Pdte. del TSE brasileño asegura que Dilma sufrió un golpe de Estado
TELESUR. El magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) y presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Luiz Roberto Barroso, afirmó este jueves que la razón real del juicio político contra la expresidenta Dilma Rousseff en 2016 fue la falta de apoyo político y no “el pedaleo fiscal” (violación de las reglas presupuestarias) que en aquel momento alegó la derecha brasileña.
Barroso reiteró el criterio, ya expresado en 2021, de que la supuesta corrupción no fue real y que las denuncias al respecto no fueron más que una formalidad juridíca, lo cual sustenta que contra la mandataria se perpetró un golpe de Estado aupado por sectores opositores.
El magistrado afirmó también que, paradójicamente, el sucesor de Rousseff, el expresidente Michel Temer, promovió una agenda neoliberal y su gestión también se vio salpicada por casos reales de corrupción, pero le permitieron terminar su mandato.
Estas declaraciones quedaron recogidas en una publicación del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri), y fragmentos suyos fueron publicados por medios locales pese a que el texto completo no ha salido a la luz.
En opinión del exsenador Romero Jucá, lo que pasó en Brasil fue “un golpe con el Supremo, con todo”.
Según medios locales, se ejecutó un golpe parlamentario mediante un proceso de juicio político sin delito de responsabilidad, una ilegalidad a la que debió hacer frente el Supremo Tribunal Federal, lo cual no hizo.
En julio de 2021, Barroso ya había expuesto esta afirmación en el marco de un simposio donde dijo: “Creo que no debe haber duda razonable de que ella (Dilma) no fue destituida por delitos de responsabilidad o corrupción, sino que fue destituida por pérdida de apoyo político. Sobre todo porque destituirla por corrupción después de lo que siguió sería una ironía de la historia».
Tras el impeachment a la exmandataria Rousseff, Brasil retrocedió en indicadores económicos y sociales, los trabajadores perdieron derechos, las rentas del ingreso se transfirieron de la sociedad a los accionistas privados, especialmente internacionales.