Historias del Mundial de Paratletismo: La hazaña de Kiara

En el Mundial de Paratletismo que vibra en esta capital, late hoy la impronta de la ecuatoriana Kiara Rodríguez después de coronarse tricampeona mundial en los 100 metros T46/47 con un fulgor inapelable.

Kiara nació con parálisis braquial obstétrica, una lesión en el plexo braquial izquierdo que limitaba su movilidad desde la infancia. Sus primeros años fueron un desfile de rehabilitaciones, de ejercicios diminutos para rescatar funciones en muñeca y dedos.

Fue el entrenador cubano Lázaro Pérez quien, al verla correr y saltar, comprendió que aquella niña frágil guardaba alas. La orientó hacia el atletismo, hacia la velocidad y el salto, y juntos comenzaron a forjar un destino.

La consagración llegó ese día en Nueva Delhi, donde la guayaquileña de 22 años se convirtió en tricampeona mundial con un registro de 11.97 segundos. Tres coronas consecutivas en la misma prueba, una consistencia que la coloca en la élite absoluta del paratletismo internacional.

Pero Kiara no se limita a una sola categoría: ha domado la pista en la velocidad y el foso en la longitud. El brillo de su palmarés multicategoría —dos oros paralímpicos en París 2024, oros mundiales en Kobe, París y ahora Delhi— la distingue como una atleta total, dueña de dos disciplinas que rara vez conviven en la cima de una misma biografía.

Para Ecuador, sus triunfos han sido un despertar. En un país que aprendió a festejar a Poleth Méndes en el impulso de bala y a otras figuras notables, Kiara ha llevado el paratletismo a titulares globales, abriendo la mirada de millones hacia la potencia de los cuerpos diferentes.

Cada una de sus medallas ilumina también a quienes sueñan desde la rehabilitación, desde la infancia en barrios donde la esperanza parece un lujo.

Comparar su legado con otras glorias es inevitable. El título de “mejor atleta paralímpica ecuatoriana de todos los tiempos” exige prudencia: deben sopesarse medallas, récords sostenidos, huella internacional. Pero al menos hoy, con apenas 22 años, con tricampeonatos mundiales y doble oro paralímpico a cuestas, Kiara se erige como una de las candidatas más sólidas para ocupar ese sitial.

El tartán indio fue testigo de un vuelo que desafió el pasado. Porque la niña que alguna vez ejercitaba dedos entumecidos levantó esta tarde los brazos como si cargara con ellos la esperanza de todo un país. Y Ecuador, convertido en un solo grito, entendió que Kiara Rodríguez corre contra lo imposible, y lo vence.

PRENSA LATINA

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