La salud de la Tierra empeora con siete de nueve límites superados

El más reciente estudio del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, en Alemania, señala que un nuevo límite planetario se superó y se suma a los seis previamente rotos. El de este año es la acidificación de los océanos.

El planeta Tierra tiene una nueva señal de deterioro. Desde 2009, el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK), que es una de las principales instituciones que estudia cuestiones del cambio global, diseñó los límites planetarios. Estas son una serie de medidas para chequear la salud del mundo.

Este año, el estudio ‘Planetary Health Check 2025’ reporta que siete de los nueve límites ya se traspasaron. “Las consecuencias son potencialmente graves. Los límites planetarios se construyen como una especie de barreras que se supone mantienen la Tierra en un estado habitable, propicio para la civilización y la humanidad. Y traspasarlos significa que corremos el riesgo de desestabilizar el planeta en su conjunto. Eso provoca no solo fenómenos meteorológicos extremos individuales u olas de calor, sino que realmente estamos socavando los cimientos de nuestra sociedad y civilización”, explicó a France 24 Niklas H. Kitzmann, científico del Instituto de Potsdam y uno de los autores y editores del reporte.

Las situaciones de más alto riesgo se presentan en cambio climático, la pérdida de biodiversidad que hace parte de la integridad de la biosfera y los ciclos de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo. Estos tres límites fueron los primeros en estar en una zona de alto riesgo desde 2009. El informe del Instituto de Potsdam en 2015 añadió a la lista el límite de uso de la tierra. En 2023, la alteración del agua dulce y la polución con sustancias sintéticas superaron las barreras consideradas como seguras. Y, ahora, el nuevo límite planetario que se rompió fue el de la acidificación de los océanos.

Los científicos de Potsdam señalan que el equilibrio entre biósfera, clima y otros procesos planetarios comenzó a romperse desde mediados del siglo XX, con el aumento de la actividad humana, especialmente con industrias, agricultura, nuevos químicos y combustibles fósiles.

El CO2 que absorben los océanos los hace más ácidos

Hasta 2025, la acidificación de los océanos estaba en un nivel que se consideraba como seguro. Ahora, esto cambió. Ellos absorben un 30% de todo el dióxido de carbono que hay en el planeta. Aunque esto ayuda al clima, hace que las aguas oceánicas sean cada vez más ácidas, lo que amenaza la vida marina

“Cuando la concentración de CO2 en la atmósfera aumenta, parte de este CO2 se absorbe en el océano y, mediante una reacción química, lo vuelve más ácido. Esto representa un problema, especialmente para los diferentes animales y organismos que forman conchas, como los caracoles o las conchas marinas. Al dificultar que estos animales construyan sus conchas, estamos alterando el océano en su conjunto. Y, con el tiempo, por ejemplo, esto también puede llevar a una menor cantidad de peces, lo cual representa un problema para gran parte de la humanidad que obtiene la mayor parte de su alimento y sus proteínas de los océanos”, señaló Kitzmann.

Ozono y aerosoles: un ejemplo de qué se puede hacer para salvar al planeta

Los únicos dos de los nueve límites que siguen dentro de los niveles de seguridad son los aerosoles y la capa de ozono. Los primeros son pequeñas partículas que pueden alterar el clima y que surgen, por ejemplo, del humo de los incendios, del hollín o de gases volcánicos, entre otros.

Por otro lado, la capa de ozono es la que protege al planeta de los rayos ultravioleta. Estuvo muy amenazada por los químicos conocidos como CFC o clorofluorocarburos, usados en líquidos refrigerantes, extintores o plásticos, por mencionar solo algunos. Pero desde finales de los ochenta, entró en vigor el Protocolo de Montreal, con el que los países se propusieron eliminar esos químicos. Gracias a esas acciones, ahora el ozono es una medida de buena salud para el planeta.

“Los aerosoles y la capa de ozono son dos límites en los que tenemos casos de éxito. El agujero de ozono se ha ido cerrando lentamente desde los años ochenta porque, como sociedad global, nos unimos y acordamos tratados para eliminar gradualmente los productos químicos que destruían el ozono. Este es un gran caso de éxito y un pequeño ejemplo de lo que ahora necesitamos a una escala mucho mayor”, indicó el científico.

Parte del éxito consiste en actuar a tiempo y Niklas Kitzmann señala que esto puede ser una lección para el caso de los combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón. Ellos son una de las causas más reiteradas de por qué se cruzaron los límites planetarios. Por eso, Kitzmann señala que hay que reducirlos y, posteriormente, eliminarlos.

Ante todo, el científico resalta que los límites que ya se traspasaron se pueden revertir. “Piensen en estos límites como un análisis de sangre en el médico. Si van al médico y les dicen: “oh, tienen colesterol alto, presión arterial alta, hierro bajo” o algo así, no significa que vayan a morir al día siguiente. Pero si tienes muchos de estos síntomas o, en el caso de la Tierra, si está en el área roja en muchos límites, significa que se necesita reaccionar muy rápidamente para reducir el riesgo de que suceda algo catastrófico”, concluyó.
FRANCE24

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