«Estados Unidos usa cada vez más su moneda para librar batallas geopolíticas»

SPUTNIK. Un artículo de ‘Bloomberg’ advierte sobre cómo el Gobierno estadounidense utiliza de manera creciente el dólar como arma en su política exterior, lo que está motivando a países del mundo a desdolarizarse.

En la nota, titulada «La reacción contra el uso del dólar como arma crece en el mundo», se detalla el fenómeno que ocurre en todo el mundo, desde América Latina y Europa hasta Asia, con numerosos países buscando disminuir la dependencia del dólar estadounidense en sus intercambios comerciales.
«Brasil y China llegaron recientemente a un acuerdo para liquidar su comercio en las monedas locales, buscando evitar el dólar en el proceso. La India y Malasia firmaron en abril un acuerdo para aumentar el uso de la rupia en los negocios transfronterizos. Incluso Francia, el eterno aliado de Estados Unidos, está comenzando a completar transacciones en yuanes. (…) Y Corea del Sur e Indonesia firmaron hace unas semanas un acuerdo para promover intercambios directos de won y rupia», resume el texto periodístico.
El medio afirma que la razón por la cual los líderes de estos países han decidido tomar estas medidas es la misma en todos los casos: el Gobierno de EEUU crecientemente está utilizando el dólar como arma para impulsar las prioridades de su política exterior y castigar a quienes se oponen a ellas. «Estados Unidos usa cada vez más su moneda para librar batallas geopolíticas«. reitera.

Bloomberg señala que en ninguna parte esta práctica ha sido más evidente que en Rusia, país al que el Gobierno de EEUU impuso sanciones, también a sus funcionarios y empresarios, congelando cientos de miles de millones de dólares de las reservas extranjeras y marginando a Moscú del sistema bancario SWIFT.

Esta guerra económica contra Rusia, señala la nota, ha sido un «claro recordatorio» para los países de su propia dependencia del dólar, moneda que es central en el sistema bancario global, que permite que Estados Unidos ejerza una gran influencia sobre la economía de otras naciones y limite sus decisiones soberanas y su autonomía.
«Si bien la campaña de castigos financieros contra Rusia es el último y más destacado ejemplo, tanto las administraciones demócratas como las republicanas han aplicado sanciones a países como Libia, Siria, Irán y Venezuela en los últimos años», recuerda la nota.

De acuerdo a los cálculos de Bloomberg, el Gobierno de Joe Biden ha promediado 1.151 sanciones a individuos por año, más que el promedio de 975 durante la era de Donald Trump y 544 durante el primer mandato del presidente Barack Obama.

El financiero Jonathan Wood, director de asuntos globales de la consultora Control Risks, es citado en la nota declarando que «los países se han irritado durante décadas bajo el dominio del dólar estadounidense. (…) El uso más agresivo y expansivo de las sanciones estadounidenses en los últimos años refuerza esta incomodidad y coincide con las demandas de los principales mercados emergentes de una nueva distribución del poder global«.

La propia titular del Departamento del Tesoro norteamericano, Janet Yellen, dijo recientemente en una entrevista con CNNque «existe un riesgo cuando usamos sanciones financieras que están vinculadas al papel del dólar que con el tiempo podría socavar la hegemonía del dólar«.

El rol de China y los BRICS

Bloomberg indica que buena parte de este proceso de desdolarización es impulsado por China, que en las últimas dos décadas se ha convertido en una potencia económica, geopolítica y tecnológica que pone en riesgo la hegemonía de los EEUU en el orden global.
Pero también observan que el fenómeno está ocurriendo de manera orgánica empujado por países que no son socios del gigante asiático.

«La India, apenas un aliado estratégico de China, y Malasia anunciaron en abril un nuevo mecanismo para realizar el comercio bilateral en rupias. Es parte de un esfuerzo más amplio de la administración de Narendra Modi, que no se ha sumado a la campaña de sanciones dirigida por Estados Unidos contra Rusia, para evitar el dólar en al menos algunas transacciones internacionales. Un mes después, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático acordó impulsar el uso de las monedas miembros para el comercio y la inversión regionales», señalan.

La nota también recuerda las recientes declaraciones del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, durante su visita a Shanghái en abril, en las que cuestionó duramente el dominio del dólar e hizo un llamado a las economías en desarrollo para reemplazar a la moneda estadounidense en el comercio exterior.

«¿Quién decidió que el dólar era la moneda (comercial) después del final de la paridad del oro?», se preguntó en aquel momento el mandatario.

Lula, quien además impulsó a la exmandataria Dilma Roussef como presidenta del flamante Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS —Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica—, profundizó estos comentarios durante la reciente cumbre de presidentes sudamericanos que se llevó adelante en Brasilia la semana pasada.
«Sueño con tener una moneda común para que nuestros países la utilicen en las transacciones, para que así podamos ser independientes del dólar. No puede ser que no podamos tener más libertad para conducir nuestros negocios. Sueño con que los BRICS tengan su propia moneda, como la Unión Europea tiene el euro», declaró.

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