La llegada de tropas rusas pone fin a la presencia militar estadounidense en Níger
Juan Ignacio Máscolo
El avión ruso llegó al aeropuerto internacional de Niamey, la capital de Níger, transportando sistemas de defensa antiaérea y tropas hacia el nuevo aliado de Moscú en el Sahel. El arribo de 100 soldados este mes marcó el fin definitivo de la presencia de las fuerzas estadounidenses en Níger, donde estaban desplegadas desde 2013, y resaltó la determinación de Níger de diversificar sus asociaciones de seguridad más allá del ámbito occidental.
Este evento también representó otra victoria estratégica para Moscú en el Sahel, la región semiárida al sur del Sahara, donde los gobiernos militares han mostrado cada vez más su rechazo hacia sus aliados tradicionales occidentales a favor de nuevas alianzas con el presidente ruso Vladimir Putin.
Los cambios en las relaciones se producen en medio de una creciente ola de inseguridad y terror en el Sahel, donde los insurgentes islamistas vinculados a Al Qaeda y al ISIS han causado estragos durante más de una década, extendiéndose desde Níger hasta Burkina Faso y Mali. En respuesta, los gobiernos militares han tomado el poder en estos países, debido al creciente descontento popular con el fracaso de los gobiernos democráticos y de Occidente para contener la violencia.
La retirada de las tropas de Estados Unidos es un hecho
La retirada de las tropas estadounidenses de Níger comenzó en marzo cuando un portavoz de la junta describió el acuerdo militar entre los dos países como ilegal, argumentando que “viola todas las reglas constitucionales”.
La relación empeoró durante la visita de funcionarios estadounidenses, incluida la subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos, Molly Phee, y el jefe del Comando de los Estados Unidos en África, general Michael Langley, a Niamey. Los funcionarios nigerinos calificaron a la delegación estadounidense de “condescendiente” y rechazaron sus intentos de reunirse con el líder de la junta, el general Omar Tchiani.
A pesar de la resistencia inicial de Washington a la retirada, Níger puso fin al acuerdo que autorizaba a las fuerzas estadounidenses a operar en el país. Sin embargo, Washington continuó insistiendo en que se estaban llevando a cabo negociaciones con la junta.
Durante su visita a Washington la semana pasada, el primer ministro de Níger, Ali Lamine Zeine, se reunió con el subsecretario de Estado estadounidense, Kurt Campbell, para discutir la relación. Zeine dejó en claro que, aunque Níger acogía con agrado la cooperación en otras áreas, no cambiaría su posición sobre la presencia de tropas, según una fuente informada sobre la situación.
¿A qué se debe esta tan repentina retirada?
La principal fuente de desacuerdo en las conversaciones entre Campbell y Zeine fue un posible acuerdo para que Níger vendiera uranio a Irán, según funcionarios estadounidenses familiarizados con las negociaciones.
El uranio es la exportación más importante de Níger y el país es el segundo mayor exportador de metal de África. Zeine visitó Teherán en enero, cuando ambos países acordaron cooperar en salud, energía y finanzas. Irán está sujeto a sanciones internacionales por sus ambiciones nucleares.
La aceptación de Rusia por parte de Níger fue ampliamente vista como inevitable después del fortalecimiento de los lazos tras el golpe de estado que derrocó al gobierno democráticamente elegido del presidente Mohamed Bazoum. El ex dirigente permanece detenido.
Criticada por Francia y Estados Unidos, que suspendieron casi 600 millones de dólares en asistencia militar y económica tras el golpe, e inicialmente rechazada por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, la junta recurrió a Moscú para profundizar las relaciones diplomáticas y de seguridad.
Crecimiento en la cooperación entre Rusia y Níger
La cooperación entre Niamey y Moscú se ha intensificado desde principios de año, y el Ministerio de Defensa de Rusia dijo en enero que ambos países trabajarían juntos para “estabilizar la situación en la región”. Putin y Tchiani hablaron por teléfono el mes pasado, y un mensaje del Kremlin decía que discutieron un plan para “desarrollar una cooperación mutuamente beneficiosa en diversas esferas” y coordinar “esfuerzos de seguridad y antiterrorismo” en el Sahel.
Entre rumores de descontento en Chad, donde el gobierno militar ha pedido a las tropas estadounidenses que detengan sus actividades en la base aérea Adji Kossei, Hudson dijo que Washington sería “sordo, mudo y ciego” en el Sahel si sus tropas también se vieran obligadas a retirarse.
Según la agencia de noticias estatal rusa Ria, los soldados recién llegados pertenecen al Cuerpo de África, un brazo semioficial del Ministerio de Defensa que absorbió a la compañía militar privada Wagner Group después de la muerte de su líder, Yevgeny Prigozhin, el año pasado.
Hablando en la pista del aeropuerto poco después de la llegada de los rusos, uno de los soldados dijo que habían venido a entrenar al ejército nigerino. Vestido con uniforme militar y la mayor parte de su rostro oculto por una redecilla, dijo: “Estamos aquí para desarrollar la cooperación militar entre Rusia y Níger”.