La emergencia climática reúne a ministros de región
EC. Representantes de Iberoamérica proponen una “transición verde” para mitigar terribles efectos del cambio climático
Funcionarios de distintos países se congregaron en la República Dominicana para debatir los desafíos y oportunidades en la meta de lograr el anhelado desarrollo sostenible y una recuperación verde y justa para la región iberoamericana.
El acto inaugural de la XI Conferencia Iberoamericana de Ministras y Ministros de Medio Ambiente y Cambio Climático tuvo lugar ayer en un hotel de esta capital. La cumbre, que sigue hoy, lleva como lema “Juntos por una Iberoamérica justa y sostenible”.
Con este importante encuentro se busca llegar a una declaratoria con el propósito de firmar una carta medioambiental para toda Iberoamérica.
Los representantes de 22 países participantes tienen en agenda abordar tópicos como el financiamiento climático, economía azul o economía para los océanos, cambio de modelo de desarrollo económico a economía basada en la naturaleza, reducción de la contaminación por plásticos y fondo de recuperación para la región Latinoamericana y el Caribe.
En representación de la República Dominicana, el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton, reafirmó el compromiso de posicionar a la región en la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
El funcionario expresó que esta conferencia se convoca en un momento crucial para la toma de decisiones de cara a redirigir el curso de la historia de la humanidad hacia un mundo resiliente.
Al citar el informe Rábida 2018, sostuvo que esto podría suponer un coste económico para Latinoamérica de alrededor de 100,000 millones de dólares al año para 2050 y se estima que la inversión total necesaria para adaptarse a los efectos climáticos ya inevitables son sólo una cuarta o sexta parte de los costes anuales de estos impactos, que se estiman entre 17,000 y 27,000 millones de dólares al año.
Asimismo, hizo referencia a una investigación de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) que identifica los desafíos fundamentales únicos en Latinoamérica dada su geografía, estructura política y estatus económico.
“Nuestro modelo de desarrollo es predominantemente extractivo, crea disparidades y promueve la cultura del privilegio y la concentración de riquezas y el COVID-19 ha ampliado los problemas estructurales y vulnerabilidades preexistentes de este modelo en Latinoamérica y el Caribe”, resaltó el ministro Miguel Ceara Hatton.
Durante su participación en la cumbre, destacó la necesidad de crear una carta compromiso enfocada en tópicos como la educación ambiental, transición energética, economía circular, conservación de océanos y carbono-neutralidad, entre otros.
Las palabras introductorias del evento estuvieron a cargo del canciller de la República Dominicana, Roberto Álvarez, quien destacó la necesidad de que los países Iberoamericanos pongan voluntad política en la creación de un compromiso medioambiental ajustado a la comunidad y a los nuevos desafíos.
“Desde una perspectiva integral nos hemos propuesto asumir los grandes retos que enfrenta la región, en especial la salida de la crisis de la pandemia, la emergencia climática y acceso a financiamientos a tasa de interés concesionaria, la cuarta revolución industrial y la necesidad de articular un nuevo paradigma que permita avanzar en la agenda de los Objetivos Desarrollo Sostenible”, precisó.
De su lado, Andrea Meza, secretaria adjunta de la Convención de las Naciones Unidas de la Lucha contra la Desertificación, mencionó dos puntos críticos para llegar a tener una Iberoamérica justa y sostenible.
Explicó que la crisis planetaria hoy tiene cara de cambio climático y arrastra la pérdida de biodiversidad.
Citó entre los desafíos a enfrentar, la seguridad hídrica y alimentaria, por lo que entiende hay un trabajo que hacer en la generación de resiliencia y en garantizar la fertilidad de los suelos.
“Cada vez más, derivado con lo que está pasando con el cambio climático, la región se ve expuesta a los efectos de la sequía y necesitamos pasar a enfoques más preventivos, tener sistemas de alerta, no solo de fenómenos meteorológicos… Esto nos va a permitir seguir transformando los sistemas productivos, ser más efectivo en el uso del agua, mejorar la productiva y reducir emisiones”, señaló a modos de reflexión.
Abogan por un “pacto verde” en la región
Las ministras y ministros resaltaron las líneas de acción prioritarias en materia medioambiental, así como la decisión de avanzar en la construcción conjunta de un documento político de consenso para la XXVIII Cumbre Iberoamericana que serán adoptados por los Jefes de estado y de Gobierno. Se acordó avanzar en un “Pacto Verde Iberoamericano” o “Carta Medioambiental Iberoamericana”. El acto contó con la presencia de los expositores Susana Esteban Berrocal, en representación de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y Gustavo Mañez, director adjunto de la oficina para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).