Expertos: Ofensiva israelí en Yenín equivale a un crimen de guerra

HISPANTV. La incursión mortal israelí en el campo de refugiados de Yenín constituye un crimen de guerra bajo las Convenciones de Ginebra, argumentan los expertos legales.

“Las Convenciones de Ginebra incluyen como crímenes de guerra durante la ocupación, los asesinatos deliberados, causan deliberadamente un gran sufrimiento a una población ocupada y la destrucción extensiva de propiedad no justificada por la necesidad militar”, señaló Susan Akram, profesora clínica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Boston, durante un seminario web organizado a principios de esta semana por el Centro Árabe de Washington, DC.

Entonces, sentenció que no hay duda de que lo que Israel llevó a cabo en Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada, constituye un crimen de guerra.

Daniel Levy del instituto US/Middle East Project y la periodista Dalia Hatuqa, los otros panelistas del seminario, también coincidieron en que las acciones de Israel en Cisjordania equivalen a un crimen de guerra.

Según Akram, la narrativa utilizada por Israel de que las redadas en Yenín y otras ciudades palestinas como Nablus son un intento de erradicar a los grupos de Resistencia no impide que sus acciones sean ilegales según el derecho internacional.

Al señalar que Cisjordania es un territorio ocupado, remarcó que “los ataques de Israel contra una población ocupada son criminales en sí mismos porque la ley de ocupación prohíbe al ocupante usar ataques militares contra objetivos civiles en el territorio que ocupa”.

La semana pasada, un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) subrayó que las incursiones militares de Israel contra el campo de refugiados de Yenín “pueden prima facie constituir un crimen de guerra”.

“Las operaciones de las fuerzas israelíes en la Cisjordania ocupada, que matan y lesionan gravemente a la población ocupada, destruyen sus hogares e infraestructura y desplazan arbitrariamente a miles, constituyen violaciones atroces del derecho y las normas internacionales sobre el uso de la fuerza y ​​pueden constituir un crimen de guerra”, indicaron los expertos en un comunicado.
Durante una ofensiva de gran escala con el empleo de todo tipo de bombardeos aéreos y terrestres, así como con la utilización de excavadores el 3 y el 4 de julio, el ejército israelí mató al menos a 12 palestinos e hirió a docenas más, destruyó unas 900 casas palestinas y desplazó a miles de los palestinos. Sin embargo, tras recibir la firme respuesta de la Resistencia palestina, el ejército israelí se vio obligado a retirar sus fuerzas en menos de dos días.

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