Estabilidad económica en últimas dos décadas hizo sostenible alto endeudamiento de República Dominicana
La Consulta del Artículo IV del FMI de 2024 para la República Dominicana destaca el sólido crecimiento económico del país y sus marcos macroeconómicos resilientes durante las últimas dos décadas, que han respaldado la estabilidad a pesar del aumento de la deuda.
Organismos internacionales, en particular el Fondo Monetario Internacional (FMI), han expresado su preocupación por el aumento de la deuda pública de la República Dominicana en 2025, si bien reconocen su resiliencia económica y sus esfuerzos para gestionar los desafíos fiscales.
“La deuda pública se refiere a las obligaciones financieras que tiene un gobierno con sus acreedores, tanto nacionales como extranjeros. Estas obligaciones pueden ser préstamos, bonos u otras formas de endeudamiento, y representan los recursos que el Estado ha obtenido y que deberá devolver en el futuro, junto con los intereses correspondientes”
La deuda pública de la República Dominicana ha seguido una trayectoria ascendente. Según el FMI, la deuda nacional ascendía a aproximadamente US$80.750 millones en 2025, con pronósticos que indican un aumento continuo, proyectando que alcance los US$97.980 millones en 2029 y los US$105.240 millones en 2030.
Esto refleja un aumento constante, con un incremento del 6,52% (US$3.750 millones) tan solo en el primer cuatrimestre de 2025, lo que eleva la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) a US$61.340 millones y la deuda pública consolidada (incluida la deuda del Banco Central) a US$77.630 millones.
En 2024, la deuda pública se reportó en US$73.260 millones, equivalente al 58,79% del PIB, inferior al 60,51% de 2023, lo que indica una ligera mejora en la relación deuda/PIB.
Sin embargo, el nivel absoluto de deuda continúa creciendo, impulsado por los déficits presupuestarios, el pago de intereses y las presiones económicas globales, como el aumento de las tasas de interés.
No obstante, el FMI señala que la consolidación fiscal es necesaria para reconstruir los márgenes de maniobra y garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo, especialmente dado el aumento de la carga de la deuda.
El FMI enfatiza la necesidad de fortalecer los marcos de política fiscal, incluyendo mejoras en la gestión financiera pública y la administración de los ingresos, para gestionar la deuda eficazmente.
También recomienda proteger las inversiones públicas prioritarias y el gasto social, a la vez que se avanza en la consolidación fiscal para reducir las vulnerabilidades.
Las proyecciones del FMI sugieren que la deuda de la República Dominicana sigue siendo sostenible, pero requiere una gestión cuidadosa para evitar riesgos, especialmente en el contexto de los desafíos económicos globales y la dependencia del financiamiento externo.
Fitch Ratings mantuvo la calificación crediticia de la República Dominicana en BB- con una perspectiva positiva para 2025, lo que refleja la confianza en el desempeño económico del país y en sus estrategias de gestión de la deuda, como la emisión de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad.
Estos bonos, alineados con los estándares internacionales, han atraído un interés significativo de los inversionistas, lo que indica la confianza del mercado en la capacidad de la República Dominicana para gestionar su deuda de forma responsable.
La deuda externa de la República Dominicana, estimada en US$41.510 millones a diciembre de 2024, constituye un componente significativo de su deuda total, siendo el 70,8% de la deuda del SPNF externa.
Organismos internacionales señalan que esta alta exposición a la deuda externa hace al país vulnerable a las fluctuaciones de las tasas de interés globales y a los riesgos cambiarios, lo que requiere estrategias prudentes de gestión de la deuda.
El gobierno dominicano ha implementado medidas para gestionar su cartera de deuda, incluyendo una recompra de bonos por US$1.009 millones en bonos externos con vencimiento en 2025, complementada con la emisión de RD$105.000 millones en bonos en moneda local (con vencimiento en 2036) y US$500 millones en bonos con vencimiento en 2031.
Estas acciones buscan reducir la exposición a la deuda en moneda extranjera y extender el vencimiento promedio de la cartera, en línea con las recomendaciones internacionales para la gestión sostenible de la deuda.
La emisión de bonos verdes, verificada por Standard & Poor’s, refleja los esfuerzos por alinearse con los estándares ambientales y sociales globales, lo que aumenta el atractivo del país para los inversionistas internacionales.
Organizaciones internacionales expresan su preocupación por el rápido aumento de la deuda desde 2022 (un incremento del 18%, de 51.850 millones de dólares estadounidenses a 77.630 millones de dólares estadounidenses a principios de 2025) y su posible impacto en la flexibilidad fiscal y la capacidad de pago de la deuda. Economistas y la sociedad civil también han advertido sobre la carga que esto representa para el presupuesto nacional.
El FMI recomienda reformas estructurales, incluyendo reformas fiscales y del sector eléctrico, para impulsar el crecimiento inclusivo y reducir las vulnerabilidades de la deuda. También recomienda mejoras continuas en los marcos regulatorios para mantener la resiliencia del sector financiero, fundamental para gestionar los riesgos relacionados con la deuda.
La dependencia de la República Dominicana del financiamiento externo y la vulnerabilidad a las condiciones económicas mundiales, como el aumento de las tasas de interés, se destacan como riesgos que requieren un seguimiento cuidadoso y ajustes de políticas.
Organizaciones internacionales como el FMI consideran que la situación de la deuda de la República Dominicana en 2025 es manejable, pero requiere una supervisión rigurosa debido a su rápido aumento y exposición a riesgos externos.
El sólido crecimiento económico del país, la resiliencia de su sector financiero y las estrategias proactivas de gestión de la deuda (por ejemplo, la recompra de bonos y la emisión de bonos verdes) son factores positivos.
Sin embargo, las recomendaciones se centran en la consolidación fiscal, las reformas estructurales y la reducción de la dependencia de la deuda externa para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. La perspectiva positiva de agencias de calificación como Fitch refleja un optimismo cauteloso, pero la trayectoria ascendente de la deuda sigue siendo motivo de preocupación.
CPRD.