Las pensiones en España subirán un 2,8 % en 2025

Las pensiones contributivas subirán previsiblemente un 2,8 % en 2025, una vez adelantado el dato de inflación de noviembre (2,4 %), que permite avanzar el cálculo de la revalorización para el año que viene.

El 2,8 % es la subida que se aplicará de forma general a las pensiones contributivas, mientras que las mínimas y no contributivas se tendrán que incrementar por encima de esa cifra, tal y como se recogió en el último bloque de la reforma de las pensiones.

Según datos del Ministerio de Inclusión, la revalorización supondrá que un pensionista que perciba una pensión de 1.441 al mes (la pensión media de jubilación) pasará a recibir 1.481 euros mensuales en 2025, lo que supone un incremento anual de 565 euros o de 41 euros mensuales.

Se benefician cerca de 9,3 millones de personas

Este incremento beneficia a los cerca de 9,3 millones de personas que reciben 10,3 millones de pensiones contributivas, además de las 720.148 pensiones correspondientes al régimen de Clases Pasivas del Estado, que también se revalorizarán con el mismo índice.

De acuerdo con la reforma de 2021, la revalorización anual de las pensiones se calcula con la media de las tasas interanuales de inflación de los doce meses anteriores hasta noviembre.

La cifra se confirmará el 13 de diciembre, cuando se publique el dato definitivo delIPC.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha destacado en una nota que esta medida “es una garantía de tranquilidad” y ha defendido que la subida de la pensión es “justicia social”.

La pensión máxima sube a 3.267 euros mensuales

La reforma también estableció que la cuantía máxima de la pensión inicial contributiva se actualizará cada año de acuerdo con la inflación con un incremento adicional de 0,115 puntos porcentuales acumulativos cada año hasta 2050.

Esto hace que la máxima suba el año que viene el 2,91 %, hasta los superar los 3.267 euros mensuales.

Hasta 2011, año en que se congelaron todas las pensiones menos las mínimas y no contributivas, las pensiones se revalorizaban cada año conforme a la inflación prevista y luego se abonaba una paga compensatoria si el índice de precios de consumo (IPC) de noviembre era mayor a la subida fijada.

En 2013 se estableció un mecanismo de revalorización ligado a la situación financiera de la Seguridad Social, que establecía una subida mínima del 0,25 % mientras estuviera en déficit.

En 2018 se derogó de facto ese mecanismo con la recuperación de la denominada “paguilla” que se calculó con la media de las tasas interanuales del IPC de los últimos doce meses, en lugar de con el IPC de noviembre como era tradicional.

La fórmula se recuperó legalmente en la reforma de las pensiones de 2021 después de que la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo recomendara volver a ligar las pensiones al IPC.
EFE

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