Mis impuestos en un día

Edgar Barnichta Geara

Casi todas las veces que trato de organizar una reunión con un inversionista es normal que estos piensen que el mercado es muy complicado para ellos entender o que el mercado es solo para los ricos.
Se presenta normalmente como algo complicado y de mucho riesgo donde a veces pensamos que apenas me levanto para ir a trabajar y al encender la televisión aparece un señor hablando de que en este país hay que aumentar los impuestos, pues la tasa de tributación es muy baja. A seguidas me pongo a pensar sobre los impuestos que yo pago.

La televisión que estoy mirando costó mucho dinero, pues al importarla se tuvo que pagar un arancel de Aduanas de cerca de un 40%, más un Impuesto Selectivo al Consumo de 20 % y un ITBIS de un 18%.

Preparo el desayuno que compré pagando un 18% de ITBIS sobre la comida, la cual para cocinarla se hizo con combustible que paga aranceles e impuestos de importación. Me visto con ropa que paga ITBIS y una corbata que pagó impuestos de importación en Aduanas. Para ir al trabajo me monto en mi carro que adquirí luego de pagar un arancel de importación de un 40%, un impuesto selectivo al consumo de un 30%, un ITBIS de un 18%, impuesto a la primera placa de un 17%, impuestos al CO2 de un 2%, y al echarle gasolina pagué impuestos sobre los combustibles fósiles de cerca del 100% del precio. Claro, tuve que asegurar mi vehículo y por eso pagué un impuesto selectivo a los seguros de un 16%. Por suerte no voy muy lejos y no pago peaje.

Al llegar a mi oficina tuve que hacer unas llamadas telefónicas y me cobraron un impuesto a las telecomunicaciones de cerca de un 30%, no antes de ir al banco a retirar dinero que he ahorrado, donde me cobran un impuesto de 0.15% de operaciones bancarias más un 10% sobre los intereses que generen mis ahorros. Y aunque tenía mucho trabajo tuve que dedicar el día a preparar los formularios de impuestos que tengo que presentar todos los meses, tales como 606, 607, IT-1, IR-3, IR-17, Anticipos, TSS, Infotep y otros tantos que demuestran lo difícil y complicado de nuestro régimen tributario.

Por fin me dedico a trabajar en mi pequeña compañía, de la cual al constituirla tuve que pagar un impuesto de un 1% sobre el capital, y al pagarme mi salario, tiene que retenerme de impuestos un 25% y además, de la ganancia de mi compañía tengo que pagar un 27% de Impuesto sobre la Renta más un 10% de Impuesto sobre los Dividendos, amén del impuesto a los activos.
Con lo que he ahorrado en años de trabajo decido comprarme un apartamento, sabiendo que tengo que pagar un impuesto de un 3% de traspaso y luego cada año pagar el 1% de Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria y de que al morir mis herederos deberán pagar un impuesto sucesoral de un 3%.

Pero como el médico me recomendó tomar la vida con más calma, decido ir a cenar con mis amigos a ver si descanso la mente, pero no es así: El cigarrillo que fumé y la cerveza que bebí pagan un alto Impuesto Selectivo, más un 18% de ITBIS; por la comida también pagué un 18% de ITBIS y una propina legal de un 10%. Ya muy cansado llego a mi casa y le digo a mi esposa que necesito unas vacaciones y pienso: Si voy fuera del país tengo que pagar un 18% de ITBIS sobre los pasajes aéreos y si voy al interior del país un impuesto a las habitaciones de hoteles, además de los impuestos sobre los juegos.

Por eso creo que es mejor no tener nada y regalarlo todo, pero cuidado, hay un impuesto de un 27% a las donaciones.

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