Muhammad Ali, ¡el más grande, no el mejor!

Por Carlos Nina Gómez

Hay que insistir -y lo he escrito en incontables ocasiones en libros, artículos y comentarios a través de programas de televisión- en que Muhammad Ali ha sido el más grande atleta en la maravillosa historia del boxeo profesional en todo el orbe.

Retomo el tema tras un fanático volver a preguntarme -y cito textualmente su interrogante- que si «en verdad» Muhammad Ali ha sido el mejor boxeador de todos los tiempos.

De inmediato le aclaré, como ya lo he hecho en varios escenarios, incluidas conferencias sobre el boxeo y todos sus laterales, que hay que establecer una clara diferencia entre los siguientes dos vocablos: Mejor y grande.

Explicación: En cualquier actividad que realice el ser humano, o mejor digamos una profesión u oficio, a usted -por sus cualidades, inteligencia, talento, le pueden «endilgar» el calificativo de ser el mejor. El mejor en su trabajo, por encima de sus colegas.

El segundo vocablo: Grande. Si usted, en ese mismo contexto, no es considerado como «el mejor» entre sus compañeros, pero sí, por hechos trascendentes realizados en esa misma línea de trabajo, er sindicado como «el más grande».

Ali, tras ganar por primera vez el campeonato mundial de los pesos completos -lo hizo el 25 de febrero de 1964, a la edad de 22, años al noquear en el séptimo round al favorito (7-1) Sonny Liston-, comenzó su fama.

Aunque con esa inesperada victoria los expertos y ejecutivos de las casas de apuestas se “llenaron de asombro” con ese triunfo. Y prácticamente hubo la necesidad de pactar la revancha.

Se pactó la pelea de revancha Liston-Ali para el 25 de mayo de 1965. Liston volvió a ser considerado “amplio favorito” contra el joven Ali que entonces tenía 23 años. Pero Ali ratificó su estelaridad: Entonces noqueó a Liston en el primer asalto y revalidó su cetro mundial de la división pesada.

Ali el más grande, pero Robinson el mejor. Hace cuatro años escribí un libro con este título: Ranking Mundial del Boxeo (los 30 mejores boxeadores). Cito los primeros tres: Sugar Ray Robinson, Muhammad Ali y Joe Louis…en ese orden (1, 2, 3). Lógicamente me refiero a los más capacitados boxeadores de la historia libra por libra.

Robinson, quien terminó su gloriosa carrera con impresionante expediente de 202 combates, 19 derrotas y ganador de dos fajas mundiales (welter y mediano), sigue siendo considerado como el mejor púgil de la historia.

Robinson, como boxeador amateur, no perdió una pelea en 85 veces que subió al cuadrilátero. De manera que entre los más calificados analistas e historiadores del boxeo no hay discusión de que Robinson ha sido el mejor pelador (libra por libra) de la historia.

Pero, y es significado asentarlo en estas líneas, no el más grane. El más grande ha sido Ali, quien por sus hazañas ocupa la primera casilla en el segmento de grandeza. Ha sido el más grande.

¿Por qué el más grande? Respuesta concreta y bien puntual: Porque ganó las grandes peleas, las que tenía que ganar.

En 1967, tres años después de haber conquistado su primera faja del mundo, fue víctima de un abuso: Le quitaron el título, cancelada su licencia de boxeador y purgó tres años de cárcel domiciliaria.

Ali se negó a ir al Servicio Obligatorio del Ejército de Estados Unidos y por vía de consecuencia, no quiso alistarse para pelear en la Guerra de Vietnam. Pero tres años y medio después, cuando le devolvieron su licencia de boxeador, aunque no la faja que había ganador, regresó “por su fuero”.

Comenzó su positivo camino para la conquista del cinturón de los pesos completos que le arrebataron si recibir un solo golpe.

Le llegó la oportunidad -y de nuevo no era el favorito de los expertos- y enfrentó, por la corona mundial de los pesados, al entonces imbatible George Foreman quien llegó a la pelea invicto: 40-0 con 37 triunfos por nocaut.

Foreman, además era un joven de 25 años contra casi 33 de Ali. Parecía imposible un triunfo de Ali, quien finalmente despachó a Foreman con un duro nocaut en el octavo round…¡y vio concretado su gran sueño la noche del 30 de octubre de 1974 en la ciudad de Kinsasa, Zaire, África

Otra sensacional victoria de Ali fue la que logró el 1 de octubre de 1975, en Manila, Filipinas, ante su más terrible rival: Joe Frazier. Ganó por nocaut técnico en el asalto15. ¡

Concluyó su historia profesional con marca de 56-5. Perdió cinco peleas, tres de las cuales llegaron en ocaso de carrera, pero ganó las grandes peleas…¡las peleas que tenía que ganar y que lo marcaron como el más más!

Síntesis: De ahí que cuando le pregunten quién ha sido el mejor boxeador de la historia (libras por libra) conteste, sin ambages, que Sugar Ray Robinson.

Pero ahí mismo precise, y también sin dejar ni una pizca de duda, que el más grande boxeador de todos los tiempos ha sido Muhammad Ali. ¡Nadie podrá rebatir tan contundente opinión!

 

carlosninagomez@yahoo.com

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