JP Morgan da la razón al mercado y contradice a la Fed: la recesión obligará a bajar los tipos pronto

EL ECONOMISTA. JP Morgan pronostica que la Reserva Federal (Fed) va a bajar los tipos de interés pronto, pese a que el gobernador del banco central, Jerome Powell, ha cerrado la puerta a esa posibilidad. Pero la entidad argumenta que no quedará más remedio que ir deshaciendo el ciclo de alzas, ya que es «prácticamente una certeza» que habrá una recesión en Estados Unidos, señala en una nota el analista Seamus Mac Gorain, que recoge Bloomberg.

Según ese diagnóstico, la Fed recortará los tipos de interés a partir del tercer trimestre. «El mercado acierta trazando recortes. La inflación es demasiado alta y tardará una recesión en volver a bajar», señala el responsable de Global Rates del banco. Además, los colapsos bancariosincrementan las posibilidades de que se produzca una desaceleración.
Aunque de cara a la próxima reunión, en junio, el mercado no espera que la Fed modere el nivel de restricción, esas expectativas sí se barajan para julio. De hecho, de cara al próximo mes, incluso hay quienes apuestan por un alza más, el 26% de las posiciones, según CME FedWatch Tool, aunque el 74% considera que se mantendrán las tasas actuales. Ya en la siguiente convocatoria, en julio, una de cada cinco previsiones (20,2%) esperan un recorte, según los mismos datos. Y, al menos la mitad, esperan una reducción enseptiembre, fecha en la que coincide JP Morgan y en la que considera que el mercado acierta. Por lo tanto, el primer retroceso llegaría en tres meses y medio, a la vuelta del verano. En esas mismas previsiones también están los más optimistas, que creen que Powell puede deshacer hasta 100 puntos básicos de subida al finalizar el ejercicio, hasta el 4-4,25%, aunque son la minoría.

En todo caso, el banquero central ha dejado todos los escenarios abiertos (exceptuando uno). Tras realizar su último ajuste de 25 puntos básicos, hasta el 5-5,25%, Powell dijo que decidirían reunión a reunión, aunque no prevén una mayor restricción, pero tampoco pueden declarar que vayan a hacer una pausa. Es decir, todo es posible en la próxima cita, salvo la reducción, lo único que, de momento, ha descartado la Fed.

Algunos de sus miembros, de hecho, se han posicionado a favor de seguir subiéndolos. Ayer mismo, Loretta Mester, de la Fed de Cleveland, planteaba que todavía no se había llegado al punto en el que el banco central hubiera elevado los tipos para que, manteniéndolos en esa cota, pudieran ser lo suficientemente elevados para lograr la caída de la inflación. Su compañero de Richmond, Thomas Barkin, dijo que se sentía cómodo con la posibilidad de volver a incrementar el precio del dinero si fuera necesario.

Pero lo que argumenta Mac Gorain es que los funcionarios de la Fed tendrán que echar un cable a una economía en recesión y que, entonces, tendrán que salir al socorro de la situación. Según el analista, ese entorno de ralentización ya se habrá materializado en septiembre, que es cuando cree que el banco central tendrá que dar marcha atrás.

Con ese pronóstico, su recomendación es invertir en bonos del Tesoro. En concreto, empezar a salirse ya de los de más corto plazo estadounidense, a tres y seis meses (los T-bills), y entrar en esas mismas referencias, pero en Japón. Este tipo de deuda con vencimientos tan tempranos se considera como efectivo, por las fechas de término. El analista se aleja de Estados Unidos por la volatilidad que hay en torno a la renovación del techo de deuda y busca esa rentabilidad en las emisiones niponas, ya que allí cree que la inflación volverá al 2%, según el comentario que reproduce Bloomberg.

El impago, otra razón más para bajar tipos

En ese sentido, los riesgos derivados de un posible impago podrían ser otro motivo más para que la Fed baje los tipos. En caso de que demócratas y republicanos no se pongan de acuerdo para elevar el techo de deuda, «se necesitaría más liquidez» y «el banco central podría verse obligado a recortar los tipos en respuesta a la mayor volatilidad de los mercados y al deterioro de las perspectivas de crecimiento», explica Chris Iggo, CIO Core Investments de AXA IM. Si EEUU no logra pagar su crédito, habrá menos dinero y menos demanda, tanto pública, como privada. Por eso, lo que ocurra en los próximos días podría cambiar las motivaciones de la Fed en sus decisiones de política monetaria.
En todo caso, todo depende de los acontecimientos y ninguna opción está asegurada. La encuesta a gestores de fondos que realiza cada mes Bank of America (BofA) (que incluye a 251 participantes con 666.000 millones de dólares de activos bajo gestión) no contempla ningún recorte en los tipos de interés hasta enero, por lo que no habrá una moderación este año. Asimismo, el pronóstico de recesión, para el que sí hay cierto consenso, implicaría un «aterrizaje suave», algo que no forzaría al banco central a mover ficha. Otros analistas, como Goldman Sachs, BlackRock o Barclays también descartan que vaya a haber recortes.

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