Rita Sellares y Rachel Plekaniec, hasta que tuvieron que suspender los intentos al caer la tarde.

El día de la independencia

Fundemar hizo un nuevo intento de cortar el GPS cambiando la estrategia: Atrapar por unos segundos a Pepe con una red, para cortar rápidamente el cinturón sujetado a su cola.

A las 9:30 de la mañana, un equipo de nueve técnicos de Fundemar, bajo la dirección de su directora Rita Sellares y la coordinación de Rachel Plekaniec, cuidadora de los tres manatíes desde su liberación, se dispuso a rastrear con el GPS y antena a Pepe para intentar un proceso de semi captura, que consistió en sujetarlo con una red sin sacarlo del agua.

Luego de rastrear parte del río, treinta minutos más tarde, Pepe se encontraba tranquilo a unos dos kilómetros río arriba en Cumayasa.

Durante cerca de dos horas, Pepe “jugó” a acercarse a la red, atraído por los técnicos en la mayor calma posible, pero ya estando casi dentro de la red, daba la vuelta y se retiraba pocos metros, parecía burlarse de ellos.

Luego de alejarse unos trescientos metros río abajo, se dispuso a descansar en aguas someras del río, mientras lentamente los técnicos lo rodeaban con la red. Parecía que Pepe había cedido. Motivado por Plekaniec, Pepe se colocó por debajo de la red y fue sujetado rápidamente, había llegado el momento.

Un par de coletazos que salpicaron todo el entorno y al sentirse atrapado hizo lo que siempre hacía desde que estaba en el acuario, se giró y quedó boca arriba. Rita gritaba que le mantuvieran la cabeza fuera del agua para evitar que se ahogara. Los próximos dos minutos parecieron una eternidad. Rache, con tijera en mano, cortaba el cinturón y lo retiraba rápidamente, segundos después mientras aflojaban a Pepe de la red y este se alejaba lentamente de ellos.

El fin de la reintroducción

Con la completa libertad de Pepe se da por terminada la reintroducción de los tres manatíes, un hito para la conservación de esta especie en República Dominicana.

A pesar de la pérdida de Juanita en agosto de 2022, el éxito de la adaptación fue del 100 %, ya que los tres animales lograron adaptarse a la vida silvestre tomando cada quién su propio camino.

Para José Ramón Reyes, viceministro de Costeros y Marinos del Ministerio de Medio Ambiente, el retiro del rastreador a Pepe es el final de una operación que se inició hace más de dos años. “Con el empeño de muchas personas que se unieron con este fin, a favor de la especie, lo logramos… lo logramos todos. Lo que más me apena es que Orlando Jorge Mera no estuviera con nosotros para ver este logro, que en un momento pensamos inalcanzable. Por otro lado, me estoy desprendiendo en lo personal, de un animal al que le tomé tanto cariño que lo sentía como mío. Gracias a todos los que pusieron corazón en todo esto, le metieron ganas. Pepe está feliz donde debe estar”, dijo el viceministro a Diario Libre.

Para la directora de Fundemar, Rita Sellares, Pepe ha sido el más difícil, tanto en el traslado, pruebas médicas, post liberación y ahora con la retirada del rastreador. “La logística con él siempre es estresante para nosotros, pero definitivamente no para él. En todo el proceso nos hemos tenido que adaptar a su ritmo, que ha sido distinto al de las hembras”, explicó la bióloga.
“En lo personal, me siento muy orgullosa de Pepe. Ya hace nueve meses que se alimenta solo, lo vemos moverse entre ríos, salir al mar y nadar con seguridad. Eso es lo que más tranquilidad me da, ver que ya no gira, se traslada con decisión con un rumbo fijo y que ya no nos necesita. Esta liberación ha sido la más fuerte emocionalmente, Pepe era el último que quedaba con rastreador… tengo una sensación de vacío al ver la app y no poder ver sus ubicaciones después de dos años de seguimiento continuo. Sin embargo, liberar a Pepe me generó una gran alegría de que lo logramos, un gran orgullo de mi equipo, cada uno extraordinario. La gente ha hecho este proyecto posible, eso ha sido amor y dedicación al 100 %, sin importar día, hora o recursos económicos. Ahora lo grito más fuerte que ¡cuando se quiere se puede!”, concluyó Sellares.

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