La lucha social en el país, en épocas pasadas
Ramón Antonio Veras
1.- Creemos no caer en equivocación al escribir que en la República Dominicana, en el siglo veinte, las décadas de los años 60 y 70, fueron las de más dinamismo e incidencia en la lucha política y social.
2.- Durante el período que va desde 1961 hasta 1980, cada sector de la sociedad dominicana con ideas de progreso desempeñó un papel activo, siempre procurando que avanzara la sociedad en el orden económico, político y social.
3.- En la época ya señalada, cada grupo organizado se ocupaba de defender los intereses de sus representados, y manifestaba preocupación por los asuntos concernientes a la sociedad en general.
4.- En ese período de la historia dominicana, la ciudadana o el ciudadano, cuidadoso y activo, estaba dando la cara ante la situación que tenía que ver con los derechos humanos, las libertades públicas, así como lo relacionado con la independencia y soberanía nacional. El dinamismo, la eficacia y la energía se combinaban ante cada caso o necesidad.
5.- Aquellos fueron los tiempos cuando en el movimiento obrero y sindical, de profesionales de distintas ramas, artistas, estudiantes y feministas, etc., sobresalieron hombres y mujeres de convicciones democráticas.
6.- Entonces, ¿qué ha pasado, se ha extinguido la luz que iluminó a aquellos hombres y mujeres, o es que ya no está presente el material humano que, abrazado de puros ideales, luchaba por un mejor país?
7.- Hoy, más que ayer, lo que se llama pueblo dominicano, necesita de sus mejores ciudadanas y ciudadanos, pero lo que se ha comprobado es que ya estos no accionan como sus iguales de etapas pasadas.
8.- La mayoría de las dominicanas y los dominicanos, están en malas condiciones de vida material y espiritual, y no cuentan, ahora, como ayer, con muchos aliados consecuentes y solidarios.
9.- Aquellos instrumentos de lucha que defendían a los asalariados, no se dejan ver o por lo menos no se nota su incidencia, a no ser que ha cambiado la forma de hacer los justos reclamos.
10.- La manera de no causar disgusto al adversario, se ha hecho notoria, no solo en el movimiento obrero y sindical, sino en todo lo relacionado con reclamos cívicos y populares.
11.- Con absoluto pesar hay que reconocer que la minoría nacional tiene total control, no solo en lo político y económico, sino también ha neutralizado la lucha de contenido social.
12.- Lo que en los años 60 y 70 del siglo pasado fue ascenso, acrecentamiento y promoción, ahora, en el 2024, es descenso, disminución y degradación. En lugar de estar subiendo, hemos estado bajando.
13.- Quisiéramos creer que nos encontramos a la ofensiva en la batalla por un mejor país, pero la realidad nos da en la cara y nos dice que estamos en baja, y subir no se ve en lo inmediato, al doblar la esquina.
14.- Nuestros connacionales nacidos en los últimos cuarenta años, están en condiciones de examinar, verificar y pasar revista a su compromiso social, y si el mismo se ha ajustado a los requerimientos que han demandado y demandan las circunstancias para estar al lado de sus compatriotas en jornadas reivindicativas.
15.- Debemos de ser realistas y saber que lo único que, por ahora, le queda al pueblo dominicano es mantener la confianza de que, no importa la difícil situación en el presente, porque finalmente el triunfo será de los que son los más, las grandes mayorías nacionales, aunque hoy están al margen del control del Estado.