La relajación de las medidas de salud pública contribuyó al aumento de las muertes por COVID-19 en las Américas, dice directora de OPS
Washington D.C. OPS- La complacencia en torno al uso de mascarillas, los viajes y las reuniones en lugares cerrados crearon una oportunidad perfecta para que la nueva variante ómicron se propagara rápidamente por toda la región y aumentara las muertes, alertó la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne.
«Las medidas reducidas de salud pública fueron insuficientes para reducir la escala de esta ola. Y ahora nos enfrentamos a las consecuencias: un aumento de las infecciones que está provocando un incremento de las muertes», afirmó hoy Etienne en una rueda de prensa.
Aunque siguen siendo muy elevadas, las infecciones por COVID-19 se redujeron 31% en comparación con la semana anterior, mientras las muertes siguieron aumentando 5,6%.
«Sin duda, ómicron nos ha sobrepasado», dijo la directora de la OPS. «Cada vez que las infecciones se disparan, hay un alto costo para nuestras familias y comunidades», con picos de casos seguidos de picos de muertes tres semanas después.
Etienne sostuvo que «la COVID-19 es una enfermedad prevenible, pero “ahora mismo estamos perdiendo demasiadas vidas» y señaló que, «cuando llegó ómicron, no utilizamos todas las herramientas disponibles para frenar la propagación y prevenir las infecciones».
Más de la mitad de las muertes en la última oleada se produjeron en personas mayores de 65 años, pero muchas otras fueron entre quienes aún no habían recibido la vacuna COVID-19. Los no vacunados de todas las edades siguen llenando los hospitales y las camas de las unidades de cuidados intensivos.
«Ómicron ha demostrado que las vacunas que tenemos a mano pueden proteger a la mayoría de nosotros de la enfermedad grave y la muerte», dijo Etienne.
Para asegurar un acceso más equitativo a las vacunas, la OPS ya ha entregado cien millones de dosis a 33 países de América Latina y el Caribe, gracias al trabajo de su Fondo Rotatorio en coordinación con COVAX.
La directora de la OPS agradeció a los donantes por haber contribuido con el 30% del hito de los cien millones de dosis e instó a los países a «concentrarse en cerrar las brechas críticas en la cobertura de vacunación», para asegurar que al menos 20 millones más de personas estén completamente vacunadas, en particular los grupos de alto riesgo.
«No superaremos esta pandemia a menos que protejamos a estos grupos, y luego vayamos más allá para cubrir a todos los que reúnen los requisitos», indicó.
La doctora Etienne destacó que los países deben estar atentos para aplicar rápidamente medidas de salud pública. También deben ajustar los sistemas hospitalarios para responder a nuevos brotes y asegurar que los trabajadores de salud tienen las herramientas necesarias para atender en forma segura a los pacientes con COVID-19.
«Tenemos que activar nuestras respuestas más rápidamente para seguir el ritmo de la ola actual y adelantarnos a futuras olas de este virus tan grave y que se transmite tan rápidamente”, añadió.
Con hasta 202 personas que mueren cada hora en la región debido a esta última ola, «la inacción no es una opción», aseveró la directora de la OPS.
En cuanto a la situación de la COVID-19 en la región, los países de las Américas notificaron 3,3 millones de casos nuevos y más de 34.000 muertes relacionadas con la COVID-19 en la última semana.
En América del Norte, Estados Unidos registró 17.000 muertes, el número mayor de esa subregión.
Los países de Centroamérica y del Caribe informaron un aumento de las muertes por COVID-19, así como un incremento de las hospitalizaciones, que alcanzó el 19% en algunos países y territorios del Caribe oriental.
En América del Sur, las muertes por COVID-19 en Brasil alcanzaron las cifras más altas hasta el momento, estableciendo un récord para esta ola.