La Paz llegará
Por Ángel Gomera.
Si sonríes a cada amanecer, con los labios de un corazón dispuesto a latir por los demás; la paz llegará.
Si aplaudes con gratitud cada gesto de solidaridad, entrega y sacrificio que otros hacen por ti; la paz llegará.
Si te levantaste aceptando lo que los demás expresan, a pesar de que no coincide con lo que tú crees; la paz llegará.
Si acoges con humildad y responsabilidad, las orientaciones que te brindan de cara a proteger tu vida y la de los tuyos; la paz llegará.
Si no eres indiferente ante el que sufre, y te movilizas con hechos que procuren dar soluciones sin pretender etiquetas de heroicidad; la paz llegará.
Si en vez de echar culpas a todos de tus problemas, te encargas de agradecer el calor que otros prodigan; la paz llegará.
Si tomas medidas preventivas ante el virus microscópico del egoísmo y el odio, y ves la fuerza del amor como el antídoto para un mundo mejor; la paz llegará.
Si más allá de halagar la belleza natural de la tierra, te dedicas a cuidar y preservar el medio ambiente, pensando en quienes te rodean; la paz llegará.
Si en medio de la epidemia, elevas una oración al Altísimo, destacando a tu hermano que la padece; la paz llegará.
Si aprovechas el suspiro de este instante y perdonas a ese alguien sin cortapisas; la paz llegará.
Si cuidas tu casa interior de los spams que marchitan los buenos sentimientos; la paz llegará.
Si eres fermento de esperanza ante la desesperación de un caminar sin horizontes; la paz llegará.
Si practicas el buen vivir como filosofía de vida, a pesar del desaliento que otros causan en ti por su mal vivir; la paz llegará.
Si te lanzas a restaurar la fe en tus sueños, evitando tirar la toalla ante los avatares del destino; la paz llegará.
Si detienes el vehículo de la prisa con que llevas la vida, y te das tiempo para cultivar y valorar esos pequeños detalles que abren las ventanas de la felicidad; la paz llegará.
Si consideras que tus egos y soberbias son pérdidas de tiempo, entonces andas en el camino correcto, no mires hacia atrás; la paz llegará.
Si pintas con tu ejemplo, el cuadro más sublime de la honestidad en tu proceder; la paz llegará.
Si los versos de tu poesía son bienaventuranzas en el evangelio de tu diario vivir; la paz llegará.
Si cantas cada mañana el himno de alegría, tu hogar florecerá, cuan si fuese un jardín de aptitudes positivas; la paz llegará.
Si alimentas tu conocimiento para tener mucha más humanidad, la paz llegará.
Si sacas tiempo para meditar y así conquistar con la luz del reconocimiento, aquellas partes del alma que se han perdido en la oscuridad; la paz llegará.
Si ejercitas tu libertad evitando caer en los excesos del desenfreno de la conciencia; la paz llegará.
La paz llegará, es un eco que dulcifica el alma del planeta; es un baile de amor eterno; es una constante que nutre el corazón de esperanza; es un aroma de café en una mañana lluviosa; es un espectáculo de fuegos artificiales en el cielo abierto de una vida agradecida; es un caminar donde cada huella, la dejas tú; es un despertar con ilusiones.
Además, es el acorde de una guitarra que suena en el silencio de una noche eterna; es un beso tierno en la frente de las angustias; es un aplauso firme a las buenas decisiones; es sensación sin escándalos; es cuarentena sin aburrimiento; es una serenata de amor sin toque de queda; Es el maná celestial de los desheredados del pan; Es la parábola del sembrador en tierra fértil; es la felicidad de un jabón de ¨cuaba¨ en una pandemia.
Asimismo, es el 911 ante un alma febril e inquieta por falta de oxígeno; es descubrir que con tu familia no estás solo; es navegar con brújula en el océano amplio de tus propósitos; Es saber sin titubeos que la calma llegará, porque alguien a quién le creo dijo: ¨ La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. ¨
En fin, no tengas miedo, la paz llegará.