Leonel Fernández: “República Dominicana va resolviendo un problema y se le va acumulando otro”
LD. Cuando la esperanza y el optimismo empezaban a aumentar en el mundo, una nueva cepa ha surgido lo que ha provocado que la pandemia siga generando incertidumbre en el ámbito global. Para el expresidente Leonel Fernández, en el caso de República Dominicana, va resolviendo un problema, pero se le va acumulando otro.
En una entrevista con Listín Diario, el presidente de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) comentó que el país, con motivo de la pandemia, aumentó entre junio de 2020 a junio de 2021 la deuda en US$13 millones y el PIB nacional pasó de un 52% a 71%, lo que significa que se aumentó el gasto sin tener los recursos fiscales de lugar.
Sin embargo, Fernández, quien dialogó con este medio durante el foro global “Tendencias de un mundo en transformación”, consideró que es políticamente inviable hacer una reforma fiscal porque ya la nación dominicana tiene una inflación con precios exorbitantes y si a esto se le añade un aumento de impuestos, que significaría pagar más, “la gente va a reaccionar de una manera hasta violenta”.
Para el exmandatario, a República aún no llega el debate en el que se encuentran muchos políticos y economistas de América Latina, quienes han aclarado que los datos del crecimiento del Producto Interno Bruto del 2021 con respecto al 2020 se ven como dos elementos: un rebote estadístico, por un lado, y un crecimiento orgánico, por otro.
Es decir, como la caída fue tan brusca en 2020, obviamente que usted sale de esa situación de desplome y eso le genera un crecimiento que luce mucho mayor de un 12% a 13% por ejemplo, pero dicho así, está fuera de contexto (…) Usted ve que el lenguaje de todos los políticos y economistas de América Latina es del rebote, no sé porque aquí se quiere ocultar eso”, puntualizó.
Un crecimiento desigual
Fernández calificó el crecimiento que está teniendo el país como “desigual”, ya que citando como ejemplo que el turismo está avanzando, pero no se puede decir que ha llegado al nivel del 2019, “porque no es verdad”.
Manifestó que si ahora se habla de tres o cuatro millones de turistas, en 2019 llegaron siete millones, además de que muchos de los que han venido ahora son dominicanos porque algunos de los países que representan mayor cuota en la llegada de visitantes extranjeros han estado cerrados con un confinamiento colectivo.
“No podemos confundir a la gente con lo que no es, porque la gente abajo no lo siente (refiriéndose al crecimiento), la gente está un poco inquieta con la inflación, la gente lo que dice es cómo es que un huevo que antes costaba 3 ahora cuesta 7, por qué razón una libra de carne que costaba 100 ahora cuesta 150 la libra, cómo es posible que el arroz que estaba a 18 ahora está a 30, todo sube y mi poder adquisitivo no”, argumentó.
Se necesita integración regional
De acuerdo con Fernández, en República Dominicana, como en cualquier otro lugar del mundo, la pandemia es un proceso que ha implicado muchos esfuerzos, además de que todo el mundo quiere salir de esto mientras sigue la incertidumbre.
“Uno avanza y retrocede, esa es la realidad, pero siempre con la esperanza y el optimismo de que podamos superarlo en algún momento”, expresó al plantear la tesis de que ante problemas globales debe haber soluciones globales, aunque lamentablemente esto no está sucediendo, lo que provoca que superar la crisis se agrave mucho más en los distintos países.
Fernández sustenta que en América Latina existe una crisis de integración regional, es decir, que en una región que debe tener una voz unificada frente al mundo, cada quien habla por sí mismo.
Dos mundos combinados
Para el abogado, escritor, estadista y político dominicano, la complejidad del fenómeno que ocurre actualmente responde a un cambio de paradigma, un mundo viejo que no termina de desaparecer y uno nuevo que no aparece.
“Estamos en ese momento porque al mismo tiempo se nota una revolución científica-tecnológica, la robótica, los algoritmos, el fintech, el blockchain, todo esto está surgiendo, pero tenemos hambre, miseria, pobreza, falta de educación, son dos mundos que se combinan y eso hace las cosas menos inteligibles para el común de la gente”, agregó.
Ante estos factores, de acuerdo con Fernández, la nación dominicana se ve envuelta en una doble agenda: enfrentar los fantasmas del pasado y los desafíos del futuro.